Fusión total Unicaja-EspañaDuero, cuando el pez chico se comió al grande

Una oficina de EspañaDuero en León capital.

Antonio Vega

El pasado viernes, a cierre de los mercados y en medio del vendaval informativo por el intento de secesión en Cataluña, el banco Unicaja anunciaba la fusión por absorción de EspañaDuero, el banco heredero de la actividad de las antiguas Caja España, Caja Duero y hablando más antiguamente CajaLeón, cuya fundación data de 1900.

Un hecho relevante enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) oficializaba la fusión bancaria con su filial, de la que ya posee más del 60% del capital y compromiso de compra de otro 20% en manos pública a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Ya el 10 de octubre Unicaja anunciaba que asumía todas las obligaciones de EspañaDuero, una pista sobre la fusión total que se avecinaba.

Era el año 2011 cuando apenas estaba cerrada la fusión entre las dos principales cajas de la Comunidad, bajo la bendición de la Junta y el PSOE que se repartían su control, cuando Unicaja y la entonces Caja España-Duero intentaban cerrar un acuerdo de fusión o esquema de protección de activos (SIP o 'fusión fría') para sobrevivir a la peor crisis económica vista desde las grandes guerras mundiales. La fusión no llegó a cuajar por la falta de acuerdo sobre la sede social, si en León o en Málaga aunque la entonces caja malagueña Unicaja iba a tener la mayoría pese a que Caja España-Duero era un 25% más grande por activos, aunque su situación financiera era mucho peor al necesitar más capital por lo que tenía que ceder poder a los más saneados de Unicaja. El fracaso de la 'fusión fría' obligó a la entonces caja leonesa a tener que pedir al Estado 525 millones de euros para sobrevivir (marzo de 2011).

Pero pese a la primera intentona fracasada las negociaciones para abordar un matrimonio financiero se mantuvieron a lo largo del año 2011 cuando Caja España-Duero creaba el llamado Banco Ceiss con su actividad purament bancaria (Ceiss es Caja España de Inversiones, Salamanca y Soria). Entonces la caja leonesa propuso matrimonio al Banco Mare Nostrum pero su situación financiera frustró la operación. En abril de 2011 ambas entidades anunciaron su fusión con un acuerdo de sedes y reparto del nuevo banco (inicialmente 63% para Unicaja y el 37% de Caja España-Caja Duero) con 10 sillas para los malagueños y 5 para los leoneses y sede social en Málaga. Incluso en septiembre Caja España-Duero aprobó en su asamblea de septiembre la operación, que dejaba ya las participaciones en 70-30%. La operación contaba además con el visto bueno estatal y planes de posible ayudas públicas de 475 millones a Caja España-Duero y de contigencia para el caso de Unicaja. Pero la nueva regulación financiera aprobada por el Gobierno y las duras exigencias de capital fueron alargando los plazos de la fusión, hasta el punto de buscar un 'menage a trois' financiero que no cuajó.

Leticia Pérez / Ical. Los presidentes entonces de Caja España-Duero, Evaristo del Canto, y el de Unicaja, Braulio Medel, presentando la fusión que nunca llegó.

Unicaja exigió al Estado adicionalmente hasta 1.000 millones de euros más para sanear Caja España-Duero. La fusión volvió a ser ratificada en marzo de 2012 pero en diciembre de ese año ambas rompen el proceso emitiendo el mismo comunicado en diciembre de ese año. Alegaron que “las condiciones suspensivas que contemplaba dicho el acuerdo de fusión se han cumplido por lo que no es posible continuar con el acuerdo suscrito hace un año”. El fracaso de la fusión obligó al entonces ya Banco Ceiss a tener que pedir más dinero al Estado, con otros 604 millones de euros de ayudas que se sumaban a los 525 ya recibidos en 2011.

