Homenaje a Prisciliano Cordero del Campillo de la Escuela de Trabajo Social

Un momento del acto de homenaje.

Prisciliano Cordero del Castillo, sociólogo e impulsor del programa de la Universidad de la Experiencia de la Universidad de León (ULE), pronunció la semana pasada su última lección académica, la que puso fin a 45 años de docencia en la Escuela Universitaria de Trabajo Social 'Nuestra Señora del Carmen'. El homenaje que recibió de profesores y alumnos estuvo presidido por el Rector de la ULE, Juan Francisco García Marín, la directora de la Escuela, Gregoria Cavero y la concejala de Servicios Sociales del Ayuntamiento de León, Aurora Baza.

A modo de análisis sociológico Cordero del Castillo optó para su última lección por la lectura de 'Una historia de vida de un anciano de León' en la que tomó como ejemplo el trabajo de un sociólogo que viaja a un pueblo a entrevistar a un hombre mayor. Una historia de vida que era su propio recorrido vital. Cordero del Castillo señaló al inicio de su 'Ultima Lectio' que las historias de vida es “el mejor método de investigación que permite a un investigador conocer el mundo social que rodea al investigado; es la forma que una persona narra de manera profunda las experiencias de su vida y es un excelente recurso para que los profesionales de la sociología se interesen en la investigación desde sus propios contextos”.

Desde estos planteamientos metodológicos Cordero del Castillo realizó un recorrido por sus primeros años de infancia en Villamoros de Mansilla donde antes de viajar a León a estudiar, los ambientes en la familia, la escuela y la calle “fueron los agentes de socialización que colocaron las primeras piedras de mi personalidad y las personas que más influyeron en mi socialización temprana fueron mis padres y hermanos, el maestro y el cura del lugar”.

Tras hacer referencia a sus años de formación en los Seminarios Menor y Mayor de León, sus años de estudio en Roma (1966-1971), se refirió a sus primeros trabajos profesionales como sacerdote y como profesor cuyo estreno fue en la Universidad Católica de Puerto Rico entre 1971 y 1973, año que regresa a León y se incorpora como docente en la Escuela de Trabajo Social, labor que ha compaginado con trabajos como sociólogo en distintas organizaciones y de voluntariado.

Tras estas alusiones formativas y laborales, Cordero del Castillo centró su disertación en sus aficiones y una de sus grandes pasiones, viajar, y así se refirió a las breves estancias de investigación en Italia y sus grandes viajes que le llevaron a recorrer Rusia, Mozambique, China, India, California, además de Europa y la costa este de USA.

Un detallado periplo de ocio e investigación que finalizó con un deseo para los alumnos de sociología: “con este análisis espero que se interesen por la investigación de su entorno y por recorrer el mundo para conocer otro países, otras culturas y otras gentes, sin olvidar sus raíces leonesas y como mi entrevistado no tuvo nieto a quien contar sus batallas, hoy ha encontrado la ocasión propicia para contarles su historia de vida, una vida vivida como un regalo, de la que da gracias a Dios”.

Tras la lección se realizó una proyección de imágenes de su vida y a continuación Raquel Rosillo, en nombre de la comunidad educativa, le hizo entrega de una pequeña escultura de un Quijote. El acto fue clausurado por el Rector de la ULE, García Marín quien reconoció la labor de Cordero del Castillo como impulsor “en León y en la Comunidad de uno de los mejores programas que oferta la Universidad de León y que cada año registra un elevado nivel de participación. Estamos ante una persona voluntariosa y desprendida que ha trabajado siempre por los demás de forma desinteresada y generosa, por eso quiero agradecerle en nombre de la Universidad de León toda su labor”.

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