Los empleados en huelga culpan a Silván de enriquecer a Alsa y 'empobrecer' los autobuses de León

Mupi de publicidad sí hay, pero la parada del Hospital de León sigue sin marquesina para guarecerse y descansar.

El comité de huelga de la empresa concesionaria del servicio de autobuses urbanos de León capital, Alesa, han dado a conocer una serie de datos económicos respecto a las condiciones de dicha concesión, que aseguran haber obtenido del propio interventor del Ayuntamiento leonés, y que les permite concluir una dura crítica al alcalde del PP, Antonio Silván, al que acusan de permitir que se enriquezca la empresa Alsa que presta este servicio en detimento de la calidad del servicio que se presta a los ciudadanos y de las propias condiciones laborales de la plantilla.

En una nota de prensa, aseguran que “el Ayuntamiento ha favorecido y propiciado el mantenimiento de beneficios a la concesionaria”, beneficios que “superarían el millón de euros anuales, mantenidos durante 15 años, mientras declara, al menos ante la representación de los trabajadores, una cifra por debajo de 50.000 euros”.

A pesar de este millonario beneficio, la concesionaria ha estado “exigiendo los esfuerzos a los ciudadanos y a los trabajadores”, mientras el Ayuntamiento “permite que la empresa realice un servicio caro, deficiente, inadecuado y anclado en la herencia de la red de los años 80” y que, además, añaden, “incumple el plego de condiciones”.

Por todo ello, critican que al alcalde Silván “le interesa más Alsa que la propia Alcaldía y, por supuesto, más que la ciudad de León”.

Las cifras que basan estas críticas, según el comité de huelga ofrecidas por el interventor municipal, Gabriel Menéndez, parten de que “cuando se aplicaron los planes de austeridad a la empresa concesionaria (Alesa) debido a la crisis se redujo en dos millones de euros el coste del servicio”, aseguran en la nota de prensa: “un millón por repercutir el IVA desde la concesionaria al Consistorio, exento de pago; y otro millón por la ampliación de la vida útil de los autobuses”, algo que entienden que “se configuró velando por los intereses” empresariales y no públicos.

El problema a su juicio es que, en esta misma época, llegó un “posterior recorte de sueldos, servicios y personal” y que finalmente ha sido “en detrimen del servicio, los ciudadanos y trabajadores”. Motivo por el que mantienen la huelga de dos semanas, con paros intermitentes y que finalizará este viernes 24 de mayo.

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