León aprueba el desarrollo de La Granja y su nuevo centro comercial, que León en Común denosta

Nuevo centro comercial León La Granja

El grupo municipal de León en Común (Izquierda Unida) lamenta que en la Comisión de Urbanismo de hoy se vaya a materializar definitivamente la aprobación del llamado Proyecto de Urbanización del Sector ULD 08-01 'La Serna-La Granja', el desarrollo que incluye el nuevo centro comercial que prevé albergar firmas como Decathlon o Leroy Melín, entre otros, así como la construcción de cientos de nuevas viviendas en los márgenes de la Ronda Este de León.

En la sesión se debatían y estudiaban las alegaciones al proyecto, incluidas las de León en Común, que con contrarias, pero es previsible su aprobación. La formación insiste en que su frontal oposición se basa en que “es otra más de las muchas motos que nos ha vendido el PP en la que llevamos de legislatura”, empezando por la “supuesta creación de empleo”.

“En nuestro municipio, con altas cifras de desempleo y sueldos especialmente bajos, lo único que se va a conseguir abriendo una nueva gran superficie es que la gente deje de comprar donde lo ha hecho hasta ahora para hacerlo en el centro comercial. No se va a generar consumo, se cambiará de sitio. Y el más perjudicado va a ser el pequeño comercio local, abocado al cierre por no poder competir con estas superficies”, lamentan en una nota de prensa.

Tampoco entiende este grupo cómo se quiere llevar adelante un proyecto de urbanización de este calibre, en el que se habla de la construcción de más de 1.000 viviendas, cuando “en León hay 7.000 viviendas vacías de nueva construcción así como varios sectores que se han urbanizado y que en la actualidad son solares abandonados llenos de matojos y de escombros”, como en la Universidad, Ventas Oeste, la Azucarera o La Lastra).

Respecto al nuevo centro comercial, que se denominará Reino de León y se prevé para principios del año que viene, 2020, León en Común recuerda que “cualquiera que pasee por los dos que ya tenemos verá que hay multitud de locales vacíos en ambos”, de modo que a ellos “la excusa de la llegada de grandes marcas no nos vale, podrían ubicarse perfectamente en las superficies actuales donde hay sitio de sobra para que se implanten”.

Y menos, añaden, con el ritmo de pérdida de población y la previsión aún peor en este sentido. Además, el proyecto “entra en colisión directa con la última Ley de Urbanismo de Castilla y León de 2014, que recomienda optar por la rehabilitación y la regeneración frente a la ocupación de nuevas áreas sin urbanizar, y en este sentido, este proyecto también es contrario a la Estrategia de Regeneración Urbana en Castilla y León”.

Reseñan, por último, que esta actuación “tampoco responde a un interés social sino a un fin meramente especulativo de una empresa privada” y va a ser “especialmente gravosa para las arcas municipales y contraria a los intereses públicos”. Recuerdan que el Ayuntamiento leonés se va a ver obligado a pagar 655.790,71 euros entre gastos de urbanización y de indemnizaciones, así como asumir la ampliación del perímetro urbano de la ciudad “supone unos costes para el Ayuntamiento en limpieza, iluminación, saneamiento, seguridad y recogida de residuos”, costes “inasumibles e innecesarios, dado que en estos momentos el Ayuntamiento tiene dificultades serias para atender las necesidades de los barrios construidos y habitados debido a la enorme deuda a la que tiene que hacer frente y al Plan de Ajuste al que está sometido”.

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