La crisis del coronavirus deja la mayor caída de la serie histórica del PIB y hace entrar a España en recesión

León en estado de alarma./ Peio García / ICAL

ileon.com / ICAL

La crisis del coronavirus ha hecho entrar a España en recesión técnica por tercera vez en lo que va de siglo XXI. La economía española registró en el segundo trimestre del año una caída del PIB (Producto Interior Bruto) del 18,5%, la mayor de la serie histórica del INE (Instituto Nacional de Estadística), que comienza en el año 1970. El hundimiento de esta variable es todavía más notable en la tasa interanual, en la que se agrava hasta el 22,1%.

Sumar dos trimestres en negativo, el parámetro que supone la recesión técnica, retrotrae a España a episodios de la crisis financiera con dos precedentes: desde el cuarto trimestre de 2008 hasta el segundo trimestre de 2009 y desde el segundo trimestre de 2011 hasta el cuarto trimestre de 2013).

Precisamente la caída de un 2,6% del PIB del primer trimestre de 2009 era la mayor hasta la del primer trimestre de este 2020 (ya afectado en parte por la crisis del coronavirus, que se desató a mediados de marzo) con un 5,2%. No hay, en cualquier caso, atisbo de comparación con el retroceso del 18,5% registrado entre abril y junio, la peor desde que hay estadísticas.

Dentro de las previsiones

No obstante, el desplome no dista mucho de las previsiones realizadas por distintos organismos hasta la constatación de los datos este viernes vía INE. Por ejemplo, el Banco de España había presagiado para este segundo trimestre una contracción que oscilaría entre el 16 y el 20%.

El caso es que el desplome nacional llega en un momento especialmente delicado en la provincia de León, que acababa de recibir otro golpe con la última EPA (Encuesta de Población Activa), que constata un retroceso de su pulso económico. La población activa ha caído por debajo de las 200.000 personas, una situación que no se daba desde el cuarto trimestre de 2017.

Estadística explicó que la dificultad para medir el PIB en el contexto del coronavirus “hace prever que las futuras revisiones de los resultados hoy publicados puedan ser de una magnitud mayor que la habitual”.

La contribución de la demanda nacional al crecimiento interanual del PIB fue negativa, de 19,2 puntos, lo que supone 15,5 puntos menos que a la del primer trimestre.

Caída del consumo en los hogares de un 25,7%

El gasto en consumo final descendió un 18,1 por ciento en variación anual y el consumo final de los hogares lo hizo un 25,7 por ciento, con más intensidad que en el primer trimestre. Mientras, el gasto en consumo final de las administraciones públicas creció un 3,5 por ciento, una décima menos que la tasa del primer trimestre.

La formación bruta de capital registró un descenso del 25,8 por ciento, superior en 20,5 puntos al del trimestre anterior. La inversión en activos fijos materiales decreció un 30,8 por ciento.

Por su parte, la demanda externa presentó una aportación de -2,9 puntos, 2,5 puntos inferior a la del trimestre pasado. Las exportaciones de bienes y servicios retrocedieron un 38,6 por ciento en comparación con hace un año y las importaciones lo hicieron un 33,1 por ciento.

Por ramas de actividad, el valor añadido de la industria bajó un 23,8 por ciento respecto al segundo trimestre de 2020, el de la construcción cayó un 29,9 por ciento y los servicios lo hicieron un 22 por ciento.

La remuneración de los asalariados se desplomó un 13,1 por ciento en variación interanual, como consecuencia de la bajada del 16,4 por ciento en el número de asalariados y de la variación en la remuneración media por asalariado del 3,9 por ciento.

La cuantía devengada en impuestos sobre la producción y las importaciones netos de subvenciones descendió un 35,6 por ciento, frente al -1,4 por ciento del trimestre anterior.

El empleo registra un descenso del 21,4% en comparación con el primer trimestre del año

El empleo de la economía, en términos de horas efectivas trabajadas que refleja de manera más clara los efectos de la pandemia, registró una caída del -21,4 por ciento en comparación con el primer trimestre. En variación anual, las horas trabajadas descendieron con más fuerza, un 24,8 por ciento.

Las horas trabajadas en la industria descendieron un 20,9 por ciento en variación interanual, en la construcción lo hicieron un 32,2 por ciento y en los servicios disminuyeron un 25,5 por ciento.

Los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, definidos como el número de horas trabajadas entre la jornada media realizada en puestos de trabajo a tiempo completo, disminuyeron un 17,7 por ciento respecto al trimestre anterior. Esta variación es 15,8 puntos menos a la del primer trimestre y se explica por la variación en las horas trabajadas y la reducción de la jornada media en puestos de trabajo a tiempo completo.

Comparado con el segundo trimestre de 2019, el empleo cayó un 18,5 por ciento, lo que supone 3.394.000 empleos menos a tiempo completo.

El empleo en la industria descendió un 14,8 por ciento, en la construcción lo hizo un 20 por ciento y en los servicios disminuyó un 19,5 por ciento. El empleo en las ramas primarias presentó una variación del -7,5 por ciento, con un descenso de tres décimas respecto al trimestre anterior.

La productividad por puesto de trabajo equivalente a tiempo completo descendió un 4,4 por ciento en tasa interanual, mientras que la productividad por hora efectivamente trabajada creció un 3,6 por ciento. El coste laboral unitario (CLU) creció un 8,7 por ciento respecto al segundo trimestre de 2019.

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