Convocan una concentración frente a las oficinas de la empresa que promueve una mina de uranio en Salamanca

Instalaciones de Berkeley Minera en Retortillo (Salamanca). Imagen: Google Street Wiew.

ICAL

La plataforma Stop Uranio convoca una concentración para este domingo, 28 de febrero, a las 13.00 horas, frente a las oficinas que Berkeley Minera España tiene en la localidad de Retortillo (Salamanca). El objetivo es mostrar su rechazo a las supuestas “presiones” que “viene ejerciendo la empresa” para obtener un informe favorable del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) que le facilite la autorización de construcción de la planta de tratamiento de uranio y el depósito de residuos radiactivos.

Según indicó la plataforma este viernes a través de un comunicado recogido por Ical, el presidente del CSN acudirá al Congreso de Diputados el próximo lunes, 8 de marzo, para tratar la resolución de la solicitud del permiso de construcción de la planta. “No podemos permanecer impasibles ante estos hechos, por lo que pedimos a las administraciones que no se dejen presionar por la multinacional australiana y tengan en cuenta nuestra opinión en contra del proyecto de extracción y tratamiento de uranio en Retortillo”, manifestó Stop Uranio.

Lo que pueda decir el CSN acerca del proyecto de Berkeley es “decisivo,” ya que, según recordó la plataforma, “en la declaración de impacto ambiental aprobada por la Junta de Castilla y León se consideraba que los residuos generados por las instalaciones mineras son material NORM, es decir, una fuente de radiactividad natural, y no depósitos radiactivos como había exigido el CSN que lo considerara el promotor”, así que tuvo que modificarlo en 2014.

Una declaración de impacto ambiental en la que, además, “no se han evaluado los efectos de la radiactividad en las personas y en el medio ambiente”, algo que sí hará el Consejo de Seguridad Nuclear. “Lo que nos puedan decir los técnicos del CSN es determinante para este proyecto y deben estar seguros de que no va a afectar negativamente la radiactividad que emane de las instalaciones previstas por Berkeley”, consideró la plataforma.

Para Stop Uranio, “lo que ya han dejado claro los técnicos del CSN es la falta de idoneidad de los proyectos previstos por la multinacional australiana en Salamanca”. La plataforma citó en este sentido a la Asociación Profesional de Técnicos en Seguridad Nuclear y Protección Radiológica, que concluyeron en su comparecencia en el Congreso de Diputados a finales de 2018 que “si el Estado español no tiene interés económico en la explotación minera del uranio dentro del territorio nacional, a través de su empresa nacional Enusa, el regulador no debería dar salida a expedientes que no garanticen la seguridad económica necesaria para las actividades de control posteriores y que, además, se presten a actividades especulativas sin tener garantía tampoco sobre las capacidades del explotador que finalmente vaya a realizar los trabajos”.

En conclusión, la Stop Uranio manifestó que “tras década y media pendientes de la apertura de la mina y planta de Retortillo, este es un momento decisivo para el devenir del proyecto”. Por ello reclamaron al Consejo de Seguridad Nuclear el “máximo rigor” en la decisión que tomen sobre las consecuencias que van a tener las instalaciones de Berkeley en la emisión de radiactividad que pueda afectar a las personas y el medio ambiente del Campo Charro. “No puede haber prisas cuando es tanto lo que nos estamos jugando permitiendo la construcción de una instalación radiactiva de primera categoría dentro del ciclo combustible nuclear español, la única en toda Europa occidental”, sentenciaron.

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