Todos los secretos de la foto de León más viral del año con nieve y Catedral

La imagen que ha cautivado a las redes sociales, sin que nadie cite al autor. / Foto Dani C.R.

C.J. Domínguez

Los detalles de cómo se hizo la foto de León más viral del año, esa que todos hemos podido disfrutar y en la que una luminosa Catedral de León luce como un corazón cálido sobre los helados tejados nevados del Casco Histórico de León, han permanecido hasta ahora sin respuesta. Qué día se disparó, desde dónde está hecha, con qué equipo y, también, qué camino siguió la ya famosa imagen para conseguir ser admirada por miles y miles de personas, en León, en España y también en muchos lugares del mundo.

iLeon.com ya desveló, respetando el inicial mutismo que deseaba su autor, que la fotografía era obra de Dani C.R.. Y poco más. Pero ahora Dani, viendo la repercusión de la imagen y también de aquella noticia, ha tenido a bien contestar algunas preguntas que bucean en los secretos más esperados por los internautas.

La instantánea fue realizada, explica, “el pasado miércoles 28 de febrero”, en la hora del atardecer. Dani rememora que “ese día León amaneció con una bonita nevada, que siguió durante buena parte del día”. La luz ya se escapaba poco a poco y Dani se situó en “un bar/restaurante muy conocido en la azotea de un céntrico hotel en la Avenida Independencia”.

Utiliza una reflex normalita y con varias 'cicatrices' porque se me ha caído alguna vez haciendo cosas raras con ella

Casi todos sabemos de qué lugar se trata, pero el autor manifiesta si intención de “no hacer publicidad gratuita del sitio, aunque estoy seguro que cualquiera que conozca la ciudad no necesitará más pistas para saber a qué sitio me refiero”, el cual, admite, “con o sin cámara tiene unas vistas increíbles”. Todo el mundo que se preguntaba desde dónde se hizo la fotografía, ya tiene la respuesta.

Las piezas más importantes para una foto bajo cero

Otra duda era, ¿con qué material fotográfico se hizo? ¿Es el fruto de un trabajo profesional? Sin pretender “hacer bostezar” a nadie, Dani C.R. explica que la cámara es “una réflex digital normalita, algo antigua y con varias 'cicatrices', porque se me ha caído alguna que otra vez haciendo cosas raras con ella”. La cámara necesitó la estabilidad de un trípode y un cable disparador para evitar vibraciones. Pero “las piezas más importante del equipo” fueron, para él, “unas buenas botas y cazadora, ya que me tomé mi tiempo y ese día estábamos bajo cero”.

Intenté darle un tono frío para que contrastase con la luz cálida de la Catedral y así destacase aun más

En cuanto al procesado, “la foto 'final' está hecha a partir de dos tomas, una con la exposición correcta para los tejados y otra para la Catedral, porque con la iluminación encendida es mucho más brillante”. Ambas tomas están fusionadas “a mano en un programa de edición”, con el cual “intenté de darle un tono frío para que contrastase con la luz cálida de la catedral y así ésta destacase aún más”.

Dos tomas, un toque de edición, 10 minutos

Aún consciente de parecer falsamente modesto, admite el autor que “la versión que se ha hecho tan popular me llevó menos de 10 minutos de trabajo y creo que el procesado es un poco chapucero”. Por eso, perfeccionista como es, no descarta “intentar hacer otra versión mejorada más adelante... aunque si la primera gustó tanto, me da un poco de miedo que a la gente le guste más la original”, comenta divertido.

Divertido, sí. Porque si hay una cosa que no le ha hecho pasar ni un mal rato es que la imagen se haya convertido en un 'hit' sin dejarle beneficio alguno e incluso teniendo que comprobar que casi nadie le citaba como autor -hasta que iLeon.com lo desveló, entonces sí- o incluso se han agenciado de la fotografía con total impunidad. Porque la viralidad conseguida, que tan pocas veces se consigue ni queriendo, fue absolutamente ajena a su voluntad. Es más, casi tardó 24 horas en saber que todo el mundo admiraba ya su trabajo con la acelerada e incontrolada ayuda de internet y las redes sociales.

Desde su Whatsapp y habiéndola enviado sólo a sus padres

En menos de 24 horas la foto estaba en el Facebook de media ciudad, en algún periódico digital e incluso en el Instagram del alcalde... ¡y yo no me había enterado!

Lo más curioso es que todo se originó desde el sitio más insospechado: su perfil de Whatsapp. Fue el único sitio donde Dani 'colgó' su trabajo, legítimamente orgulloso como estaba. Y no envió la imagen a nadie más que a su padre y a su madre. Él lo recuerda así: “El día siguiente por la mañana -jueves- puse la foto en mi 'estado' de Whatsapp y se la envié única y exclusivamente a mis padres; no publiqué la foto en ninguna red social, ni página web ni en ningún otro sitio”.

