Los sindicatos arremeten contra la propiedad de Ovejero por no garantizar los salarios atrasados con la nueva venta
El giro en las negociaciones para la venta de Laboratorios Ovejero, que ha desechado la opción del Grupo Labiana para optar por el Grupo Zendal, tiene una sombra que los sindicatos UGT y Comisiones Obreras no están dispuestos a pasar por alto. Tanto las organizaciones sindicales como el propio Comité de Empresa mantuvieron en las últimas horas un encuentro con representantes de la nueva entidad compradora, que dice garantizar la continuidad de la compañía y los empleos, pero no se responsabiliza de los salarios atrasados. Así las cosas, además de la manifestación convocada para este jueves a las 19.00 horas por las calles de la capital leonesa, la movilización se sustanciará en una huelga indefinida a partir del próximo lunes.
“Ellos no desean hablar de los salarios de la plantilla. Los trabajadores llevan diez meses sin cobrar. Y esto no es de recibo”, censura el secretario de CCOO Industria de León, Ángel Manuel Santos, que arremete contra el CEO de la empresa, Juan Pablo Ovejero. “No es de fiar. Solamente está primando su interés personal”, señala tras aludir a la ruptura de la solución que representaba la venta al Grupo Labiana, una salida pactada que contaba con el acuerdo de los acreedores y el respaldo de la Junta de Castilla y León.
“La situación es compleja, dramática y desesperada”, advierte Santos al apuntar que el último movimiento ha causado “incertidumbre e inseguridad” en la plantilla de trabajadores, que ven “en peligro la continuidad de la empresa y del empleo”. “Nosotros nos tememos que la avaricia acabe rompiendo el saco”, añade antes de hacer un llamamiento a la ciudadanía a participar en la manifestación que este jueves a las 19.00 horas partirá de la sede de los sindicatos para llegar a la plaza de Botines. Será la antesala de la huelga indefinida convocada por los trabajadores desde el próximo lunes.
En una perspectiva más amplia, Santos insiste en la importancia de la movilización social para contrarrestar “la decadencia y el desmantelamiento de la industria y el tejido productivo” en la provincia de León. “No se puede permitir ni un cierre más. Hay que defender a esta provincia frente a la despoblación”, añade para animar a la población a participar en la marcha.
