La Junta duda sobre incentivar a los médicos rurales como hacen ya otras siete autonomías

Leticia Pérez / ICAL Un médico de Familia llega a un consultorio local en un pueblo.

S. Calleja/ Ical

Aragón, Galicia, Extremadura, Castilla-La Mancha, Euskadi, Madrid y Cataluña. Todas en mayor o menor medida, cada una de una manera y con una cuantía, pero todas premian a sus médicos rurales por trabajar en zonas de especial aislamiento, especial dificultad, de alta montaña o de difícil cobertura. Se trata de unas primas que reconocen el esfuerzo adicional, tanto económico, como laboral y personal que tiene que realizar un médico que trabaja en estos territorios y que, no sin problemas, intentan garantizar la cobertura asistencial de los pueblos. Mientras, en Castilla y León, Sacyl duda de este tipo de incentivos a la hora de negociar su decreto para la provisión de puestos de difícil cobertura.

Cierto es que no es la pócima mágica para solucionar el problema de déficit de profesionales -más acuciante en el ámbito de la Atención Primaria-, pero contribuye a que los médicos se queden en los pueblos y no opten por plazas en otros destinos. También, para que apuesten por un territorio, cuando las diferencias salariales entre médicos de Familia pueden oscilar hasta en 2.000 euros, según estudios comparativos de la Organización Médica Colegial (OMC).

La última propuesta elaborada por la Gerencia Regional de Salud para incentivar los puestos de difícil cobertura obvia estas retribuciones, cuando autonomías que ya han dado el paso para solucionar este “problema urgente”, como Aragón, han pactado conceptos retributivos vinculados a los puestos de difícil cobertura. Es más, el acuerdo aragonés también fija un complemento para cuando otros profesionales asuman la carga de trabajo derivada de la falta de cobertura de un puesto, o en el caso de que personal del hospital de referencia tenga que desplazarse al periférico.

“Sabemos que estas retribuciones por sí solas no son determinantes, pero sí sirven para compensar las condiciones de estos puestos, porque cuando un médico se queda incomunicado por la nieve en un pueblo de la montaña leonesa, tiene que dormir, comer, cenar.. eso nadie se lo paga; es fuera de guardia. Estar en un pueblo tiene otros costes, que nadie reconoce y que hay que primar si se quiere que nuestros médicos vayan allí”. Lo explica a Ical la secretaria general de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO en Castilla y León, Ana Rosa Arribas Muñoz, quien lamenta la calma con la que Sacyl se está tomando este asunto, que ya ha estallado en Puebla de Sanabria (Zamora), en Aranda de Duero, pero también en Briviesca, Astorga y Burgos estos días por la falta de pediatras de Atención Primaria.

La propuesta de CCOO, que lleva más de un año sobre la mesa de Sacyl, fija establecer un complemento especial, que tenga en cuenta los gastos por desplazamiento y de alojamiento para un trabajador que tenga que realizar su actividad en centros sanitarios alejados de las capitales de provincia o de grandes núcleos de población, y en el caso concreto de Atención Primaria que se cree un 'concepto G5' para los que se encuentren en estos destinos. En estos momentos, la nómina de los profesionales de Atención Primaria incluye hasta cuatro primas en función del índice de dispersión geográfica de la zonas básicas de salud.

Emergencias y especializada

La propuesta de CCOO pide también que la regulación de puestos de difícil cobertura se extienda a atención especializada, porque en este nivel también hay problemas de provisión; se tenga en cuenta al persona de emergencias y se clasifique la ubicación de las unidades medicalizadas. “Sus condiciones son distintas, pero también trabajan en estas zonas”, precisa. Además, para clasificar un puesto como de difícil cobertura o provisión, más allá del grado de dispersión geográfica, la distancia y el tiempo semanal empleado para desplazamiento, CCOO pide que se mida lo que se tarda en llegar del centro de salud al hospital o complejo asistencial de referencia; y pondere no sólo los accesos adversos, sino también el tipo de carretera y climatología. Aprecia que la declaración del puesto sea por un mínimo de cuatro años, para garantizar la estabilidad y que esta declaración se revise como máximo también cada cuatro años.

Incentivos

Las medidas incentivadoras que estudia Sacyl se centran en reducir la jornada laboral y flexibilizar el horario; valorar como mérito en los concursos de traslados la labor en estos puestos; garantizar la disponibilidad en las bolsas de empleo temporal; que esta dedicación pese como méritos en las bolsas de empleo y en la carrera profesional; además de priorizar la formación para quienes ocupen estos puestos y para que puedan participar en proyectos de investigación o pilotaje de proyectos supongan mejorar sus condiciones.

Zonas básicas de salud

Por lo que respecta a las zonas con puestos de difícil cobertura, a la propuesta inicial de Sacyl de 24, CCOO añade otras 51, hasta un total de 75, por entender que no sólo faltan médicos en áreas alejadas y de montaña. Así, en el caso de Ávila, a las zonas básicas de salud de Gredos, Candeleda y Sotillo de La Adrada que sugiere Sacyl, la formación sindical añade Arenas de San Pedro, Barco de Ávila, Lanzahita, Mombeltran, Piedrahita y Arenas de San Pedro. En Burgos, a las de Espinosa de los Monteros, Sedano, Valle de Losam, Valle de Tobalina y Valle de Valdebezana, incorpora Medina de Pomar, Villarcayo y la UME Medina de Pomar.

Mientras, en León, Sacyl propone Babia, La Cabrera y Riaño, a las que CCCOO añade Astorga II, La Bañeza II, Boñar, Cistierna, La Magdalena, Matallana de Torío, Sahagún de Campos, Valderas, y la UME La Bañeza. Mientras en la zona de Ponferrada suma Puente Domingo Flórez, a Villablino y Villafranca del Bierzo.

En Palencia completa las de Aguilar de Campoo, Cervera y Guardo con Herrera de Pisuerga, Saldaña y la UME Cervera de Pisuerga, y en Salamanca las de Aldeadávila de la Ribera, Vitigudino y Fuentes de Oñoro con las zónas básicas de Ciudad Rodrigo, La Alberca, Cantalapiedra, Fuenteguinaldo, Linares de Riofrío, Lumbrales, Miranda del Castañar, Robleda y Ciudad Rodrigo. En el caso de Segovia incorpora las de La Sierra y Riaza, Cantalejo, Fuentesaúco de Fuentidueña, Sacramenia y Sepúlveda; y en el de las de Soria de Pinares-Covaleda y San Pedro Manrique, las de Ágreda, Arcos de Jalón y San Esteban de Gormaz.

En la provincia de Valladolid, donde Sacyl no contempla ninguna zona básica, CCOO propone las de Mayorga, Medina de Rioseco, Villafrechós, Villalón de Campos, Íscar y Peñafiel, y en Zamora, a la Alta Sanabria, añade Aliste, Carballeda, Sanabria, Tera, Vidriales y Puebla de Sanabria.

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