Paradores desvela parte del aspecto interior del hostal de San Marcos tras la polémica reforma

Arriba el mural de Lucio Muñoz en el Salón de los Reyes Católicos, abajo como techo de la nueva cafetería.

ileon.com / ICAL

Comienza la cuenta atrás para el nuevo hostal Parador de San Marcos. Y la expectación, como las críticas iniciales, crece. De momento, se han dado a conocer algunos detalles nuevos sobre el aspecto que presentará el establecimiento hotelero que era cincos estrellas en la capital leonesa y que Paradores Nacionales espera poder abrir al turismo, si el coronavirus lo permite, a principios del próximo mes de diciembre, aunque aún no permite reservas.

De momento, de lo poco que ha trascendido es que la reforma integral del interior Hostal de San Marcos de León ha concluido y Paradores comenzará desde este lunes los trabajos finales de limpieza, decoración y dotación de materiales diversos que permitirán devolver al edificio a su uso hotelero. La plantilla íntegra, compuesta por 76 personas, regresará en esta fecha al edificio, aunque con muchos meses de retraso.

Lo primero que llamará la atención poderosamente es la que será nueva zona de cafetería de San Marcos. Ya no estará junto a la sala capitular y su artesonado, como se conoció hasta ahora. Ahora los viajeros, como explica la arquitecta Mina Bringas, se repartirán desde el antiguo patio que desapareció con la reforma de los años 60 y que ahora ha sido recuperado, a pesar de que admite que “no existe documentación”. Será éste la “zona central del edificio, el corazón”.

Se trata de un interior “sobrio, con pocos materiales, que se han adaptado a espacios grandes y pequeños, y genera un contraste con la fachada monumental”, explica la arquitecta. Está formado por “piedra natural, maderas naturales y color oscuro con aire monacal”, acorde, defiende, con un edificio que ha sido convento y hospital“ -obvia una vez más su uso como campo de concentración del franquismo- ”y que contrasta con el exterior renacentista“. En esta zona proyectada, admite, los ”muros del siglo XI han aparecido“.

“Las galerías perimetrales alojarán gran parte de la obra artística que tenía el Parador”. Y en este sentido, este nuevo espacio estará presidido en su parte superior por un amplio mural de Lucio Muñoz, de 1.250 por 1.250 centímetros en madera tallada con pintura al óleo y temple que data del año 1965 y que hasta la reforma se situaba sobre el techo del Salón de los Reyes Católicos de San Marcos.

Se trata una obra del reputado artista con “influencia del paisaje castellano, acentuada además en la predominancia de tonos profundos como los grises, los negros o los ocres, que aportan cierto halo de misterio y misticismo a su obra”, remarca Paradores en su web.

El establecimiento cerró al público hace ya tres años, en diciembre de 2017, para someterse a la reforma integral que iba a durar dos. Dividido en dos espacios diferenciados, el Parador histórico, Hostal de San Marcos, y el edificio más reciente de los años 60, el Gobierno del PP decidió que el proyecto total se dividiría en dos fases.

La primera se centraría en el edificio histórico, que es la que a priori abrirá al público con casi un año de retraso este mes de diciembre. Y la segunda para la construcción de un nuevo edificio, para lo que se derribó el anterior en la parte posterior, fase ésta que aún carece siquiera de proyecto bajo Gobierno socialista.

El proyecto elegido por concurso público para la ejecución de la fase 1 fue el presentado por la arquitecta Mina Bringas y la constructora adjudicataria para la ejecución de la obra fue FCC.

La idea central del proyecto de rehabilitación del Hostal de San Marcos -explica Mina Bringas- es “recuperar la volumetría original del edificio, un edificio de crujías perimetrales entorno a un patio. Se recupera ese espacio como corazón del edificio. Lo hemos denominado atrio en referencia a la 'domus' romana que era el centro de la vivienda desde donde se distribuían todos los usos”.

Para ello, se ha construido un atrio interior cerrado, con entrada de luz natural como un espacio de nueva planta. Bringas detalla que “la intervención que se hizo en los años 60 fue una intervención muy dura con el edificio”, ya que destruyó el patio central, forjando plantas para darles ahora de uso hotelero.

Ahora, ese nuevo lugar recuperado acogerá la cafetería del Parador y, sobre él, colgado a gran altura, se podrá contemplar el techo de Lucio Muñoz, que ha sido restaurado. “El Parador contaba con esta obra de Lucio Muñoz que estaba ubicada en uno de los salones y a la que ahora se le ha querido dar protagonismo como coronación de este edificio”, señala la arquitecta.

Bringas afirma que la intervención se ha llevado a cabo con total respeto al edificio histórico. Se ha hecho “con cuidado, siempre con actuaciones que no tocan los parámetros originales, reversibles en todos los casos y respetuosas con todo: con el material en sí mismo y con la volumetría de los espacios originales”, asegura.

Obras de arte

El cierre del establecimiento se ha aprovechado para restaurar algunas de las obras que atesora el Hostal de San Marcos. Recientemente, se han finalizado los trabajos para recuperar 'El Nacimiento de Cristo', pieza creada por el artista renacentista Juan de Juni en el siglo XVI y ubicada en el claustro antiguo. Bajo los criterios de mínima intervención, se han llevado a cabo delicados trabajos de limpieza, consolidación y ligeras reintegraciones que permiten disfrutar en todo su esplendor de esta pieza única.

Además, se han restaurado el techo de Lucio Muñoz, la Inmaculada de Antonio de Pereda y Salgado o piezas emblemáticas como los espejos del siglo XVIII que presiden la escalera principal, sometidos a trabajos de restauración que les han devuelto su aspecto original.

Está en curso también la consolidación del artesonado del siglo XVI de la Sala Capitular, tras la desinsectación realizada para tratar la madera, pero no exento de polémica, al quedar ahora atravesado por una tubería que Paradores explica que es del sistema antiincendios.

La empresa pública que dirige el socialista Óscar López también asegura que ha revisado el estado de conservación de todas las obras y restaurado 17 pinturas, otras siete piezas entre tallas y mobiliario, así como marcos antiguos, aunque no se certifica aún que regresen a León todas las piezas del amplio listado de obras de arte que San Marcos contenía, una lista que se negó incluso ante los Juzgados a facilitar en su día.

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