León, pionera en España en exoesqueletos para proteger la salud de los trabajadores

Los exoesqueletos pasivos facilitan a los trabajadores elevar pesos sin mucho esfuerzo. Foto: Uribe.

Jesús María López de Uribe

Cuando se habla de exoesqueletos se tiene la impresión de que se está hablando de Ciencia Ficción. Y la mayoría que hemos visto lo parecen, cuando sobre todo tenemos la imagen de los cómics, las películas y los juegos de rol y figuritas. Pero no todo es uso militar, como nos tiene acostumbrado el ojo, sino que la tecnología avanza que es una barbaridad y también existen este tipo de elementos dedicados a la salud y la seguridad laboral.

Y en esto mismo están trabajando muchas empresas en el mundo, y en España, al menos en el sector de tecnología ferroviaria, la empresa leonesa Telice está probando como medida de innovación laboral una serie de exoesqueletos que presentó la semana pasada en Fab Lab León, para mejorar no sólo la productividad de los empleados sino protegerles de lesiones musculares y, de paso, reducir los costes de las posibles bajas que pudieran tener.

“A uno le hablan de exoesqueletos y parece que va a salir Robocop y que va a salir de una película de Ciencia Ficción, pero no, vemos que es algo real; que está hoy en producción en muchos lugares del mundo y que Telice está empezando a probar en un sector en el que todavía no estaba introducido”, explica Iván Rivera, director de Innovación de la empresa.

Un exoesqueleto es en realidad una especie de 'traje' o arnés que se ajusta al cuerpo y potencia u optimiza la fuerza del ser humano en determinadas situaciones. Los hay especiales para las personas con lesiones medulares, al permitirles caminar de nuevo mediante complejos sistemas de motores y líneas y líneas de código que ejecutan pequeños ordenadores para simular el andar y conservar el equilibrio. Los hay, similares pero con menos influencia de la computación para el movimiento, para uso en tareas militares (como han probado ya los marines americanos), que permiten a los soldados correr más y cansarse menos.

Y también los hay pasivos, mucho más sencillos, para garantizar una buena postura, menor cansancio y menos lesiones para los trabajadores con movimientos repetitivos y complejos; que no necesitan de electrónica ni una estructura compleja para ser efectivos y facilitar el trabajo a los operarios en situaciones repetitivas como agacharse a recoger peso, mantener los brazos en alto durante mucho tiempo o tener que efectuar tareas en cuclillas, entre otras.

De este último tipo son los que presentó Telice en León, fabricados por la empresa SuitX: una suerte de arneses de trabajo que con unos bien desarrollados sistemas de muelles de resistencia, a modo de contrapesos, consiguen desviar la fuerza de unos músculos a otros, evitando malas situaciones posturales que pudieran ocasionar un cansancio perjudicial para el trabajador a lo largo del tiempo e incluso desagradables lesiones inesperadas.

Esto mismo explica Iván Rivera: “Telice decidió en su momento como parte de su proceso de innovación probar esta tecnología de exoesqueletos pasivos. No son cosas tan futuristas, no llevan motores sino muelles, y están dedicados a asistencias a trabajadores”.

Según él existen “diferentes tipos de equipos y lo que hacen es asistir al trabajador en trabajos repetitivos. Lo que no hacen es darle más fuerza de lo que tienen, distribuyen la carga muscular de músculos débiles a músculos fuertes y por tanto lo que hacen es prevenir el daño a largo plazo”. Por ello Telice stá considerando su uso, ya que “su implantación podría mejorar el bienestar laboral y reducir los costes de bajas en mano de obra”.

Aparatos sencillos de usar

En Fab Lab León una serie de personas se los probaron. Son más sencillos de lo que pudiera pensarse, no sólo porque se parecen a los arneses de escalada (pero así como súpervitaminados) de fácil disposición con la ayuda de un compañero sino porque su uso es también increíblemente fácil.

Los muelles y resistencias llevan unas muescas de numeración que permiten ajustar la fuerza con sólo un clic, para adecuarlos a las tareas específicas y la persona que los lleve, ya sean camioneros para coger pesos (o evitar lesiones en la espalda), u operarios en trabajos repetitivos con posiciones dificultosas.

Este tipo de exoesqueletos industriales se usan en función de las necesidades de las empresas, explica Rivera, al preguntarle sobre si se verán este tipo de sistemas similares a un wearable (ropa con tecnología, aunque preferentemente electrónica) de trabajo en las compañías de la provincia.

“Efectivamente aquí en León hay empresas de tipo factoría o logística en las que tendría todo el sentido del mundo usarlos, pero nosotros particularmente como empresa ferroviaria lo estamos probando en campo. En trabajos en el exterior que requieren posturas particulares. Nosotros trabajamos en la catenaria, que está arriba, hay que subir con herramientas especiales y que hay que mantener en alto y creemos que puede ser un beneficio para el trabajador”, expuso el encargado de Innovación.

