Repsol se hace eléctrica en León al comprar el salto de Riaño y el del Cares

Miriam Chacón/Ical. Presa del pantano de Riaño.

ILEÓN

La presa de Riaño cambia de manos por segunda vez en apenas cuatro años, cuando la eléctrica Viesgo cayó en manos de los fondos internacionales el australiano Macquaire y el kuwaití Wren House Infrastructure que la compraron a su vez a la eléctrica germana E.On, que abonaba sus actividades en España.

Repsol anunció este miércoles un acuerdo con los fondos para comprar parte de Viesgo por 750 millones de euros. En concreto se hacía con los activos hidráulicos y de ciclo combinado de generación y el negocio minorista de gas y electricidad.

Entre los activos que pasan a manos de la empresa pública privatizada se encuentra la presa de La Remolina, el salto eléctrico del pantano de Riaño que entró en funcionamiento en 1991. El salto de La Remolina está incluido en la Agrupación Picos, cinco centrales hidroeléctricas en Asturias, León y Cantabria con una potencia instalada de 114 MW. La presa, como todas las construídas con fondos públicos, pertenece al Estado a través de la Confederación Hidrográfica del Duero, aunque el aprovechamiento eléctrico es una concesión a manos de Viesgo, que fue vendida por Endesa en el año 2008 a la alemana E.On al ser comprada por la italiana Enel.

En el año 2014 E.On puso fin a su actividad en España vendiendo Viesgo por 2.500 millones de euros a los fondos internacionales ya citados.

La Agrupación Picos comprende además la central de Camarmeña, ubicada en el río Cares que separa Asturias y León, y por la que se construyó el recorrido turístico conocido como 'Ruta del Cares', construído entre 1916 y 1921.

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