Charo de la Fuente: “León, también en el futuro, puede llegar a ser un referente en la historia de la literatura”

Charo Fuente

Manuel Cuenya

PÁRAMO, NUNCA OLVIDES...

Páramo nuevo y fértil

no te olvides de tu antaño,

cuando, desnutrido y seco,

cada año era un mal año...

y buscabas las castañas

en la tierra de los ajos,

segando campos de trigo

con las hoces en las manos.

No olvides de dónde vienes,

ni olvides de donde partes,

ni a dónde has llegado ahora

ni lo que, al punto, lograste.

Pues las tierras que se olvidan

de donde sacan sus fuerzas,

pierden siempre en el camino

el corazón y la siembra.

(Charo de la Fuente, 'Tierra de raíces y amores')

Ciudadana del mundo y leonesa del Páramo, Charo de la Fuente siente que su tierra natal (su “Pachamama”) le ha dejado huella, porque ahí están sus raíces, sus ancestros, la cuna de sus primeros sueños y de los primeros pasos. No en vano, ha sido, en muchos momentos de su vida, la inspiración para escribir, en especial, apunta ella, en los momentos de añoranza, cuando ha tenido que estar fuera de su espacio afectivo. Y de esa añoranza han nacido muchos poemas de su primer poemario 'Tierra de raíces y amores' (con prólogo del escritor Juan Campal), dedicado precisamente a su tierra y a sus raíces.

No obstante, también admite que Bilbao, donde pasara un amplio periodo de su infancia en un internado, “de los ocho a los catorce años”, también le ha marcado, porque allí, a pesar de la disciplina férrea que viviera y la dureza de estar lejos de su familia y amigos, recibió, a su juicio, una extraordinaria formación en artes, deporte...

También el Bierzo, donde trabajara durante ocho años, es como su segunda casa, porque conserva grandes amigos y regresa siempre que puede a esta comarca leonesa. “Mi única narración larga, un relato juvenil de aventuras, la escribí precisamente en el tiempo en que viví en Ponferrada”, apostilla Charo. “Todas las vivencias y los lugares donde se vive son importantes... Cualquier sitio, aunque en principio pueda parecer no demasiado poético, lo es para la persona que lo quiere, y yo así lo considero, como lo hizo Luis Mateo Díez con su 'Reino de Celama', considerando al Páramo como un espacio de memoria y de imaginación...”, sintetiza esta Licenciada en Antropología y Trabajadora Social, Doctora en Psicología y Ciencias de la Educación, que ha desempeñado su carrera profesional en el ámbito educativo, como orientadora y profesora, si bien, en la actualidad, no ejerce por razones de salud, aclara ella.

Aparte de su amplio y sustancioso currículo académico y profesional, recuerda que se dedica a escribir, de un modo creativo, desde que era muy pequeña, llegando a ganar algunos concursos infantiles en el Colegio Dominicas de León, donde estudiaba.

Tiene la impresión de que los cuentos, que le contaban sus padres y sus abuelos, fueron definitivos a la hora de fraguar su afán por la literatura. “Mi abuelo materno era un auténtico 'teatrero'... Él y mi abuela eran unos maravillosos cuentacuentos, que nos contaban historias, que escenificaban en lo que llamábamos 'el rincón de los cuentos'... Era una buena forma de tenernos entretenidos y tranquilos a todos los nietos, en las largas tardes de invierno... También había un grupo que presentaba obras de teatro en el pueblo y en la zona, 'echaban comedias', como ellos decían...”, evoca Charo, quien cree asimismo que su primera profesora en el pueblo, Angelita, fue clave porque solía alabar su gran potencial para escribir sobre cualquier cosa. “Me decía que era como una 'reviejilla' cuando escribía, porque mi nivel de vocabulario era amplio para mi edad. Siempre me animaba a escribir y me estimulaba valorando mucho lo que hacía por entonces, que eran pequeñas redacciones sobre lo que me pedía (entre ellas algunos relatos infantiles) y alguna vez comentaba que eran muy poéticas, pero yo, entonces, no sabía lo que era la poesía; más tarde supe que eso, que yo hacía entonces, se llamaba 'prosa poética'”.

