Una película leonesa participará en el festival de Sitges
'KillRats', un cortometraje de la productora leonesa Bambara Zinema dirigido por el madrileño Isaac Berrokal, participará el próximo 13 de octubre en el festival de cine de Sitges, uno de los grandes referentes europeos del cine fantástico y de terror, dentro de la sección Brigadoom, dedicada a un tipo de cine fantástico de carácter más alternativo y radical y menos convencional y cuyo premio, el Brigadoom Paul Naschy, distingue al mejor cortometraje amateur de género fantástico. “Después de haber experimentado la maravillosa sensación de haber competido en San Sebastián con 'Stuffed Guts', debo anunciar mi jubilo, mi entusiasmo, por nuestra selección en Sitges. De pronto la espinita clavada ha salido despedida y he cogido aire llenando mis pulmones de energía y mi corazón de fuerza para el próximo reto. Quiero dar las gracias a todo el equipo, pues sin él nada hubiera sido posible. Desde el primero hasta el último, todos”, ha dicho Berrokal.
Rodada en la localidad leonesa de San Román de la Vega y estrenada el pasado mes de junio en El Albéitar, KillRats supuso, tras 'La casa Brown' (2009) y 'La dantesca escena' (2011), una nueva colaboración entre Bambara Zinema y Berrokal. Financiada a través del sistema crowdfunding (de carácter colectivo), ha sido seleccionada para numerosos certámenes españoles e internacionales y recientemente se adjudicaba uno de los premios del público del último festival de cortometrajes de Astorga. Berrokal, que atesora varios premios a lo largo de una trayectoria que le ha conducido a participar en festivales como San Sebastián, Filmets o el de cine de terror de Rumania y a coordinar otros como Cortomenar o Monkey Horrosfest, combinó en 'KillRats' géneros como el terror y el western y le dio una vuelta de tuerca más acudiendo al subgénero zombie y abrazando influencias estéticas propias del RedNeck americano.
La película, que disfrutó de una producción muy cuidada y rigurosa y meticulosa con los detalles, centra su argumento en la realidad de una madre y una hija que viven aisladas en una cabaña en la montaña. Cuando la primera acabe con la segunda no sabrá a qué se acabará exponiendo... . La interpretación corrió a cargo de Carina Björne, Erika Sanz y Sofía Martínez y los muertos vivientes fueron encarnados por algunos de los actores del grupo universitario de teatro El Mayal, al cual también pertenece Isabel Medarde, productora del film. El maquillaje resultó una parcela esencial para la puesta en escena de una película que movilizó a numerosas personas en su desarrollo y caracterización.
