Descubren en León fotografías inéditas de los aviones soviéticos de Franco

Archivo de la Banca Fernández-Llamazares

ileon.com

“¿Qué hacen estos aviones soviéticos que envió Stalin a España en la Segunda Guerra Mundial con la cruz de San Andrés y las insignias franquistas en Albacete en 1942?”. Esta es la pregunta que se hizo Javier González Fernández-Llamazares, que conserva el archivo de la Banca Fernández-Llamazares (una familia burguesa de León), cuando consiguió un álbum de fotos de uno de los hijos de la también familia Pallarés (de la misma extracción social radicada en la capital de la provincia), propietaria del establecimiento comercial más importante de la ciudad durante el siglo XX y cuyo edificio es hoy sede del Museo de León.

Sin saberlo, González Fernández-Llamazares, había encontrado una de las escasísimas series de fotos de un bombardero Polikarpov SB-5 'Katiuska' y de varios Polikarpov I-15 'Chato' adscritos al Ejército del Aire que fundó Franco en 1939 tras la Guerra Civil Española y “vestidos” como 'Nacionales' . Se encontró por sorpresa con uno de los episodios más desconocidos por el olvido que crea en la memoria de los españoles el traumático conflicto: que el arma aérea española se refundó no sólo con los aviones alemanes de la Legión Cóndor, sino también con los cientos de aparatos capturados a la República (franceses, norteamericanos y, sobre todo, “los aviones de Stalin”). Con esto se produjo una curiosa paradoja, puesto que los aviones que envió el dictador soviético a luchar contra los fascistas protegieron los cielos de España durante la Segunda Guerra Mundial.

En una reunión con el divulgador histórico y comunicador científico Jesús María López de Uribe, uno de los organizadores del evento 'Tardes con Historia' y divulgador de Historia Militar en el blog www.manu-militari.es, la cuestión quedó aclarada. Ya en la edición inicial de abril de 2012 de este evento gratuito de divulgación histórica, dedicada a la Guerra Civil Española, Javier González mostró por primera vez los documentos en los que la burguesía leonesa solicitaba la absolución de los luego 'paseados' -junto a otros 13 personajes famosos de la política leonesa-, el alcalde Miguel Castaño y el presidente de Diputación más joven de España con poco más de treinta años, Ramiro Armesto. Además de una carta del Gobierno Militar Sublevado con las desorbitadas multas que recibieron los Fernández-Llamazares, multitud de 'prohombres' de la ciudad e incluso el obispo de León de la época. De esa exposición surgió el libro editado recientemente. Por esto, el conservador del Archivo de la Banca Fernández-Llamazares, cuando detectó la rareza de las fotografías tomadas por el joven “aventurero” leonés de la familia Pallarés quiso consultarlo con López de Uribe, que observó la importancia de las mismas para la Historia de la aviación militar española.

Aviones soviéticos en el Ejército del Aire franquista hasta 1955

Terminada la guerra -en la que el joven Pallarés participó en acciones tan importantes como el embarrancamiento del destructor de la República 'José Luis Díez' en una playa británica de Gibraltar el 30 de diciembre de 1938-, como aventurero que era y se sentía, se negó a volver a León para llevar los asuntos comerciales de la familia y se alistó en la Academia Pre-Militar de Aviación de San Javier en Murcia, para luego asignado como alférez piloto de aviación en la base de Hidroaviones de Pollensa (Mallorca) en el Grupo 52 de Hidros.

Las fotografías, posíblemente (aún queda investigación histórica por hacer sobre ellas para confirmarlo con exactitud) fueron tomadas en 1942 por él en el aeródromo de Los Llanos en Albacete, donde tenían su base los Grupos 16 y 17 de la Escuadra de bombarderos 'Katiuskas' y en el aeródromo de Villanubla (Valladolid), donde estaba situado el 33.º Regimiento de Asalto (en el que se albergaron 44 'Chatos' operativos al final de la guerra y 63 en varios estados de fabricación para conservar sus piezas para repuestos). En ellas se puede ver la Cruz de San Andrés negra sobre blanco en el distintivo de cola y, en alguna del Polikarpov I-15 'Chato' (el biplano), la escarapela negra tapando los distintivos de la aviación de la República.