Todas las vivencias y los lugares donde se vive son importantes... Cualquier sitio, aunque en principio pueda parecer no demasiado poético, lo es para la persona que lo quiere, y yo así lo considero

La melancolía como fuente de inspiración poética

En realidad, Charo comenzó a escribir poesía en Bilbao como una forma de expresar su rabia y su pena por estar fuera de León, de su casa, transformando su añoranza y melancolía en poemas. Tal vez por eso le gusta, desde siempre, la poesía de Rosalía de Castro, “porque ella también plasmaba cosas de su tierra con añoranza”, aclara Charo, quien, a su regreso de Bilbao, estuvo durante un tiempo sin escribir, conociendo y adaptándose al nuevo centro escolar, hasta que la madre Antonina, la Directora del Colegio Dominicas de León, la alentara a seguir escribiendo, llegando a ganar sus primeros concursos literarios infantiles en la modalidad de relatos. “La poesía era, en esos momentos, un terreno vedado al que sólo mis más cercanos tenían acceso, y así fue durante muchos años...”, precisa Charo. Tanto es así que, a lo largo de su vida, ha escrito cuentos, relatos y poesía sólo para su entorno más inmediato, para sus seres más queridos. Y aunque algunas personas próximas le habían animado a publicar, cuenta que sólo se decidió a mandar sus primeros textos a las editoras, cuando alguien, a quién considera que tiene criterio para valorar la calidad o no de lo escrito, se lo dijo. “F.U.M, una rapsoda catalana que había conocido un tiempo antes, y que conocía una parte de mi obra, me animó y puso todo su empeño en convencerme para que dejara que leyeran también los demás lo que escribía”.

Su formación en los ámbitos psicológicos y sociales, así como el trato profesional con determinadas personas con problemas, cuando ejerciera como Trabajadora Social, y aun con su alumnado durante su etapa como docente, han marcado de un modo especial su forma de escribir, sobre todo en lo referente a su poesía, impregnando su obra con un evidente poso de humanismo, adoptando la segunda y tercera personas, en detrimento de la primera persona, con el fin de acercarse o ponerse en la piel de quienes están al otro lado, o al margen, a quienes no tienen voz. “Escribir sobre lo que he visto y vivido desde la segunda y tercera personas... seres humanos por los que he llegado a sentir una auténtica empatía y a los que he ayudado o he intentado ayudar, me ha permitido escribir desde las entrañas”, especifica Charo, quien cree que la literatura es muy útil para expresar, en muchos momentos, cosas que quizá no se expresarían de otro modo, por timidez, inseguridad, miedo...

“Incluso algunas pruebas psicológicas y psiquiátricas utilizan la expresión escrita para sacar fuera aquello que puede estar haciendo daño a la persona, y que sirve, al mismo tiempo, como herramienta de diagnosis de los profesionales que después lo analizan para poder ayudarles”, advierte esta narradora y poeta, consciente de que para algunos creadores la escritura es una especie de catarsis, que les ayuda a superar vivencias y momentos conflictivos, así como los simples problemas que les rodean.

“Tiene..., un punto evasivo..., que ayuda, a veces, a afrontar la difícil realidad. Escribir permite plasmar en palabras aquellas vivencias y/o sentimientos que están dentro y que a veces sólo así pueden salir... Creo que, desde las primeras manifestaciones gráficas de expresión de los homínidos, hasta la utilización de la escritura en la literatura creativa, media algo muy importante y es el paso de la mera utilidad del lenguaje escrito a la utilización del mismo como parte inequívoca de nuestro ocio, propio ya de sociedades más cultas y avanzadas”, detalla esta narradora y poeta, que cultiva, en todo caso, más la poesía que la narrativa.

Como narradora se considera de aliento corto y medio, quizá porque ella misma, como lectora, está más próxima a las narraciones cortas, debido, según ella, a su impaciencia, y a las ganas y necesidad de conocer cuanto antes los entresijos de la trama y el desenlace final, “aunque ello no haya impedido que lea verdaderos 'tochos'...jajajajaja, bueno, siempre que me hayan enganchado, claro...”.