Aunque todavía no es una herramienta de trabajo que se vea mucho en Europa, “esto tiene una implantación muy, muy intensa en Estados Unidos ya y en Japón, en el primero en Defensa y en el segundo de automovilística y logística; en Europa está entrando por el sector automovilístico y nosotros somos pioneros en las pruebas en el sector ferroviario”, apuntó Rivera.

Las pruebas en Telice son, según él, todavía de de evaluación “hay que pasar un filtro de seguridad y salud en el trabajo bastante importante. Esto es innovación y la innovación requiere ir con cuidado, sobre todo cuando se trata de plantear un beneficio tanto para la empresa como el trabajador”.

Diferentes tipos de arneses 'supervitaminados' para espalda, hombros y piernas

Pero, aprovechando esas pruebas, Telice quiso dar a conocer las posibilidades de estos tipos de exoesqueletos de trabajo, aprovechando las instalaciones del laboratorio de tecnología sencilla y asequible de Fab Lab León —cuya gestora, la Fundación tMA está financiada por la familia propietaria de la empresa de tecnología ferroviaria, que recibió un premio nacional por su política de Responsabilidad Social precisamente por financiarlo— , abriendo al público y a cualquier interesado una demostración gratuita de estos aparatos.

“La empresa con la que hemos contactado (SuitX) es relativamente nueva, pero ha desarrollado muy rápidamente tres iteraciones de sus productos. La mayor parte de los productos que han presentado aquí, excepto el de hombro, son de versión dos. El de hombro es de versión tres, entra en producción ya mismo. Lo que hemos visto es que el desarrollo es considerable. Los equipos cada vez son más ligeros y resistentes y sin duda en el futuro veremos una reducción de precios y más gente podrá utilizarlos sin necesidad de plantearse unos desembolsos excesivamente considerables”, comentó.

Así, en la demostración de la semana pasada en Fab Lab León se pudieron ver dos modelos de espalda, con apoyo detrás y con apoyo delante en el pecho; un modelo de asistencia de piernas que permite sujetar y sostener al trabajador en distintas posiciones con las piernas flexionadas; y el modelo más avanzado de asistencia en hombros, que lo que hace es trasladar de los músculos de los hombros la carga a los lumbares repartiendo el peso y evita lesiones en caso de trabajos repetitivos que requieran tener los brazos subidos en alto durante mucho tiempo.

“Una inversión a futuro”

El coste en la actualidad es de unos cinco mil euros por equipo, pero incluso ante una cifra que parece alta, se consiguen beneficios a la hora de evitar los costes de las bajas laborales; y dentro de unos años, cuando baje su precio, se verán muchos de ellos en las industrias leonesas y españolas de todo tipo.

“Creemos que es una inversión a futuro, no es un gasto, plantearse utilizar estos elementos en trabajos, más que en trabajadores, en trabajos que requieran esfuerzo nos puede a lo largo de los años reducir los costes asociados a las bajas y a los reentrenamientos de personal. No sólamente de gente que vuelva de su baja y que requiera ponerse a tono para volver a trabajar sino de personal que sustituya a otro que haya caído lesionado. Esa es la idea”, finalizó el director de Innovación de la empresa de tecnología ferroviaria leonesa Telice.

Vistos in situ, la experiencia de quienes los probaron indicaba que la sensación era de que el arnés te facilitaba mantenerte quieto en algunos casos, como con los antebrazos a noventa grados, y te complicaba un poco moverte en otras direcciones. “Algo así como que no te pesan los brazos cuando los tienes en alto, pero te cuesta moverlos hasta encontrar la posición o salir de ella”. Esto permite una doble ventaja. “Se nota que si tuvieras que atornillar o taladrar muchas cosas los brazos no se te cansarían, y como complica los movimientos bruscos pues te facilita no tener contracturas inesperadas”. Aún así están en proceso de mejora y es posible desarrollar productos específicos para una industria en particular.

Muchas ventajas para los trabajos de operario

¿Ventajas en el trabajo? Muchas. Por ejemplo los de hombros, e incluso los de piernas ya que en vez de estar en cuclillas se bloquean como si estuviera el operario sentado, para pintores y trabajadores de instalaciones. Los de espalda, más para carga y descarga son adecuadísimos para los camioneros. ¿Cómo no van a gastarse unos miles de euros si evitan daños en la espalda y así les mantiene más tiempo en actividad que de baja?

La tecnología al final va abriéndose paso incluso cuando parece sencilla, pero esto es gracias a los materiales con los que se diseñan y construyen estos arneses reforzados. Cosas así, presentes ya en Telice, serán parte del futuro y dentro de no mucho no nos sorprenderán. Pero serán una gran ayuda para mejorar el bienestar de los trabajadores.

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