Pasadas las horas, “durante el día recibí algún comentario de amigos diciendo que les gustaba mucho, una felicitación de mis tíos a través de mi padre y poco más, nada extraño”. Pero luego, la locura: “En menos de 24 horas la foto estaba en el Facebook de media ciudad, en algún periódico digital, e incluso en el Instagram del alcalde. Y lo mejor es que yo no me había enterado”.

Así que “a última hora del jueves empezaron a llegarme mensajes de amigos”. Que si “no me engañes ¿seguro que esa foto es tuya? Que me ha llegado por cuatro grupos distintos”; o “¿de dónde has sacado esa foto, que se la he visto a mi prima que vive en Cuenca la tiene de estado de Whastsapp”; o “tío, que tú todo es TT (tendencia en Twitter)”; y hasta “hey, que sepas que hay un pringao en Facebook que dice que tu foto la hizo él”... De todo. Dani quedó abrumado, reconoce ahora.

Me ha sorprendido gratamente que mucha gente haya defendido la autoría de mi foto pidiendo que se me citase

“Todo lo que he sabido del 'salto al estrellato', por llamarlo así, de la foto ha sido a través de amigos, puesto que yo no utilizo ninguna red social. Y me ha sorprendido gratamente que mucha gente haya defendido la autoría de mi foto pidiendo que se me citase; algunos son amigos, pero también lo ha hecho gente que no me conoce de nada y es un poco raro que otras personas se hayan molestado mucho más que yo en buscarle reconocimiento, pero bueno, así ha sido”, dice orgulloso de la actitud de muchos internautas.

Beneficio económico de... “exactamente cero”

Por contra, lamenta la actitud de los aprovechados que la quieren hacer pasar por suya, los que cortan la firma o intentan sacar un beneficio publicitando un negocio con ella... sobre esa gente sobran los comentarios

Otra cosa es que “el beneficio económico” que haya podido sacar a tal éxito es “exactamente cero”. Reconoce Dani que “tampoco es algo que me quite el sueño porque en el momento que la hice no pensaba venderla”. Y es que le “alegra que a la gente le guste y no me importa demasiado que la comparta”, incluso “aunque no cite al autor”. Eso sí, lo que le cuesta más 'tragar' es a “los aprovechados que la quieren hacerla pasar por suya, los que cortan la firma o los que intentan sacar un beneficio publicitando un negocio con ella y similares, en fin, sobre esta gente creo que sobran los comentarios”.

“Nunca he visto la gracia a compartir mi vida con el mundo”

Y curiosamente, Dani lanza un alegato de bicho raro, de alguien que cree que se puede vivir mejor sin una sola red social abierta, lo que ha demostrado que no es óbice para triunfar en ellas. “Si a alguien le interesa seguir mi trabajo, siento defraudarle, pero no creo que abra ningún perfil en redes sociales para publicar mis fotos, así que seguramente todo seguirá como hasta ahora. No sé, nunca le he visto la gracia a compartir mi vida con el resto del mundo”, afirma.

Tiene claro que seguirá manteniendo la fotografía como una afición, acaso la mejor, porque aunque “nunca he vendido una foto, aun así es algo que me apasiona y que me da mucha satisfacción personal”. Y este alocado ejemplo, aunque con detalles no del todo agradables, le deja en general “una sensación más positiva que negativa, porque me ha divertido bastante la fama por un día desde el anonimato y ha dado para unas cuantas bromas”.

Admito que mi ego de fotógrafo ha crecido bastante, no todos los días se hace una foto famosa, pero que se haya famosa sin mover un dedo debe tener algún mérito

Aunque claro, también con sinceridad y mucha lógica admite que “mi 'ego de fotógrafo' ha crecido bastante, no todos los días se hace una foto famosa, pero que se haga famosa sin mover un dedo debe tener algún mérito”, comenta claramente satisfecho.

Antes de terminar de contar la historia de -puede que- la foto más aplaudida y compartida de León, desvela Dani otra curiosidad llamativa. Porque “la foto original es apaisada, horizontal, y se ven muchos más tejados por la izquierda y la derecha”, al contrario que la famosa, que es cuadrada. “La poca gente que ha visto la versión apaisada insiste en que les gusta más, pero yo me sigo quedando con la versión cuadrada”, asegura.

Nadie más pudo hacer aquella fotografía

Pro lo que sí tiene claro es que “estoy absolutamente seguro de que soy el único que hizo esa foto ese día”. Es difícil no estar tan seguro cuando “allí no había nadie más”. O cuando recuerda que “tuve que apartar un palmo de nieve virgen en el sitio donde la hice”.

Y, ¿qué va a pasar ahora? Porque visto el éxito, “mucha gente me ha animado a que intente venderla de alguna manera, que haga calendarios, pósters, camisetas..., lo que sea”. Pues de momento Dani no ha decidido nada en firme: “Todavía no sé si intentaré hacer algo o no, puede que sólo la imprima en un grande en mi salón para que la vean familia y amigos, como era la idea desde el principio. ¡Y seguro que de ahí no se escapa!, jaja”.

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