El carbón internacional duplica su precio en 2016 y ya es más caro que el autóctono

Central térmica de Compostilla en El Bierzo. Foto de Miguel Ángel Pérez González

Antonio Vega

Después de un lustro con precios mínimos el carbón repuntó de forma notable su precio en el último año, según los índices de precios recogidos por el Banco Mundial. Así, el carbón colombiano, el que más se compra en España para alimentar las centrales térmicas, finalizaba diciembre con un precio medio mensual de 89,80 dólares/tonelada, lo que supone un incremento del 100,89% en sólo un año. Un precio que estaría por encima del de la producción de las minas españolas, y en particular las leonesas.

El carbón ha mantenido una senda creciente durante el año subiendo de forma notable desde el otoño en España como fuente de energía debido al parón parcial en las centrales nucleares de Francia, lo que ha provocado que las instalaciones térmicas funcionen para alimentar la interconexión con el país vecino y mantener la producción ante el alto consumo eléctrico en invierno.

Los altos precios de luz que mantiene actualmente España se producen en medio de una trifulca política al echar la culpa el ministro de Energía, Álvaro Nadal, al gas y al carbón nacional, aunque posteriormente rectificada. Y todo cuando se ha conocido un supuesto informe del Ministerio que afirmaría que el carbón nacional ayudaría a bajar el precio de la luz. Una situación, e informe, que el PSOE y Unidos Podemos ya han pedido a Nadal que aclare en el Congreso.

En ese informe se explica que “si España usara el carbón autóctono en la actualidad, único combustible fósil del que disponemos, y que desde el uno de enero de 2014 prácticamente no se utiliza, la tarifa eléctrica bajaría, al menos, un 3,52% y nos beneficiaríamos de un ahorro, como sucedió entre 2010 y 2013, de al menos 350 millones de euros anuales”.

El subidón de precios del carbón internacional -el sudafricano subió más de un 22% en 2016- provoca que en efecto el carbón nacional sea competitivo para producir energía, pese a que eléctricas como Endesa cerrarán todas sus centrales alimentadas por nacional y mantendrán las que consumen de importación. El informe de liquidación de la histórica minera Hullera Vasco-Leonesa aseguraba que el cielo abierto de la compañía podía producir carbón que generaba beneficios vendido a 69,36 euros/tn, un precio muy inferior a los actuales que se manejan en los mercados internacionales y que rozan los 90 dólares en un momento de práctica paridad entre las divisas europea y americana. De hecho la baja competitividad del carbón autóctono en los últimos años venía marcada por el descenso continuado del precio del carbón importado, una situación que ahora se compensaría a favor del nacional.

Según la Agencia Internacional de la Energía y la mayor minera del mundo, BHP Billiton, la demanda del carbón continuará sin cambios durante las próximas décadas pese a la presión de eliminación de su uso en las economías occidentales, aunque factores como el 'Brexit' o la llegada de la Administración Trump podrían invertir esa tendencia de desuso en función de sus nuevas políticas energéticas.

El banco inversor Goldman Sachs, uno de los grandes jugadores del mundo en materias primas, es uno de los que apuesta por la vuelta del carbón a la escena de la energía internacional con fuerza, al estimar un incremento del precio para el 2017, pero todo a expensas de la política china sobre la minería.

Posición del carbón en el mix energético nacional

Pero el carbón español sigue pasando una mala racha a tenor del avance de resultados del sistema eléctrico que ha realizado Red Eléctrica de España (REE) en un informe. Si en 2015 el carbón fue la segunda fuente de energía de España sólo por detrás de la energía nuclear en el 2016 cayó al cuarto puesto siendo superado por la energía eólica e hidraúlica. Según los datos de REE el carbón produjo 37.038 GWh, con un descenso del 29,8% respecto al 2015.

El cierre de varias centrales térmicas provocó además en 2016 que por primera vez en muchos años en España se perdiera capacidad de generación. Estos cierres sumaban 932,2 MW provocando un descenso del 0,9% respecto al 2015.

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