Viajar en otoño para recargar las energías perdidas

El Faedo de Ciñera uno de los bosques más bonitos de España. / Eduardo Margareto / ICAL

Después de que haya terminado el verano, los eternos viajeros no podemos parar de pensar ni un segundo en nuestras próximas vacaciones, ni por supuesto, en nuestro enigmático próximo destino. Y es que, los que por alguna razón somos adictos a coleccionar experiencias, no necesitamos ninguna razón convincente para viajar lo más lejos de casa posible. Sinceramente, lo definiríamos más bien como un estado de ánimo permanente que convive dentro de nosotros día tras día.

Pero, ¿qué experiencias nos enganchan más a los viajeros? Para algunos es la simple y la llana comida. Da igual que proceda de un restaurante de moda o de un discreto puesto callejero; estaremos siempre dispuestos a escuchar las exigencias y los caprichos de nuestro juguetón paladar. Para nosotros viajar no es más que la necesidad imperiosa de probar continuamente miles de aromas, sabores y texturas diferentes.

Para otros, el arte le motivará a viajar, ya que sueñan con observar con sus propios ojos las nuevas exposiciones de los museos más importantes. Incluso por extraño que parezca, para muchos el yoga es un buen motivo en sí mismo para viajar, así lo señalaba Liebe Beelen, responsable de calidad de la empresa Samsonite: “Viajar se está convirtiendo en una parte importante para la reflexión y el desarrollo personal. Ya no lo vemos como un gasto anual, sino como una inversión en el futuro personal”.

Sin embargo, si todavía echas de menos el verano, siempre puedes volver a la playa y disfrutar de la serenidad que ofrece mirar al mar. Actualmente, gracias a Internet comparar precios en temporada baja es muy sencillo. De hecho, existen muchas páginas webs como la de Holidu que nos ofrece apartamentos estivales, como por ejemplo en Formentera a precios muy competitivos.

Del mismo modo, si finalmente eliges las islas baleares como destino, ya sabes que podrás disfrutar de la gastronomía mediterránea en miles de bares, hoteles, o chiringuitos donde no faltará la cerveza bien fresquita. Igual de divertido puede ser pasear en bicicleta por la isla, ver una bonita puesta de sol, visitar el Faro de La Mola, el antiguo camino romano, o incluso simplemente disfrutar las vistas del Mirador de Formentera.

Asimismo, sino te gustan demasiado las islas baleares, en nuestro país encontramos otros muchos lugares con playas fantásticas y con más de 300 días de sol al año como pueden ser las playas de Alicante, Murcia o Málaga. Por último, si te decides a viajar con tu mascota en el avión, recuerda que ella también necesita un pasaporte oficial. Tampoco olvides verificar previamente que el alojamiento elegido acepta a tu animal de compañía. Por suerte en España, cada vez existen un mayor número de establecimientos que nos permiten traer con nosotros a todos los miembros de la familia.

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