La mitad de los alumnos de grados más demandados de las universidades públicas procede de fuera de Castilla y León

Estudiantes en el campus de Vegazana de la Universidad de León.

R. Travesí / Ical

La mitad de los alumnos de primer curso de los grados más demandados en las cuatro universidades públicas de la Comunidad procede de fuera de Castilla y León. Una capacidad de atracción que está relacionada, primero, con el prestigio y la calidad educativa de las instituciones de Salamanca (Usal), Valladolid (UVa), León (ULE) y Burgos (UBU) pero también por la falta de una Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU) única, que favorece las desigualdades entre los estudiantes de diferentes comunidades.

El presente curso 2018-2019 se inició con datos similares al de otros años en grados como Medicina en Valladolid, donde el 45 por ciento de los estudiantes de primero procede de otras comunidades de España, un porcentaje que aumenta hasta el 49,7 por ciento en el caso de Salamanca. Lo mismo ocurre con el Grado de Enfermería en el campus de Salamanca de la USAL (50,3 por ciento) y Burgos (47 por ciento), aunque se dispara hasta el 63,1 por ciento en el campus de Soria de la UVa. También rondan esos porcentajes en Salamanca las carreras de Psicología (47,8 por ciento) y Farmacia (49,2 por ciento), según datos recopilados por la Agencia Ical entre las universidades públicas.

Hay otros grados de Ciencias de la Salud donde seis de cada diez nuevos estudiantes admitidos proceden de fuera de Castilla y León como es el caso de Veterinaria en la ULE. Es decir, de las 106 plazas ofertadas para el primer curso de esta carrera, 18 son de León y provincia; 20 del resto de la Comunidad y 68 de otras regiones. Entre ellos, destacan Asturias (13 alumnos), País Vasco (11) y Madrid (11).

Pero no solo tienen tirón los estudios relacionados con ciencias de la salud, porque el 42 por ciento de los matriculados en el Grado de Ingeniería Informática de la UBU es de fuera de la región. Un porcentaje que aumenta hasta el 48,5 por ciento en Ciencias de la Actividad Física y Deporte en la Universidad de León. No en vano, de las 85 plazas disponibles para los alumnos el primer curso, 21 fueron ocupadas por estudiantes de León y su provincia, 32 vienen de Castilla y León y el resto de otras comunidades de España, entre los que destacan los 21 de Asturias.

La importante demanda del Grado de Enfermería en el campus de Salamanca de la Usal y en Burgos, con cerca de la mitad de los alumnos procedentes de fuera de la Comunidad, contrasta con los datos de la misma carrera en León, donde 'solo' uno de cada tres estudiantes es foráneo, y Valladolid, con el 14,5 por ciento.

El grado que acapara el mayor porcentaje de estudiantes foráneos es, sin duda, el de Español: Lengua y Literatura que imparte la Universidad de Burgos, donde el 74,1 por ciento de los matriculados procede de diferentes comunidades de España. Bien es cierto que estos estudios son uno de los cinco que la UBU presta 'on line'. Le siguen Veterinaria en León (64 por ciento) y Fisioterapia en Salamanca (63,4 por ciento). En el caso del Grado de Fisioterapia en el campus de Soria de la UVA, se sitúa en el 60 por ciento

También hay mucha demanda en otras ramas como el Grado de Publicidad y Relaciones Públicas en el campus de Segovia de la Universidad de Valladolid, donde seis de cada diez nuevos estudiantes proceden de fuera de la Comunidad. Muy cerca, están Comunicación Audiovisual de la UBU, que también es una carrera que atrae a estudiantes de otras regiones (58 por ciento), y Criminología en Salamanca (56,9 por ciento). También se cuela entre las más demandadas Educación Primaria en Soria, dependiente de la UVa, con el 55 por ciento. Es decir, en todos estos grados la mayoría de los estudiantes es de fuera de Castilla y León.

Por debajo de la mitad, aparecen los estudios de Traducción e Interpretación en Soria (55,8 por ciento) e Ingeniería Informática en Burgos (41,9 por ciento). Cierra la lista otra carrera técnica como Ingeniería Aeroespacial en la ULE, donde el 28,2 por ciento de los nuevos alumnos llega de otras comunidades.

Problema de la EBAU

La vicerrectora de Docencia y Evaluación de Calidad de la Universidad de Salamanca, Izaskun Álvarez, reconoce a Ical que el prestigio de una institución como la USAL siempre atrae a estudiantes de otros lugares pero también pone el acento en el “indudable” problema que tiene el Estado con la EBAU. “Sería ideal tener una prueba única y un distrito único para que todos los estudiantes tengan las mismas posibilidades a la hora de acceder a un grado, tras ser evaluados y baremados con las mismas pruebas”, subraya. La otra opción es aplicar un sistema de baremación.

