El colegio público de adultos de León homenajea el jueves a su exdirector Ángel Suárez
El Centro de Educación de Personas Adultas Faustina Álvarez García recordará este jueves a las 20 horas al que fuera su director durante dos periodos Ángel Antonio Suárez Suárez, que falleció el pasado 25 de agosto.
El homenaje se celebrará en el salón de actos de este centro escolar que está situado en la calle Fernández Cadórniga y va a dar a la plaza de Don Gutierre, y en él participarán, aparte de toda la comunidad educativa y la dirección del centro, antiguos compañeros y asistirán muchas conocidas personas de la ciudad que tenían en enorme estima a Ángel Suárez y que le consideraban, junto a su mujer María José García del Cano, uno de los grandes defensores de la Enseñanza Pública en la provincia.
Tan es así la consideración que se le tenía a este maestro, que en el homenaje —al que asistirán sus hijos Eduardo Suárez, premio periodístico Gabriel García Márquez y fundador de 'El Español', y María Suárez García, maestra al igual que sus padres—, participará e intervendrá el afamado poeta leonés Antonio Gamoneda.
El acto terminará con la actuación del grupo vocal Lauda.
Biografía del homenajeado
A continuación se puede leer la breve biografía de Ángel Suárez redactada por su hijo Eduardo Suárez, en la que se pueden, aparte de conocer su periplo vital, conocer varias de las razones del homenaje que se le presta, y la calidad humana que tantos le reconocían en vida en la ciudad de León y ahora en el recuerdo:
Ángel-Antonio Suárez Suárez nació en Quintanilla de Babia en 1949. Hijo de una familia con pocos recursos, con apenas siete años se enroló como seminarista primero en Santibáñez de Porma y luego en el seminario menor San Isidoro junto a la carretera de Asturias. Durante esos años su familia se mudó a La Vid de Gordón.
Unos años antes de ordenarse, dejó el Seminario Mayor para estudiar la carrera de Magisterio. Empezó a ejercer como maestro con apenas 19 años en el colegio del Patronato de la Hullera Vasco Leonesa de Ciñera. Sus alumnos eran hijos de mineros. Unos años después, siguió ejerciendo como maestro en el Colegio Público San Miguel Arcángel de Ciñera. Durante esos años ganó con sus alumnos por dos veces el Premio Ejército en 1976 y 1980. El galardón tuvo un enorme eco en toda la provincia y permitió a aquellos niños viajar a Madrid y conocer al vicepresidente y teniente general Manuel Gutiérrez Mellado.
En 1981 dejó la comarca de Gordón para sumarse como director al colegio de adultos de la Fundación Sierra Pambley, junto a la catedral. Allí ejerció como profesor y director ininterrumpidamente desde ese año hasta que en 1996 ese centro se fusionó con el colegio de adultos de La Serna para crear lo que hoy es el CEPA Faustina Álvarez García.
Ángel-Antonio Suárez dirigió primero un centro de educación de adultos y luego el otro durante un periodo de 26 años: entre 1981 y 2007. Él fue también el impulsor entusiasta del nombre del nuevo centro, que recuerda a la leonesa Faustina Ávarez García, maestra, inspectora de educación y madre del dramaturgo Alejandro Casona. La propuesta fue apoyada por el Ayuntamiento de León y por la Junta de Castilla y León en octubre de 2003. El nuevo nombre se celebró durante un acto de inauguración que se celebró en el día de la mujer el 8 de marzo de 2004. En el acto estuvieron presentes los alcaldes de León y Avilés, José Manuel Feito (sacerdote y biógrafo de Faustina) y Emilio Gutiérrez, por entonces director provincial de Educación.
Ángel se jubiló en 2009. Desde entonces se dedicó por entero a cuidar de su mujer, María José, maestra en el colegio público Quevedo, aquejada de la enfermedad de Alzheimer.
A Ángel le sobreviven María José, sus hijos María y Eduardo, sus hijos políticos Pablo y María, sus nietas Carlota y Paula, su hermana Mari Carmen y sus sobrinos Myriam, Alma y Ángel.
En esta entrevista que le hicieron sus alumnos al jubilarse (a partir de la página 33), se puede conocer algo más de la calidad humana de este gran maestro y defensor de la Enseñanza Pública y que este jueves 28 recibe este sentido y sonoro homenaje a su alabada labor educativa.
