Los talleres ferroviarios y la estación de Villablino 'resucitan' con la reforma de un tren clásico de Francia

Carga de vagones en la estación de Villablino del Ferrocarril de La Mure D'Isere. // Anay Marín

Luis Álvarez

La estación del FFCC de Villablino vivió el lunes 2 de noviembre una inusitada animación, pese a ser jornada festiva, por la carga de al menos dos locomotoras en camiones para reenviarlas a Francia, a la localidad de La Mure D´Isere en el distrito de Grenoble, para poner en marcha su pequeño tren turístico.

Las obras de reparación de los dos tranvías eléctricos se han llevado a cabo en los antiguos talleres de MSP de Villablino, cuya cesión de uso ha acordado el Consorcio Ponfeblino con la empresa ARMF (Asociación para la Reconstrucción de Material Ferroviario), a cambio de la reparación y mantenimiento del material rodante del proyectado tren turístico de la cuenca del Sil.

Las operaciones de carga del cuerpo de las máquinas y los trenes de rodaje por separado en las góndolas de los camiones de la Empresa de Transportes Especiales Cepelludo se prolongaron a lo largo de casi todo el día, lo que convocó en la estación a algunos curiosos, para contemplar los trabajos y recoger imágenes del acontecimiento.

Seis camiones góndola y dos furgonetas de la empresa de transporte, dos grandes grúas, los tranvías y la locomotora diésel 1004 del Ferrocarril Ponferrada Villablino haciendo los trabajos de arrastre y maniobras, además de un buen número de trabajadores para atender las labores necesarias, pusieron la animación en el lunes festivo.

Le Petit Tren D'Isere

Es un pequeño tranvía turístico de apenas 15 kilómetros de recorrido que funciona sobre un viejo trazado de un tren minero de 30 kilómetros entre las localidades La Mure D´Isere y Monteynard, que transportó carbón desde su construcción en 1888 hasta 1988, y electrificado desde 1903, un primer tramo y desde 1912 ya completo, convirtiéndose en el primer tren electrificado del mundo.

Cuando desapareció el transporte minero, convirtieron el trazado del chemin de fer francés en un tranvía turístico, que llegó a ser utilizado por 70.000 pasajeros al año antes de su paralización en octubre de 2010, por un derrabe de la montaña sobre las vías entre dos túneles del recorrido. Es conocido por un espectacular viaducto que ofrecía unas fotografías incomparables.

Tras una inversión de más de 26 millones de euros, la página web del tren galo especifica quienes han aportado el dinero para su reparación y reapertura inicialmente prevista para la primavera de 2021, pero que al parecer podría reiniciar su actividad en este mes. Fijándose como objetivo, poder llegar a alcanzar los 120.000 pasajeros anuales, después de esta paralización de diez años y renovación de la línea e instalaciones anejas.

El ferrocarril era de color verde en origen y le cambiaron el color a rojo al convertirlo en recorrido turístico, los vagones para los pasajeros son muy simples de bancos corridos y uno de ellos totalmente abierto. Información que se puede comprobar en la mencionada con anterioridad página web.

La Mur es una localidad de media montaña en las estribaciones de los Alpes franceses, similar a Villablino en tamaño, poco más de cinco mil habitantes, que puede ser un buen espejo en el que mirarnos y del que sacar conclusiones y quizá imitar formas de actuar para el proyectado Ponfeblino, que, gracias a la recuperación de los talleres ferroviarios para estos cometidos también ha revivido de cara al futuro.

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