Unicaja cerrará en pocas semanas seis oficinas más en la provincia, tres en León capital

La 'sangría' de cierres de sucursales bancarias que ha decidido la entidad financiera Unicaja, antigua Caja León y Caja España, parece no terminar nunca. No hace un mes que se han clausurado las últimas siete sucursales en otros tantos puntos rurales de la provincia leonesa, y están a punto de tomarse idénticas y traumáticas medidas en previsiblemente otras seis oficinas de la entidad.
Las decisiones se enmarcan en una nueva acometida de clausuras tras el pacto del ERE en la compañía bancaria tras la absorción de la asturiana Liberbank, que a nivel nacional completa la suma para el cierre de un total de 204 sucursales enmarcadas en el plan de reestructuración dentro de sus fases dos y tres, las cuales suman 36 nuevos cierres en la Comunidad de Castilla y León y de los cuales al menos seis serán en la provincia.
En concreto, según ha podido saber este medio, de manera inminente este mes de abril cerrarán totalmente sus puertas al menos tres sucursales situadas en la capital leonesa: una de las situadas en la céntrica avenida Ordoño II, otra en el barrio de La Chantría y la situada en la avenida San Ignacio de Loyola, entre El Crucero y San Juan de Dios. Una cuarta, en la avenida de Nocedo del barrio de San Mamés, se barajó en un listado de hace semanas pero 'sobrevivirá'.
Posteriormente, a punto de comenzar el verano se habrán cerrado también al menos otras tres históricas sucursales de 'la Caja' en puntos muy relevantes ya no de pequeñas localidades sino de aún dinámicas cabeceras de comarca de la provincia leonesa. Son los casos de Benavides de Órbigo y Carrizo de la Ribera, ambas en la comarca del Órbigo; así como la oficina de Puente Villarente.
Como en el caso de Nocedo en la capital, la de Santa María del Páramo, uno de los puntos de la provincia con mayor renta per cápita, se incluyó en primera instancia pero ahora se ha decidido que permanezca.
A partir de ese momento, ya durante el próximo verano, los clientes de Carrizo quedarán adscritos a La Virgen del Camino; los de Benavides de Órbigo a la oficina de Veguellina de Órbigo; y los de Puente Villarente están abocados a desplazarse hasta Mansilla de las Mulas. Eso sí, en todos estos casos la decisión es que aún permanezcan al menos los cajeros automáticos.
Se cerrará así de momento el año más aciago para los clientes de la entidad, que ya este año acaban de sufrir el cierre de otras siete oficinas rurales: las de Ciñera, Riello, Sabero, Pobladura de Pelayo García, y San Miguel de las Dueñas, Cubillos del Sil y Palacios del Sil, estas tres en la comarca del Bierzo.
Así mismo, también se decidió la supresión total de la unidad móvil que hasta ahora empleaba la entidad bancaria para prestar prestaba servicio rotatorio a unos 32 pueblos que ya habían ido perdiendo también oficinas y cajeros.
Con estos nuevos recortes, Unicaja sigue siendo aún así la entidad con más presencia física en la provincia leonesa. Cuando se hayan culminado el cierres de aquí al verano, permanecerán abiertas 37 sucursales de la compañía, así como otras 27 agencias, es decir, antiguas sucursales pero ahora atendidas por agentes que son autónomos. Además, permanecerán 107 cajeros automáticos.
Dentro de una dinámica generalizada
Fuentes de la entidad financiera remarcan que estas decisiones se enmarcan dentro de un proceso de reordenación tras la absorción de Liberbank y en todo caso se trata de un proceso que vive como una dinámica generalizada el conjunto del sector financiero.
Ante las decisiones de cierre de oficinas propias, la compañía prevé compensar la situación con la potenciación de la red de agentes autónomos, solución que estudia para reconvertir algunas oficinas sucursales clausuradas. También mantiene la colaboración con las administraciones y los agentes sociales e incluso pretende impulsar algunas soluciones de gestión remota, a través de videollamada, entre otras.