La Junta pide el cierre del camping de Sahagún por estar en zona inundable tras más de 30 años abierto

Camping de Sahagún

Sahagún Digital

65.001 euros de multa, cierre o responsabilidad penal sobre Alcaldía. El camping de Sahagún pende de un hilo. Más de tres décadas después de su apertura, la Junta de Castilla y León considera ahora que, en base a los informes de Confederación Hidrográfica del Duero, la zona de acampada ocupa terrenos inundables retirando al Ayuntamiento el permiso para proseguir con la actividad. Actualmente el camping estaría abierto de forma totalmente ilegal, según la Administración autonómica.

PSOE, UPL y CS, grupos de oposición en el Ayuntamiento de Sahagún, han mantenido este sábado una reunión y solicitarán la convocatoria de un Pleno extraordinario. El PP, por su parte, tampoco se mantiene de brazos cruzados: el lunes hay programada una reunión 'in extremis' con un técnico de la Junta en León, el martes con los portavoces municipales, el jueves reunión en Valladolid y 'cero intenciones' de irse con un “no” por respuesta: “vamos a exponer qué significa el camping para Sahagún y su comarca. Tenemos apoyos. Si con estos no vale utilizaremos la fuerza social. Estamos hablando de más de 200.000 euros de ingresos directos al año y el desalojo de 117 familias (caravanas) que, en algunos casos, llevan aquí veraneando más de 20 años”, informa la alcaldesa, Paula Conde.

Un poco de historia

A principios de la década de los ochenta, la corporación municipal, liderada por Domingo Rebollo, pone la primera piedra del Camping Municipal Pedro Ponce. El campamento iba a ocupar una finca próxima al río Cea, empleada hasta entonces como escombrera. A través de una subvención del Gobierno para la contratación de personal (INEM), el Ayuntamiento de Sahagún forma una cuadrilla de seis hombres que inician las obras. Artesanía y mucha ilusión caracterizaron la primera fase del proyecto, que ascendió a 15 millones de pesetas.

Al año siguiente, y casi con los mismos trabajadores, se da inicio a la segunda fase del camping que, de acuerdo a la legislación del momento, consiguió todos los permisos y abrió sus puertas a los primeros inquilinos algunos meses después, sobre el año 1986. En verano de 1987 se construyó la primera recepción y la licencia de camping se hace firme.

A principios de los 90, con Alberto Gordo al frente, se compra una finca rústica. La ampliación está en marcha y es, en ese lapso, cuando se levanta el nuevo edificio de recepción, vestuarios, pistas, parking... gracias a una subvención de la Junta de Castilla y León y siempre con su 'bendición'. Todo en regla. Es más, la instalación cumplía en ese momento todos los condicionantes para ser un campamento de primera categoría si bien se rebajó de forma voluntaria a segunda para no 'espantar' clientela.

Un campamento de segunda con instalaciones de primera

La ubicación del campamento, los servicios que ofrecía y el boca a boca hicieron el resto. En poco tiempo, el Camping Municipal Pedro Ponce se llenó de vida y la demanda de espacio crecía temporada a temporada.

Para entonces, la ribera del Cea se había convertido en un hervidero, un centro social y de ocio: sede de Cruz Roja, pabellón de los deportes, Jardines del Plantío, piscinas, camping... tanto es así que Confederación Hidrográfica del Duero incluye a Sahagún en un plan de mejora de riberas con el fin de borrar cualquier posibilidad de inundación sobre esa zona. En ese momento se encarga un proyecto al Ayuntamiento, que redacta con diligencia. No obstante, las obras que se realizan no se ajustaron a lo acordado. Donde ponía que el 'suelo' del río tenía que tener una sección de 60 metros se redujo hasta 30, consiguiendo que la obra no sirviese de nada: el entorno seguía siendo terreno inundable. Pero como el problema que ahora se manifiesta todavía no planeaba por Sahagún esta 'anécdota' se guardó en el cajón.

Otro empujón en forma de bungalow

El equipo del socialista José Manuel Lora (PSOE) impulsa una nueva ampliación; el proyecto consigue el visto bueno de Confederación Hidrográfica del Duero y con la de Emilio Redondo (PP) se acomete la urbanización del terreno y se instalan, hacia 2012, un lote de viviendas prefabricadas, bungalows.

