Piden que la zona de fusilamientos masivos de León se convierta en un “lugar de la memoria”

El paraje de, antiguo campo de tiro de Puente Castro donde murieron cientos de víctimas de la represión franquista en la capital leonesa.

El Foro por la Memoria de León pedirá, a través de los grupos municipales del Ayuntamiento de León, que el antiguo Campo de Tiro militar de Puente Castro se convierta en un “lugar de la memoria” contra el olvido de la dura represión sufrida por cientos de inocentes a manos del régimen golpista de Franco.

Este Foro defiende allí, en un lateral del actual parque de La Candamia, a orillas del río Torío, “un espacio de conmemoración pedagógico, social, político y cultural que recuerde la historia de violencia allí ocurrida durante la represión” y que permita “a las presentes y futuras generaciones rememorar y poner en valor la lucha de tantos defensores de la democracia republicana que fueron asesinados masivamente en el Campo de Tiro y que dieron su vida por la Democracia que ahora vivimos”.

En principio, solicitarán la instalación de un monolito conmemorativo que recuerde “a todas las personas que fueron asesinadas en dicho lugar y que diferentes expertos leoneses, tanto de la Universidad de León, como especialistas de historia contemporánea, han documentado”.

Recuerdan que en el Campo de Tiro de Puente Castro fueron 'paseados' sin ningún tipo de juicio previo, por grupos de civiles armados, consentidos y fomentados por las autoridades, y también ejecutados “quienes fueron condenados en juicios sumarísimos a través de una legislación, que era una aberración jurídica, dictada por la dictadura franquista”, ya que en muchos casos fueron condenados por traición, precisamente aquellos que defendieron la legalidad democrática frente a los golpistas.

“Eran una auténtica aberración jurídica, porque los acusados fueron quienes habían permanecido fieles a las leyes y los jueces eran los que habían roto con la legalidad. Además, se aplicaba legislación militar para condenar cuestiones políticas. Se condenaba por ”auxilio a la rebelión“no sólo a los que defendían la legalidad republicana, sino a los que sin enfrentarse a los sublevados simplemente no apoyaban su causa; es decir, se le daba la vuelta a la justicia con el objetivo de justificar la sublevación”, recuerdan. “Además, las leyes tenían efecto retroactivo y se podía condenar a una persona por haber pertenecido a un partido político o a un sindicato, o por haber desempeñado un cargo público durante la República”, como ocurrió en decenas y puede que cientos de casos.

Un ejemplo sintomático

Por citar sólo a algunas de las personas que figurarían en este monolito, está constatado que el fatídico 21 de noviembre de 1936 fueron fusilados en el Campo de Tiro de Puente Castro gran parte de las autoridades republicanas más importantes: el gobernador civil, Emilio Francés Ortiz de Elguea; el presidente de la Diputación, Ramiro Armesto Armesto (abogado y afiliado a Unión Republicana); el alcalde de León, el socialista Miguel Castaño Quiñones; el presidente del Frente Popular en León, Félix-Estanislao Sampedro Jiménez (profesor, vocal de Unión Republicana en el Frente Popular); el presidente del Partido Sindicalista y vocal de este partido en el Frente Popular, Lorenzo Martínez Vaca (tipógrafo); el líder del Sindicato Minero Castellano Leonés, Antonio Fernández Martínez; el vocal del Partido Comunista en el Frente Popular José María de Celis Gascón, el socialista y empleado del ayuntamiento de León Atanasio Carrillo Campomanes, Manuel Santamaría Andrés (vocal de Izquierda Republicana en el Frente Popular y Catedrático de Instituto), Lorenzo Martín Marasa (profesor, miembro de Unión Republicana), Isidoro Álvarez López (sargento de serenos), Modesto Sánchez Cadenas (pintor), Onofre-Gerardo García García (periodista e impresor), Orestes Vara Lafuente (oficial de correos, telegrafista) y Jesús González Rodríguez (practicante); Todos ellos como autores de un 'delito de traición'.

A su entender, en este monolito conmemorativo deberían figurar también militares y miembros de las fuerzas de orden público que permanecieron fieles a la República, que fueron ejecutados también en Puente Castro: los capitanes de infantería Juan Rodríguez Lozano y Timoteo Bernardo Alonso, el teniente de asalto Emilio Fernández Fernández o los guardias de asalto Manuel Álvarez Rodríguez, José Fernández Vega y Florencio Álvarez Burón.

Junto a ellos murieron el inspector de enseñanza y miembro del Frente Popular perteneciente a Unión Republicana Rafael Álvarez García, el Delegado del Trabajo Fernando Morán Fernández y Domingo Fernández Pereiro (afiliado a Izquierda Republicana) y Alfredo Barthe Balbuena, delegado del Gobierno en Campsa o Víctor García Herrero (ejecutado junto a Nicostrato Vela Esteban, padre del pintor Vela Zanetti, empleado municipal). “Como tantos otros, para que sus nombres no se borren ni olviden de la historia”, defienden.

El Foro por la Memoria de León pretende que este espacio rinda tributo a la memoria de aquellos que fueron represaliados por la defensa de la legalidad republicana y de una sociedad más justa y democrática, pero también que permita una mirada al futuro de la sociedad recordando la lucha y los valores por una República de justicia y dignidad para toda la humanidad por la que fueron asesinados por la dictadura franquista.

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