Acto vandálico contra el humilde homenaje de Valderrey a los represaliados por el Franquismo

"Viva Franco putos rojos", rezan las pintadas, junto al símbolo de "Arriba España".

No hacía un mes que el pequeño Ayuntamiento de Valderrey había instalado en un rincón de este municipio cercano a Astorga un humilde homenaje a aquellas personas que fueron represaliadas, en forma de ejecución, poco después del golpe de estado fascista protagonizado a nivel nacional por el general Francisco Franco.

Las siete jardineras instaladas, cada una con la fecha de sus muertes violentas y un pequeño ciprés, han sido objeto esta pasada madrugada de un acto vandálico por parte de desconocidos.

Las jardineras amanecieron destrozadas, los árboles arrancados de cuajo y sobre algunos de los soportes escribieron las palabras “Viva Franco putos rojos”. Junto a las pintadas con spray, las letras Æ que significan “Arriba España” e identifican el saludo fascista que se impuso por parte del Franquismo con el brazo en alto, al estilo nazi.

El alcalde de Valderrey, Gaspar Miguel Cuervo (de Ciudadanos Rurales Agrupados-CRA), recuerda que hace apenas unas semanas concluyeron los trabajos para “rescatar la memoria” de quienes fueron víctimas mortales de la violencia de aquellos días y que perdieron la vida en este municipio, según consta en los registros oficiales.

Cuervo fue quien en la mañana ha encontrado vandalizado el memorial “en recuerdo a unas personas que nunca debieron de morir” en esas circunstancias, ha indicado el regidor, quien pone el acento en que se levantó “sin ningún matiz ofensivo y como un recuerdo hacia los muertos y sus familias. Lo único que hemos pretendido desde el Ayuntamiento es que quedara constancia de unos hechos que deseamos que se vuelvan a repetir”.

Para Gaspar Cuervo, este acto vandálico “es un aviso de hacia dónde se está dirigiendo este país por culpa de unos políticos que están fomentando el frentismo y la clasificación de los españoles en buenos y malos”.

Los cuatro 'paseados' cuyo recuerdo ha quedado para siempre al lado del puente de Valimbre fueron rescatados del olvido a petición de los familiares de Agustín Alonso Jambrina, maestro de sericicultura de San Román de Bembibre, y José Villar Sobrín, dos bercianos fusilados nada más comenzar la Guerra Civil en 1936. Los testimonios orales de la investigación que estaban realizando desde la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), les pusieron sobre la pista de que estos dos hombres habían sido enterrados en el cementerio de Castrillo de las Piedras.

Se trataba de Ernesto de Paz Guisasola, asesinado el 15 de septiembre de 1936, y Amancio Sarmiento Alonso, el 23 de agosto de ese mismo año, uno de ellos natural de Noceda del Bierzo y otro médico en la comarca zamorana de Sanabria.

Igualmente, se había planteado ampliar el recuerdo hacia las personas que constan en los registros de aquellas fechas como ejecutados, pero desconocidos, y que murieron a disparos de los franquistas y sus adeptos los días 12, 16 y 23 (en esta fecha fueron tres distintos) de septiembre del año del golpe de Estado que derrocó por la fuerza a la democracia constitucional de la II Republica e inauguró un tiempo de juicios sumarísimos y 'paseos' (ejecuciones no oficiales) indiscriminados.

En el último Pleno, las dos concejalas del Partido Popular en la oposición, Ángeles Benilde Martínez y Adelina Martínez, afearon públicamente este sencillo homenaje a los asesinados, decidido por el equipo de Gobierno, asegurando que con esas jardineras e inscripciones el municipio era “el hazmerreír de la comarca” e instando a “dejar los muertos en paz”.

Ahora, el regidor Cuervo, que se manifiesta “dolido” por el vandalismo sufrido, asegura que cuanto antes se repondrá todo lo destrozado para resarcir la memoria de aquellas víctimas que perdieron entonces la vida a manos de los fascistas sin recibir castigo alguno.

Etiquetas
stats