El ansia de aire libre en el año de la pandemia elevó a 53 los rescates de senderistas y montañeros en León

Miembros del Greim en el helicóptero de la Guardia Civil durante una arriesgada maniobra de rescate en la Montaña de León.

Carlos J. Domínguez

La montaña de la provincia de León se ha convertido en un oasis. Aire libre, extensión interminable, paisajes idílicos, naturaleza en estado puro, nieve y sol, deporte, salud y soledad. Un oasis que se ansía todavía más después de una pandemia mundial que, en el mejor de los casos, ha asolado el ánimo y nos mantuvo encerrados entre cuatro paredes.

El resultado estadístico de aquel año 2020 del coronavirus son cifras que evidencian que tras unos meses de completa inactividad, nuestros paisajes, y especialmente las montañas para senderistas y montañeros, muchísimos aficionados y unos pocos profesionales, se convirtieron en un antídoto al aislamiento de la enfermedad. Y eso se tradujo, también, en un mayor esfuerzo de quienes se han encargado de rescatar a aquellos cuando algo sale mal, cuando la previsión no se cumple o sobreviene un accidente.

En total, el año pasado se produjeron 53 acciones de rescate diferentes, y eso que hubo dos meses completamente inhábiles, desde mediados de marzo, que saltó la alerta sanitaria y dictó un toque de queda y orden de confinamiento obligatorios, hasta entrado el mes de junio de 2020 en el que la llamada “desescalada” hizo que se buscara más escalada, de la montaña, que casi nunca.

De las 53 intervenciones, más de un 64%, un total de 34, fueron realizadas por los miembros del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (Greim) de la Guardia Civil, que en León tienen su base en la localidad de Sabero, en la Montaña Oriental, con apoyo del helicóptero de la Comandancia de León capital.

Las 19 restantes movilizaron a los profesionales del servicio de Emergencias 1-1-2 de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, que tiene la base de sus aeronaves de rescate en Valladolid aunque haya una sanitaria en Astorga, la “ambulancia con alas” que en realidad pertenece a Sacyl.

34 rescates del Greim pero a 63 personas

Sólo en el caso del Greim, aunque las intervenciones de rescate fueran 34, en realidad se atendió a 63 personas que precisaban auxilio, más de la mitad de ellas resultando sin embargo ilesas, un total de 38. Otras 14 sufrieron algún tipo de heridas y hubo que lamentar el año pasado una víctima mortal, la ocurrida en el Pico La Cruz, también conocido como Mampodre, tras sufrir un montañero un infarto.

Por meses, resulta muy llamativo que con el arranque del año 2020 ya se produjera un número inusualmente alto de accidentes que obligaran a intervenir al Greim, cuatro en enero y otros tantos en febrero. Tantos como en junio, en plena ansia de aire libre. Pero como es lógico, el pico se lo llevan agosto, con 11 rescates, y septiembre con ocho.

En ese mismo año, Emergencias 1-1-2 de la Junta se anotó varios meses felizmente sin sucesos, no sólo marzo, abril y mayo sino también junio y muy curiosamente el mes de agosto, que computa cero intervenciones frente a las 11 mencionadas de la Guardia Civil. En julio del pasado ejercicio sí que protagonizaron ocho acciones y en septiembre cuatro, como los meses en los que más.

Un año 2021 tranquilo, a la espera de la 'temporada alta'

A falta de la llegada de la temporada alta, lo que llevamos de este año 2021 presenta de momento registros suaves. De hecho, el Greim de la Guardia Civil suma 12 avisos atendidos sobre el terreno hasta el mes de junio en la provincia leonesa, cuatro de ellos en marzo, frente a los 11 que sumó en el mismo período el año pasado a pesar del confinamiento masivo de la población.

En las intervenciones del Instituto armado se han registrado 15 personas rescatadas, ocho de ellas ilesas, seis heridas de diversa consideración y una más fallecida: la recuperación del cadáver de un pescador que sufrió un accidente mortal en el río luna el pasado mes de mayo.

Por su parte, los rescatadores y personal de Emergencias 1-1-2 autonómicos han sumado este año seis salidas para rescate, dos de ellas en enero y tres en junio como los meses con más actividad. A la espera, claro está, de que este verano haga crecer la estadística.

Y es que todos los expertos se empeñan en recordar que la montaña es un bien valiosísimo en el que, con mala planificación, poca atención y preparación, y también sin suerte, se puede convertir en un mal que lamentar.

Recomendaciones que salvan vidas en el campo y la montaña

Tanto la Guardia Civil como Emergencias 1-1-2 saben, por experiencia propia, que apenas hay que observar un puñado de recomendaciones al pie de la letra para minimizar lo más posible el riesgo en el campo y muy en la montaña, de la que en la provincia leonesa hay una inmensa y maravillosa extensión que es lógico querer patear. Apenas ocho puntos bastan para hacer bien las cosas y que la experiencia sea toda una satisfacción y nada más.

  • Acudir en grupo a la montaña. Es peligroso hacerlo solo. De hecho, se aconseja un mínimo de tres personas para moverse en montaña, por lo que pueda pasar.
  • Se debe madrugar y planificar con antelación la actividad que se vaya a realizar. Y es mucho si se conoce el terreno.
  • Hay que contar con equipo suficiente y adecuado a la actividad que se prevea hacer. Al margen de las condiciones meteorológicas concretas, en el equipo básico debe contar con ropa interior de repuesto, prendas de abrigo, gafas, gorra, un impermeable, agua, alimento, brújula o un GPS y cartografía de la zona.
  • No hay edad, en principio. Pero sí hay que tener un entrenamiento físico adecuado. Y cabeza fría: hay que dosificar las fuerzas, recordar que el esfuerzo de una ascensión, por ejemplo, no termina coronando la cumbre porque hay descensos tanto o más exigentes y peligrosos. Dos ideas básicas: jamás tener prisa en la montaña; y saber renunciar a una meta. Mejor que hacerlo con la propia integridad física o la de quienes nos acompañan.
  • Nada de lobos solitarios. La mejor idea es informar a familiares o amigos de las rutas o itinerarios previstos, así como de horarios estimados. No dude en contactar con ellos cada poco o bien comparta su ubicación. La información puede salvar vidas.
  • Si hay que lamentar un accidente y alguien resulta jerido, lo primero es centrarse en la víctima, reconfortarla y solicitar de inmediato el apoyo del rescate. Tres siglas: P.A.S., de Proteger, Avisar, Socorrer.
  • Y si nos perdemos o desorientamos, que no es tan difícil como parece, pensar en no movernos de donde estemos en cuanto localicemos en un lugar cómodo y seguro del que podamos dar una descripción clara.
  • Donde esté una vida que se quite una foto de Instagram: llevaremos siempre un teléfono móvil y evitaremos agotar la batería, desactivando la conexión de datos y evitando llamadas innecesarias.

Para contactar con cualquiera de los posibles rescatadores, dos vías rápidas y efectivas cien por cien: el número de Emergencias 1-1-2 siempre, que coordinará toda la información y todo el operativo necesario; y también la aplicación móvil APP Alertcops (aquí tanto en Google Play para Android como en App Store para IOs) que permite contacto de emergencia directo con los centros operativos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, lo mismo que si se sufre un delito.

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