Es, por esas fechas, cuando empieza el despropósito. Aunque hay varias versiones sobre qué 'despertó a la bestia', lo cierto es que la Junta exige entonces al Ayuntamiento un proyecto de impacto ambiental si quiere abrir al público la zona nueva. Trasladando la petición de un informe a Confederación Hidrográfica del Duero, llega el primer 'susto': el terreno es inundable y no hay licencia de Turismo ni para la zona nueva ni para la zona vieja.

El Ayuntamiento quema los tiempos con recursos y visitas institucionales. Poco después, el organismo de cuenca accede a realizar una importante obra en un segmento del río Cea, entre el Puente Canto y el puente de la variante, con el fin de embellecer la zona y, de paso, garantizar que ninguna riada en 500 años podría causar daños en la zona de acampada. La empresa Eulen se hizo cargo de la obra, que finalmente ni se ejecutó de acuerdo al proyecto ni cumplía su fin. Tanto es así que, en ese momento, el entonces alcalde, Emilio Redondo, denunció los hechos ante la Fiscalía. El presidente de la Confederación Hidrográfica del Duero era entonces José Valín (PP).

Tercera obra sobre el Cea

El PSOE gana las elecciones de 2015 y a primeros de julio, un mes después de la toma de posesión, llega una resolución de la Junta diciendo que retiran el número de registro y que, por lo tanto, no se puede realizar la actividad sobre el camping. “Hacemos un primer recurso para ganar tiempo y pasó el primer verano. Después fuimos al contencioso, que se resolvió el año pasado”, informa José Luis González (PSOE), concejal encargado del camping durante la pasada legislatura.

Confederación Hidrográfica del Duero vuelve a la historia. Durante el gobierno de Lisandro García, según se informó en su día, el organismo de cuenca animó al Consistorio a acometer una obra para modificar el cauce del río con el fin de borrar cualquier posibilidad de desbordamiento notable que, a su vez, pusiera en riesgo la zona de acampada. La obra se realizó invirtiéndose más de 120.000 euros de la Diputación si bien, a la hora de la verdad, el recrecido de la mota no se permitió. La sugerencia de confederación no fue por escrito y el dinero se tiró a la basura.

El tiempo corre y las administraciones se hacen inflexibles y sospechosamente ágiles y diligentes en pleno verano: llega la primera multa por apertura ilegal. El Ayuntamiento de Sahagún, en un intento de resolver el problema, con fecha 27 de mayo de 2019, envía una 'Declaración Responsable' de inicio de actividad del camping; con fecha 19 de junio se realiza una inspección por el servicio de Turismo de la Junta; el ocho de julio el Servicio de Cultura y Turismo dicta Resolución de inadmisión de la 'Declaración Responsable' del Ayuntamiento; con fecha ocho de agosto la alcaldesa de Sahagún, Paula Conde, interpone recurso de alzada contra la citada inadmisión; el nueve de agosto se gira nueva visita de inspección al camping; con fecha 21 de agosto se elabora un informe desfavorable, al día siguiente se elabora propuesta de resolución desestimatoria del recurso de la alcaldesa y sólo cuatro días después se abre expediente sancionador proponiendo una sanción de 65.001 euros.

“No sabemos si se trata de fuego amigo (debe recordarse que el problema se origina con gobiernos del PP), o si hay algún interés extraño (como se empieza a rumorear) por parte de algún personaje influyente del Partido Popular para que nuestro camping se cierre; porque lo que está ocurriendo con nuestro camping no es normal”, afirman desde UPL.

Y es que, según afirman los leonesistas, Castilla y León están plagados de zonas de acampada próximas a riberas de río: “habrá que hacer una descripción detallada de los mismos y una comparativa exhaustiva con nuestro camping a ver qué sale”, amenazan.

Junta y confederación. Confederación y Junta

Salvando que la Confederación Hidrográfica del Duero realizó esas dos obras de forma irregular, sin cumplir con los proyectos y sin constar los modificados que justificasen el cambio, -la ley obliga- en uno de los informes emitidos por el organismo de cuenca sí se afirma que la zona no tendría riesgo de inundación del 15 de mayo al uno de octubre. No obstante, la Junta de Castilla y León no está tampoco teniendo en cuenta este dato y descarta, por ahora, ofrecer al Ayuntamiento de Sahagún una licencia estacional para el campamento que regularice su situación. La pelota está en su tejado.

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