El telescopio múltiple y el algoritmo de una joven doctora que nos permiten ver por primera vez un agujero negro

La primera fotografía de un agujero negro se ha desvelado hoy 10 de abril de 2019.

Jesús María López de Uribe

De vez en cuando en la Historia de la Humanidad se dan noticias de enorme importancia. Las hay por el fin de las guerras, por las caídas de muros, o por revoluciones sociales; pero la mayoría de ellas suelen ser por cuestiones de Ciencia y Tecnología. Aunque no prestemos mucha atención al trabajo de los científicos e ingenieros, cuando hacen cosas sorprendentes no podemos dejar de embelesarnos extasiados aunque no entendamos nada.

Pues bien, hoy 10 de abril de 2019 es uno de esos días. A las tres de la tarde en todo el mundo se ha mostrado por primera vez la fotografía 'real' de un agujero negro; y un agujero negro es, por definición, algo que no se ve. ¿Cómo lo han hecho? Pues aquí en este enlace se puede acceder a un vídeo de la rueda de prensa en la que lo han anunciado. En inglés, eso sí.

Precisemos un poco para los que no son versados en el idioma de Shakespeare. En realidad la fotografía no es la típica foto que podíamos sacar con la luz que vemos con nuestros ojos. Porque la red de telescopios llamada 'Event Horizon Telescope' (o Telescopio del Horizonte de Sucesos) es un proyecto para crear un conjunto de telescopios sincronizados combinando datos procedentes de estaciones de interferometría —técnicas que consisten en combinar la luz u otras ondas electromagnéticas proveniente de diferentes receptores, telescopios o antenas de radio para obtener una imagen de mayor resolución aplicando el principio de superposición— de muy larga base ubicadas alrededor de la Tierra.

Su objetivo principal era observar el entorno más próximo a los agujeros negros, buscando eventos en su horizonte de sucesos, pero claro, no es luz visible al ojo humano y un agujero negro es negro y está a cientos de miles de años luz de nuestro planeta. Lo que ocurre es que si un agujero negro se está 'comiendo', por ejemplo, una estrella... se puede detectar lo que ocurre al ver cómo reacciona su gas. En su web se puede encontrar más información sobre el proceso.

El caso es que hoy se ha conocido la primera imagen de estos cuerpos estelares que las matemáticas de Einstein predijeron, aunque él mismo no creyera en ellas. Tras el trabajo de un equipo internacional de más de doscientos científicos. El cuerpo en cuestión está en el centro de la galaxia Messier 87 (M87), a una distancia de 55 millones de años luz. En este tuit del Instituto Smithsonian se vé un vídeo en que lo explican bien. Y en Xataka, donde dicen que es la fotografía “más improbable del universo”, también.

El algoritmo informático de la joven doctora

¿Y cómo narices generar la imagen? Pues a base de informática claro. Y en este caso el mérito, reconocido por todos, se lo lleva Katharine L. Bouman, más conocida como Katie Bouman (lo cual es hasta curioso con la cierta coincidencia fonética con el personaje de '2001, una Odisea en el Espacio', Dave Bowman), ya que creó el algoritmo que permitió aunar todos los datos de la gran red telescópica para ello.

En Mujeres con Ciencia la describen así: “La doctora Katie Bouman es especialista en ingeniería eléctrica y ciencias de la computación. Es profesora asistente en el Instituto Tecnológico de California y forma parte del equipo de investigación del proyecto Event Horizon Telescope. Su trabajo se centra en la utilización de métodos computacionales para ampliar los límites de la imagen interdisciplinaria”. Aquí también explican (en inglés de nuevo) el método usado con su algoritmo.

“En esta conferencia (que se puede ver debajo de este párrafo) de un TEDx en inglés y con subtítulos en castellano, la ingeniera del Instituto Tecnológico de California (Caltech) hablaba sobre la manera en la que trabaja para intentar conseguir una imagen lo más aproximada posible a lo que es un agujero negro.

Bouman tiene tan sólo 29 años y todo el mundo la está considerando una genia por su aportación para este logro. El algoritmo bautizado como CHIRP ('Continuous High-resolution Image Reconstruction', o Reconstrucción Ininterrumpida de Imágenes de Alta Resolución), una técnica que sincronizaó los relojes atómicos de los ocho telescopios del 'Event Horizon Telescope' para cronometrar sus observaciones apenas sin margen de error. Incluso le han creado una entrada en la Wikipedia que ayer no existía, en la que se puede ver un resumen de su currículum.

Información actualizada: el Centro de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial del Instituto Tecnológico de Massachussets ha hecho público en este tuit la primera vez que Katie Bouman pudo ver cómo su algoritmo generaba la fotografía. Y es de esos momentos tan emocionantes que merece la pena verlo (pinchando aquí).

“En el corazón de la Vía Láctea, hay un agujero negro supermasivo que absorbe todo lo que se le acerca, incluso la luz. Aunque no se puede ver, su horizonte proyecta una sombra cuya imagen podría ayudarnos a entender mejor el universo. ¿Cómo estudiar una imagen de esa sombra?”, se puede decir antes de empezar a ver la conferencia.

Una enorme red de telescopios planetaria y un montón de ordenadores currándoselo años para conseguir una foto. Mucho más de lo que esperábamos cuando los agujeros negros se hicieron famosos gracias a una película de 1979 (El Abismo Negro) que, hoy, no soporta ni siquiera el más mínimo visionado. Y al trabajo de Einstein y Stephen Hawkins.

Y al de todos los humanos que han conseguido simular esta maravilla. Aquí puedes ver un agujero negro en 3D y puedes girar la imagen para verlo en diferentes vistas. Un enorme paso para la humanidad que puedes dar con un sólo dedo (cosas de la tecnología).

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