El nuevo empedrado de la Plaza del Grano costará a León otros 285.482 euros

Imagen del levantamiento del empedrado tradicional ya perdido por la instalación de las aceras de la fase anterior.

Carlos J. Domínguez

La suerte está echada: el remate final de la total remodelación de la patrimonial Plaza del Grano de León ya tiene proyecto de ejecución, con todos los detalles del levantamiento y sustitución de sus tradicionales cantos rodados. Pero sobre todo, ya tiene precio: costará exactamente 285.482,87 euros.

Este es el coste definitivo de la Fase III y última del polémico y muy contestado proyecto. Se trata de la cuantía presentada por la única oferta a la licitación de las obras por parte del Ayuntamiento de León, oferta defendida mano a mano por las empresas Decolesa y Domingo Cueto, que ya ejecutaron las dos primeras (Decolesa subcontratada).

Más de 20 centímetros de desnivel que la elevación del empedrado recuperará.

Apenas hay rebaja respecto al coste de licitación inicial, de 293.284,23 euros. Y destaca sólo esta fase final será 50.000 euros más elevada que las dos primeras juntas, que ya supusieron un desembolso de 242.581,68 euros para ejecutar la reurbanización de las calles Capilla y Mercado y las controvertidas aceras perimetrales, con anchos de hasta 3 metros.

Cinco meses de plazo

Esta única oferta fue abierta el pasado 22 de septiembre y en breve será adjudicada por el PP en el Gobierno municipal de manera formal, una vez que cuenta desde meses antes el obligatorio visto bueno de la Comisión de Patrimonio de la Junta. El plazo máximo de ejecución es de 5 meses.

El proyecto firmado por el arquitecto leonés Ramón Cañas se denomina literalmente “Recuperación del espacio empedrado interior de la Plaza del Grano” -lo adjuntamos completo bajo esta información- y en su actuación sobre casi 2.100 metros cuadrados de empedrado que aún sobrevive a las dos fases anteriores, contiene algunos detalles curiosos y también novedosos respecto a los proyectos iniciales que, entre otros detalles que provocaron indignación, recogían la presencia de un 23% de cemento bajo el nuevo pavimento. Al precio que saldrá, cada metro cuadrado de nuevo empedrado tendrá un coste de 136 euros.

El cemento y la cal

Ahora se matizan mucho más aquellos textos. Las palabras “cemento” o “mortero bastardo” sólo se consignan ya para asentar los ramales principales y secundarios, como los nervios de una hoja. Literalmente habrá “una parte de cemento por cada 17 partes de mezcla”, promete el texto sobre el papel. Y en el resto del empedrado, se sustituye la palabra “cemento” por “cal” y se insiste en que los cantos de río irán sobre “cuatro partes de tierra, una parte de arena de machaqueo y una parte de adición de cal”, lo cual deja una proporción de cal del 16%.

Se presupone, y así lo ha manifestado la concejala de Urbanismo, Ana Franco, que se ejecutará como el lienzo de ejemplo ya ejecutado frente al albergue de peregrinos, aunque también aquí se puso en duda que el PP dijera la verdad respecto al uso o no de cemento.

Una “lectura contemporánea” a los nuevos cantos rodados

Para contrarrestar las duras críticas de esta intervención, muy especialmente de los expertos hermanos Seoane y su técnica tradicional, maestros canteros responsables de la última actuación en 1989 que el Ayuntamiento dejó expuesta al maltrato sistemático y abandonada durante décadas, el proyecto se afana en justificar que se intervendrá con “las técnicas constructivas que han ido perviviendo en la plaza dentro de un cambio constante en el tiempo, invariantes que configuran el conjunto que nos ha llegado hoy”. Sin embargo, admite que habrá “nuevas inserciones” de cantos, las cuales “responden a una lectura contemporánea”.

La tradición del pavimento está sembrada de matices. Tales como: “Se considera primordial mantener las características del pavimento tradicional de canto rodado de la plaza, si bien se plantean una serie de matices y disposiciones constructivas y de ejecución que supongan un mejor comportamiento respecto a su superficie de uso y a la durabilidad y limpieza”, la cual se podrá hacer incluso con barredoras mecánicas o por baldeo con agua.

Lo que no esconde la documentación es que toda la superficie de los cantos se elevará una media de 20 centímetros respecto a la altura actual del paño de piedras, para que puedan quedar a nivel con las aceras perimetrales construidas en la Fase II, que ha dejado desde hace meses un antiestético e intransitable escalón.

Una nueva 'acera' para el paso de coches a garajes

Otros detalles relevantes son por ejemplo que habrá dos nuevas zonas convertidas en acera, es decir, que aumentará la superficie actualmente de canto rodado que se perderá para siempre, como ya ocurriera en la segunda fase: una en la parte norte de la plaza, para soportar el paso de vehículos a los tres vados de aparcamientos de las viviendas; y otra junto al actual muro ante la hospedería y convento de Las Carbajalas.

Estas nuevas aceras 'cerrarán' el perímetro completo que el PP y los grupos que lo apoyan -PSOE, Ciudadanos y UPL- siempre ha justificado para permitir la plena accesibilidad de personas con movilidad reducida, a pesar de que la carretera de la Cuesta de las Carbajalas ya permite el paso franco. De hecho, la memoria considera que esa carretera afea el conjunto, pero posterga una posible adecuación.

El muro, otro mal menor

Por cierto, este muro se observa que “provoca una ruptura excesiva del conjunto espacial, pero se considera un mal menor, para garantizar la seguridad de niños que jueguen en la plaza y como delimitador frente a los vehículos, ”ya que la alternativa de un rosario de bolardos no parece una opción mejor, dada la realidad del cívica en la que convivimos“, o sea que se teme que los conductores no lo respeten. Por eso, el proyecto recomienda dejar el muro pero ”permeabilizarlo“ el muro en el futuro.

También al futuro el redactor fía una posible sustitución de los dos árboles actuales e icónicos -aunque relativamente recientes, apenas décadas- dos álamos cuyas duras raíces levantan parte del empedrado. Si bien ahora se limita a un control de ellas y una poda “no agresiva”, menciona “recomendaciones de especies autóctonas más idóneas para el caso de futuras sustitución.

Radical cambio de postura con el verdín

Los dos únicos elementos vegetales de la medieval Plaza del Grano se complementan con otro verde: el entrañable verdín que alfombra la plaza en zonas y épocas sombreadas y frías. Muy al contrario que en el proyecto original, donde se proponía el 'envenenamiento' por biocida de esta capa vegetal, a pesar de negarlo la concejala de Urbanismo Ana Franco y el propio arquitecto, ahora el proyecto se refiere entre piedra a piedra a “tierra semillada” para “acelerar la aparición del manto verde en las juntas que favorece la compacidad y fijado los rejuntados de cantos (SIC)”.

Etiquetas
stats