Los jóvenes de Santa Marina de Valdeón, Soto y La Vega van al instituto 'con un puñado de sal en la mochila'

Entrada a Santa Marina de Valdeón. // León Ruge

Cada mañana, al preparar la mochila para ir al instituto de Riaño, los alumnos desde Santa Marina de Valdeón, Soto y La Vega meten los libros de las clases del día, el almuerzo y “una bolsa de sal”. “Puestos a desarrollar la imaginación y el emprendimiento en el sistema educativo, la aportación de sal cooperativa entre todos ellos va a acabar siendo la solución que les queda para poder pasar sin miedo el puerto de Panderrueda”, denuncia León Ruge.

El Movimiento de la España Vaciada, que prepara su asalto a la política, critica que en época invernal, a las 9 de la mañana en una zona de casi 1.500 metros de altitud, “no es nada tranquilizador atravesar zonas heladas que parecen haber quedado olvidadas o relegadas a un segundo plano dentro de los planes invernales de las administraciones competentes”.

En ese sentido, subrayan a través de un comunicado que, “no se trata de que Diputación de León diga que hace lo que puede, que desde la Consejería de Educación de la Junta se garantice la seguridad de los alumnos, que desde el Ayuntamiento afirmen que no son los competentes... se trata de sentarse todas las partes y darles una solución a estas familias para que no sea la bolsita de sal en las mochilas su única esperanza”.

Las familias de los alumnos decidieron este jueves 2 de diciembre que sus hijos no hicieran la ruta del transporte escolar “por falta de limpieza y seguridad en el puerto de Panderrueda. Por tanto, no han podido acudir a clase”. Mientras León Ruge lanza una reflexión: “¿Tienen las mismas oportunidades los escolares del medio rural?”

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