Álvarez asegura que es un tema de “voluntad política” y se muestra esperanzada en que el Gobierno central y el Ministerio de Educación aborde esta situación “en algún momento”. Huye a la hora de demonizar a los alumnos que vienen de otras comunidades porque recuerda que la gran mayoría de esos estudiantes son “buenos” y queda demostrado en que continúan en la Universidad hasta finalizar su carrera, tras analizar las tasas de abandono.

La vicerrectora señala que, en los últimos años hay una gran presión por la nota final tras el Bachillerato y el examen de la EBAU. “No podemos hacer nada con un alumno que viene de Valencia o Murcia con una nota hinchada porque se trata de un problema integral de España que requiere de un Pacto por la Educación”, precisa.

A ello se suma el cambio de la oferta educativa en la última década, con la irrupción de las universidades privadas, gracias a las facilidades que dan algunas comunidades autónomas. Frente a eso, Izaskun Álvarez apuesta por continuar con la calidad, la captación de alumnos y los sistemas de garantías, algo que se ha traducido este curso en lograr ser la única universidad pública de la Comunidad que aumentó el número de alumnos en grados.

La vicerrectora de Estudiantes de la UBU, Verónica Calderón, recuerda que las titulaciones con mayor nota de corte suelen ser las que presentan una gran demanda entre los estudiantes a nivel nacional. Muestra su satisfacción con que el 52 por ciento de los alumnos de la Universidad de Burgos es de esa provincia mientras que el 48 por ciento restante es del resto de la Comunidad y de España. “Demuestra la capacidad de atracción de nuestra universidad porque nos eligen pese a tener la opción de ir a otros lugares”, explica.

También defiende una prueba única de acceso a la universidad por ser “lo más justo y representativo”, al entrar los alumnos con igualdad de oportunidades pero es consciente que la actual situación política no facilita alcanzar un acuerdo en este tema. Reconoce las diferencias existentes entre comunidades a la hora de realizar los exámenes, además de precisar que la nota media que obtienen los estudiantes en la EBAU apenas difiere de las calificaciones de su etapa en Bachillerato.

Calderón explica que la gran mayoría (95 por ciento) de los preuniversitarios de Castilla y León accede a la carrera que han elegido en primera o segunda opción, salvo en casos puntuales como Medicina que la amplia demanda obliga a fijar una nota de corte muy alta.

Cruzada de la Junta

La Junta, con su presidente Juan Vicente Herrera y el consejero de Educación, Fernando Rey a la cabeza, lleva más de un año con la cruzada para implantar una EBAU única, que esté recogida en un pacto de Estado. “Está justificada la alarma de los alumnos y sus familias ante una situación que paradójicamente favorece a estudiantes de comunidades que exigen menos en sus pruebas y con ello adquieren un derecho preferente a acceder a una plaza en las propias universidades de Castilla y León”, declaró Herrera hace unos meses. También consideró que las instituciones académicas deberían estar preocupadas por una situación que puede fomentar la llegada a sus aulas de alumnos menos formados que los de Castilla y León, pero que han tenido más facilidades en sus pruebas de acceso.

Rey envió en septiembre una carta a la nueva ministra de Educación, Isabel Celaá, para demandar un examen único de acceso universitario. Una misiva que iba acompañada de un informe realizado por una catedrática de Bioestadística de la Universidad de Valladolid que presenta evidencias a favor de la tesis de que la nota de acceso a la Universidad (Paeu), como criterio para asignar plazas en diferentes grados, “no da las mismas oportunidades a estudiantes de diferentes comunidades autónomas, tesis que lamentablemente, podría resultar igual de válida para la EBAU”, según se apunta.

En el estudio, los datos analizados ponen de manifiesto, con carácter general, la desigualdad y ausencia de continuidad y consistencia entre los resultados de carácter interno (tasas de graduación finalistas, ESO y Bachillerato), los resultados de evaluaciones externas (PISA) y los resultados de las pruebas obtenidos en las pruebas de acceso al sistema universitario (EBAU, nota media y porcentaje de aprobados con respecto a los alumnos de Bachillerato presentados en la fase general).

Además, los datos analizados por autonomías revelan en la estructura que las diferencias se vinculan fundamentalmente con “el margen de opcionalidad o elección, así como las materias objeto de examen y, por tanto, de ponderación” y así se observa que algunas comunidades “establecieron el mínimo de materias, indicado en la norma básica, en la que los alumnos se pudieron examinar, mientras que en otras se hizo referencia directa al número máximo”. Por otro lado, en algunas regiones se permitió que la materia de modalidad objeto de examen en la fase general ponderase en la fase de admisión y en otras los alumnos se pudieron examinar de materias de modalidad en la fase de admisión.

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