Un paseo por el patrimonio histórico minero de León

M.C.

Nadie pone en duda el pasado minero de la provincia de León, y respondiendo a voz de pronto por el mineral más abundante, el protagonista sería, sin duda, el carbón. La orografía leonesa presenta una tierra rica en minas de carbón, una roca que desde hace siglos se ha trabajado como una de las principales fuentes de ingreso en toda la comarca, y que en la actualidad vive la crónica de una muerte lenta y anunciada. Pero la provincia de León tiene bastante variedad, en especial por minerales como la pizarra que permiten ser el segundo productor a nivel europeo. Existen, además, otros minerales como calizas, areniscas y el talco, que ahora mismo no está en actividad pero que sí tuvo bastante importancia, y otras sustancias como carbonato cálcico o arenas silicias para la fabricación de vidrio.

Ante esta situación, desde UGT Castilla y León, han desarrollado un proyecto que busca dar alternativas a la cuenca minera y a su población para que puedan generar recursos económicos con visitas a diferentes puntos de interés. La idea se plasma en un mapa web de los bienes industriales mineros (BIM) que se distribuyen por la diferentes provincias de la Comunidad, cifrados en 240 situados fundamentalmente en León y Palencia, junto a Segovia y Burgos.

La web del sindicato incluye también un listado detallado en el que se catalogan todos los bienes industriales mineros de Castilla y León clasificados por comarcas, municipios, tipo de recursos y estado actual de la explotación. El mapa está accesible desde los dispositivos móviles e incluye un filtro para acotar la búsqueda de los bienes por categorías y provincias.

Este mapa se constituye como un inventario de las explotaciones, tanto activas como inactivas, de rocas y minerales industriales de León, todos ellos determinados con su simbología, para así diferenciar los tipos de explotaciones existentes, el estado de la actividad y las sustancias y usos que tienen cada una de ellas.

El Pozo Ibarra y la Ferrería de San Blas, minas leonesas BIC

El Pozo Ibarra y la Ferrería de San Blas presumen de ser minas declaradas Bien de Interés Cultural.

Las explotaciones conocidas también como Grupo Ciñera fueron inauguradas en noviembre de 1930 y permanecieron activas hasta el 20 de diciembre de 1996 cuando, según recoge el libro de actas que alberga el archivo de la Fundación Hullera Vasco-Leonesa “sobre las 10 horas se echó la planchada de hormigón F-175, 12 metros cúbicos, en el brocal del Pozo Ibarra”. Se intentó dejar constancia del hecho sobre el hormigón, al no ser posible, se puso una chapa anclada en el mismo en la que dice: '¡Gracias por tu fruto! Recordando los que se quedaron para siempre contigo'.

Era el testimonio de la clausura de un centro de producción emblemático de la Sociedad Anónima Hullera Vasco Leonesa, al que se bautizó con el nombre de Francisco de Ibarra, nombrado presidente de la compañía sucediendo a Pedro Mac-Mahón. Del conjunto, destaca por su singularidad y representatividad el castillete y ascensor de bajada a la mina, formado por una estructura de hierro que se enmarca en el estilo de las metálicas roblonadas de finales del siglo XIX. Tiene 31,5 metros de altura y 60 toneladas de peso y su construcción supuso la transformación de la minería de montaña en una minería de pozos verticales.

La Ferrería de San Blas fue un establecimiento siderúrgico ubicado en Sabero y construido en el año 1847 por la Sociedad Palentino-Leonesa de Minas. Sus instalaciones están en la actualidad ocupadas por el Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León.

Este Bien de Interés Cultural declarado con categoría de monumento 'Plaza Cerrada y restos del Alto Horno' (Ferrería de San Blas) constituyeron los primeros altos hornos de cok de España (anteriores a los Trubia y Mieres), que estuvieron activos entre 1847 y 1862, año en que tuvo que cerrar debido a la reforma arancelaria.1 Sus mercados estaban en León, Palencia, Valladolid y Madrid, hasta donde llegaban sus hierros por las estaciones de Sahagún y Mansilla de las Mulas. En 1880, las minas que fueron de la Palentina-Leonesa pasaron a manos de capital vasco, dando lugar a la constitución en 1892 de Hulleras de Sabero, S.A. que, a favor de la construcción del Ferrocarril de La Robla a Balmaseda (1894) pudo reanudar la la explotación, con destino al mercado siderúrgico de Bilbao.

Mucho más que carbón: Wolframio y talco

De las 132 explotaciones mineras registradas en el mapa creado por UGT, la inmensa mayoría están o han estado dedicadas a la extracción del carbón como recurso energético. Entre ellas destacan Carbones Arlanza, en el municipio de Bembibre, abandonada y en desuso en la actualidad y la Fábrica de Ovoides, también en Bembibre y también fuera de actividad. En Villablino es necesario subrayar la existencia de la mina de carbón La Profunda, en concreto en el municipio de Cármenes, y en Congosto, en El Bierzo, el Coto Wagner estación de carga, ambas abandonadas.

El pozo Julia tiene un importante peso en el recuerdo de la minería leonesa, y hoy en día, aunque no mantiene la actividad se puede visitar y constituye un espacio que honra con actividades y exposiciones el pasado minero de Fabero. Algo similar ocurre con el reconvertido Pozo Viejo, Lavadero de carbón de Antracitas de Fabero S.A, situado en la misma localidad. También en El Bierzo, sin abandonar Fabero, están abandonadas las Instalaciones de Valdeguiza Viejo (AFSA).

Más opciones de extracción de carbón: en el abandonado poblado minero de El Escobio en Páramo del Sil, en Villablino; y en los Pozos Herrera I y Herrera II de Sabero, en Cistierna y la fábrica de Cok de Vegamediana, en la misma ubicación.

En cuanto a minas de carbón que en la actualidad albergan otra actividad, encontramos la del Grupo Lumajo, en Villablino, que ahora explota una actividad cervecera.

Centrando ahora el mapa por las excepciones de otras minas de rico paisaje en León, que no sea el del mineral del carbón, la minas de talco El Puente, también conocidas como Mina San Andrés, en Puebla de Lillo, son una buena opción para visitar. Este mismo material se extraía en la Mina La Respina, en Boñar, espacio que en la actualidad está destinado a otros usos.

En El Bierzo, es muy rico el paisaje que proporcionaba Wolframio. Ejemplos de este pasado son la mina de la Peña del Seo, el poblado minero de La Piela y el conjunto de la minería de la Peña, todos ellos en desuso en la actualidad y ubicados en Corullón.

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