Varios de estos aviones de Stalin (enviados desde septiembre de 1936 en apoyo a la Segunda República Española en su lucha antifascista) estuvieron operativos en el arma aérea franquista hasta 1955, pero la mayoría se fueron dando de baja al quedarse obsoletos durante la Segunda Guerra Mundial y tener problemas de falta de piezas de repuesto. Las fotografías del joven Pallarés muestran una visión muy peculiar del Ejército del Aire de Franco, que capturó los aparatos soviéticos tras abril de 1939 y no los desperdició para patrullar los cielos españoles por muy paradójica que resulta la situación a día de hoy: aviones de Stalin protegiendo la España Fascista cuando el dictador soviético luchaba a muerte contra Hitler y contra la División y la Escuadrilla Azul en los vastos territorios de Rusia.

Un libro que cambia la Historia de la Guerra Civil Española

Este hijo de José Pallarés Berjón, uno de los más importantes industriales de la ciudad en los comienzos del Siglo XX -que poseía unos grandes almacenes llamados “Comercial Industrial Pallarés” en la plaza más céntrica de León, Santo Domingo,- fue marino en la Armada Nacional y piloto de Hidroaviones tras la guerra. Tras pasar su padre unos meses al comienzo de la Guerra Civil Española preso en el Campo de Concentración de San Marcos de León (como sus cuatro tíos, llegando a estar uno de ellos varios años en él) porque los militares sublevados chantajeaban a su abuelo con su puesta en libertad para conseguir financiación para su levantamiento, el joven aventurero se alistó en la marina de guerra nacional cuando cumplió 18 años.

Esto último, los chantajes a la Burguesía por parte de los militares sublevados, se desvela en el recién publicado libro de González Fernández-Llamazares 'Crónicas de la Burguesía leonesa; sobre un episodio de la Guerra Civil en León'. Según su autor: “En él se descubren las desorbitadas multas, los chantajes, las expropiaciones injustas y los actos de apoyo 'forzados' que sufrieron los industriales de la época por parte de los militares sublevados”. Basado en el archivo de la Banca Fernández-Llamazares (con certificación clara de los dineros “donados” al Ejército Nacional ya que se cuenta con extractos bancarios) y cartas y documentos oficiales de todo tipo, esta obra explica una parte del terrible conflicto del 36 que hasta ahora nunca se había conocido: el 'sufrimiento' de los burgueses españoles por parte de los mandos del Ejército de Franco.

El protagonista del descubrimiento de las fotografías de los aviones soviéticos de Franco -formado como piloto en la Academia Pre-Militar de San Javier en Murcia, consiguiendo sus alas en 1941-, no aparece más que de refilón en el libro, puesto que su álbum se descubrió después de su edición. Sin embargo, como colofón a una vida aventurera se conoce que murió en un accidente de aviación cuando aterrizaba en El Palmar, Murcia, en 1947 con 26 años. La noticia del suceso explica: “Cuando regresaba de los Alcázares en un aparato el alférez piloto Pallarés sufrió un deslizamiento de una de las alas cuando se encontraba ya a la altura del aeródromo del Palmar, estrellándose el aparato. Rápidamente acudió un coche ambulancia, recogiendo al piloto, que ya era cadáver”. El accidente completa una historia prototípica de un aventurero burgués español de primeros del siglo XX en España. Que entre otras cosas fue telemetrista como marino de guerra y piloto de aviación en Hidroaviones, viviendo en primera persona lo más avanzado de la tecnología de su época.

Las fotografías publicadas en este artículo corresponden al Archivo de la Banca Fernández-Llamazares.

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