Entonces comenzó la cuesta abajo de Ceiss (Caja España-Duero) que tuvo que acudir al 'banco malo' o Sareb para sanear su balance gracias a la venta de activos tóxicos por 3.173 millones de euros. En mayo de 2013 tenía lugar la nacionalización del Banco Ceiss, nunca reconocida de forma explicita u oficial, al ejecutar el FROB las ayudas por los 525 millones de euros de 2011 y tomar la mayoría del capital, dejando a la entonces Caja, que tenía las acciones del banco, fuera de la entidad financiera. Esos 525 millones de euros son consideraros irrecuperables por el Estado en el proceso de rescate bancario.

Pero Unicaja mantuvo su interés en Caja España-Duero pese a su descenso a los infiernos financieros. Su amplio conocimiento ya de la entidad leonesa gracias al proceso de fusión fracasada, su tamaño y complementariedad geográfica avalaron a la caja malagueña, ya reconvertida en banco, le hicieron aspirar a una compra bendecida por las autoridades españolas y europeas, que tras el rescate bancario eran quienes decidían en última instancia.

En el verano de 2013 la entidad andaluza presentó una oferta por el banco, que incluía compra de acciones y bonos convertibles y participaciones preferentes. En enero de 2014 Europa daba el visto bueno a la operación con un paquete de garantías públicas de 400 millones de euros y diversas obligaciones financieras, como devolver los 604 millones del FROB, y reducir su tamaño un 30%, incluyendo red de oficinas y empleados. Los despidos se cifraron en 850 tras un pacto con los sindicatos.

Tras la compra Unicaja cambió la marca a 'EspañaDuero', manteniendo la esencia de las antiguas Caja España y Caja Duero, y preparando la entidad para la salida a la Bolsa que obligaba Europa, que se produjo finalmente en julio de este año tras algunos retrasos provocados por las turbulencias económicas. En este tiempo EspañaDuero ha transferido parte de su red y su negocio a Unicaja aunque en estos momentos supone casi la mitad de su volumen de negocio, pese a la disminución obligada por Europa.

Unicaja presentará este martes 31 de octubre sus resultados correspondientes al tercer trimestre del 2017. La comunicación de sus cifras se podrá seguir en directo por su web corporativa. En la primera mitad del año ganó 86 millones de euros, lastrado por la reorganización de su negocio de seguros; además devolvió en septiembre los 604 millones de euros que EspañaDuero recibió para no quebrar en 2013, una de las condiciones para quedarse los restos bancarios de la antigua caja leonesa impuestas por Europa. En estos años ese préstamo público ha supuesto 240 millones de euros en intereses, cobrados por el FROB. En total hasta casi 1.000 millones de euros en ayudas públicas del proceso de Caja España-Duero podrían ser irrecuperables según el Banco de España, aunque la cifra no es definitiva y dependerá de si se ejecutan totalmente más de 400 millones de garantías adicionales.

Unicaja es actualmente el octavo banco por activos en España, gestionando 56.000 millones de euros. En la provincia de León es la principal entidad financiera con una cuota de mercado superior al 20% con menos de un centenar de oficinas operativas. Antes de la crisis económica Caja España llegó a poseer el 40% de la cuota de mercado provincial ella sola. En términos prácticos la fusión no supone apenas cambios en la entidad más allá de la desaparición de la ficha bancaria de EspañaDuero, ya que la sede central está en Madrid y la operativa en Málaga y León ha pasado a ser una zona más de su negocio.

Unicaja ha anunciado que pese a pasar a ser una sola entidad mantendrá una imagen de marca local, la actual EspañaDuero va unida siempre a Grupo Unicaja con sus verdes corporativos, por lo que podría realizar una integración al estilo del Sabadell con el Herrero, que fusionó los nombres -SabadellHerrero- como marca operativa en Asturias y León hasta el 2015. Hasta la fecha los rótulos de fachada de las oficinas de EspañaDuero nunca han cambiado, manteniendo las viejas marcas Caja España y Caja Duero que tenían.

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