Creo que, desde las primeras manifestaciones gráficas de expresión de los homínidos, hasta la utilización de la escritura en la literatura creativa, media algo muy importante y es el paso de la mera utilidad del lenguaje escrito a la utilización del mismo como parte inequívoca de nuestro ocio, propio ya de sociedades más cultas y avanzadas

Cree que para que un relato enganche, desde el principio, tiene que tener un buen planteamiento, algo que desde la primera frase haga crecer su interés por seguir leyendo, “una buena presentación de lugares y personajes sería un buen modo de comenzar”. Después debe desarrollar una trama que haga al lector entender la historia que se cuenta –agrega-, las interacciones entre los personajes, los hechos, peripecias, conflictos..., que le hagan asumir el relato como algo propio y, por último, debe tener un desenlace que impacte, a ser posible inesperado o, al menos, que lleve al lector a sorprenderse, ya sea de un modo agradable o no, pero a sorprenderse.

“Creo que la sorpresa es un ingrediente importante en toda narración. El título, que en mi casi siempre lo dejo para el final aunque haya tenido algún esbozo o idea sobre él desde el principio, creo que debe 'hablar' mínimamente del relato y ha de ser atractivo”.

Confiesa su gusto por relatos o cuentos que tengan siempre una enseñanza implícita o una moraleja; “creo que en un mundo en el que, en muchos momentos, los valores están en tela de juicio, cuando no ausentes, es bueno que el relato haga reflexionar sobre ellos y enseñar algo al respecto a quién lo está leyendo, sin caer en la moralina, pero sí que es cierto que, al menos, cuando he leído en algún acto literario alguno de mis relatos con estas características, son muy bien recibidos, porque creo que, en el fondo, los valores y la bondad de los mismos, están en cada uno de nosotros y sólo hace falta hacerlos aflorar...”.

Fue en el mes de mayo de 2014, tras acudir al primer aniversario del 'Ágora de la poesía', animada por el escritor Juan Campal –rememora- cuando comenzó a participar activamente en eventos literarios en la ciudad de León, entre ellos el ya mencionado, además de la 'Facendera Cultural leonesa' (en compañía de Elena Martínez y Toño Morala), 'Cuento cuentos contigo“ o 'L' Ékole Poetique'.

León, referente en el panorama literario español

Una ciudad, según ella, que siempre ha sido un referente en el panorama literario español, con grandes figuras de las letras: narradores, poetas, periodistas..., y grandes nombres de la literatura contemporánea como Gamoneda, Panero, Colinas... “Esta ciudad ha vivido en los últimos años, y todavía está viviendo, una especie de eclosión literaria y cultural en general, quizá como resultado de una situación social proclive a ello, por aquello de que muchas de las grandes creaciones, en especial las artísticas, surgen en tiempos de crisis y esta provincia y su capital han estado especialmente castigadas por esa crisis y la despoblación..., y quizá ello haya dado como resultado una especie de convulsa reacción a la involución social que se vive, y esa reacción, que podría canalizarse de otras muchas maneras, parece que ha tomado el camino de la creación literaria y artística, como una tabla de salvación”, se expresa Charo, que por lo demás no se atreve a valorar si toda esa creación puede tener continuidad o no en el tiempo, si será fructífera, o si, por el contrario, será sólo algo anecdótico y pasajero, del que se descuelguen la mayoría.

“Eso sólo lo podrá decir el tiempo, pero en mi opinión creo que León, también en el futuro, puede llegar a ser un referente en la historia de la literatura, por los movimientos que surgen y se mantienen en ella y por los nuevos escritores surgidos de esos movimientos, o dados a conocer a partir de ellos. Ahora mismo León es un hervidero de arte, en el que no sólo destaca la literatura, sino también otras disciplinas, como la pintura, la escultura, la fotografía y hay gente muy buena en todas esas ramas”, señala optimista la autora de 'Tierra de raíces y amores', cuya escritura y publicación ha supuesto un inesperado “alumbramiento”, puesto que nunca pensó, ni tuvo intención de editar y, por ello, nunca lo había intentado.

