Portazo de Endesa al carbón nacional y cierre de Compostilla en su plan estratégico 2017-2019

César Sánchez/Ical. Central térmica de Compostilla en Cubillos del Sil.

Antonio Vega

La eléctrica española Endesa sigue avanzando en su rechazo al carbón nacional como fuente de energía, según recoge la actualización de su Plan Estratégico 2017-2019 recién enviado a la Comisión Nacional de Mercado de Valores (CNMV).

La empresa filial de la pública italiana Enel asegura que mantiene su apuesta por un “nuevo paradigma energético”, que inclute avanzar en un periodo de transición hacia una Europa descarbonizada en el año 2050. En ese camino Endesa plantea “mantener las centrales nucleares y las térmicas eficientes más allá de 2030 para asegurar una transición suave evitando nuevas inversiones ineficientes en combustibles fósiles”. ¿Y cuáles son las eficientes según su criterio? Las que se alimentan de carbón de importación.

Endesa ya ha puesto la puntilla a la central térmica de Compostilla, la que dio lugar a la propia compañía, en un proceso que culminará con su cierre en el año 2023. El informe no contempla inversión alguna en la central berciana, lo que la aboca al definitivo cierre en el citado plazo por no poder cumplir con los requisitos europeos para que siga abierta. Compostilla fue creada para producir energía gracias a la producción del carbón de las cuencas leonesas del Bierzo y Laciana pero las eléctricas han cuestionado su rentabilidad limitando la compra de carbón autóctono, lo que unido a los recortes aplicados por el Gobierno del PP han puesto, además, a todo el sector al borde de su desaparición. Una situación que contrasta con la de la central gallega de As Pontes, para la que Endesa ha aprobado una millonaria inversión para que siga funcionando con carbón importado.

La Unión Europea exige a las eléctricas que quieran mantener sus centrales térmicas activas más allá del 2023 inversiones para su modernización y reducir entre un 50 y un 60% las emisiones de azufre y óxido de nitrógeno antes del 2018. Esto implica que la modernización debe realizarse a partir del 2017. Al no contemplarla Endesa Compostilla tiene fecha de cierre marcada.

Descarbonización del mix energético para 2050

El plan de Endesa de descarbonización incluye entre sus acciones “adaptar el carbón a las mejores prácticas medioambientales”, lo que significa para la compañía realizar inversiones en centrales de carbón importado “para adaptarlas al nuevo marco regulatorio de emisiones contaminantes”.

La empresa asegura en su informe que “no se prevén inversiones en carbón nacional por las condiciones del mercado”. Y especifica que las inversiones en las centrales de carbón importado serán de 100 millones de euros en la central almeriense de Litoral y de 200 millones de euros en la de As Pontes en A Coruña. Para que se garantizara la continuidad de la de Compostilla, en Cubillos del Sil, debería haber inversiones contempladas en este plan estratégico que no existen.

Lo más contradictorio de todo es que Endesa reconoce que el carbón doméstico le ha generado este 2016 un impacto positivo neto en sus cuentas de 120 millones de euros, procedente de las liquidaciones de compras de los años 2012-2014.

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