“Un libro 'viejo', si por viejo entendemos algo escrito hace mucho tiempo, aunque haya sido revisado con posterioridad y remozado, con la inclusión de algunos nuevos poemas también, pero en su esencia están las vivencias de mis primeros años de escritura... El titulo trata simplemente de reflejar lo que hay escrito dentro: mi amor por mi tierra, en la que están mis raíces y mi familia y también todo y a todos cuantos quiero. Su contenido es por tanto un reflejo de todos mis sentimientos hacia León, hacía el Páramo y hacía mi pueblo y hacia mi gente. Es un libro que ha nacido en la distancia para mostrarse en la cercanía”.

Aparte su ópera prima en solitario, ha colaborado en diversas antologías poéticas y de relatos, aunque subraya que le ha hecho especialmente feliz su colaboración en aquellas obras cuya finalidad ha sido la ayuda a colectivos necesitados.

“Casi todas las aportaciones que he hecho en otras antologías, corresponden a la creación de una época más cercana (la última década) y a una escritura más comprometida con los problemas y las situaciones sociales que nos ha tocado vivir, especialmente en poesía. En cuanto a mis relatos más actuales, casi todos tienen un poso de crítica y de intento de cambiar algunas cosas... Actualmente estoy disfrutando también de mi colaboración en la revista digital madrileña, de relatos, 'Alquimia literaria'”, añade Charo, que también ha sido galardonada con algunos premios, que le han servido de estímulo para seguir escribiendo.

Cuenta que escribe a diario, siempre que puede, y su salud se lo permite. Hace tiempo que tiene escritos unos cuantos libros de poemas y relatos terminados. Y ahora espera que salga pronto su próximo poemario, que cree que sorprenderá y hará pensar; “es muy diferente al anterior y su temática es tan cercana a nuestras propias vidas, que los lectores se sentirán reflejados en cada uno de sus poemas”.

Creo que en un mundo en el que, en muchos momentos, los valores están en tela de juicio, cuando no ausentes, es bueno que el relato haga reflexionar sobre ellos y enseñar algo al respecto a quién lo está leyendo, sin caer en la moralina

Al mismo tiempo está recolocando y seleccionando algunos relatos para ver si alguna editorial se anima a editárselos, “pero eso aún está en el aire”, resalta Charo, que se considera bastante ecléctica en sus lecturas, desde Santa Teresa de Jesús o Góngora, pasando por los clásicos: Cervantes, Lope de Vega, Calderón de la Barca, hasta llegar a Rosalía de Castro, Bécquer, Rubén Darío, A. Machado, M. Hernández, Lorca, Pérez Galdós, Valle-Inclán, Pablo Neruda, Blas de Otero, Alberti, Benedetti, Mistral, Celaya, Octavio Paz, Gloria Fuertes, Pizarnik, Alfonsina Storni, Dickens, Wilde, Byron, Shakespeare..., Tolstoi, Delibes, García Márquez, Vargas Llosa, A. M. Matute, Sánchez Dragó, Pérez Reverte, Baricco, Kundera... “y otros poetas y narradores contemporáneos, compañeros y amigos que no nombro por no dejar excluido a nadie...”. Asimismo, es probable que, en su forma de escribir, esté influida por la Filosofía, Psicología, Pedagogía, Antropología y Sociología.

LA ESCUELITA

Aún emanan sus húmedas paredes

números, letras, e historias escondidas

y en su ancha estancia, recogidas,

se hallan las voces de pequeños impúberes

que aprendían las vidas, aun no vividas.

En el medio un leñero con estufa de hierro

calienta el ánimo, las manos y el espíritu

y con los cepos de las vides del invierno,

recogidas en los campos ya baldíos,

los sabañones se acobardan sobre el cuaderno

y se mantienen las fuerzas frente al frío.

A la voz de Angelita, así se llama,

la Seño que enseñaba lo poquito

que hacía falta aprender en esa hora...,

todos atentos, obedientes y solícitos,

contestábamos sus preguntas, sin demora,

repitiendo las lecciones como auténticos loritos.

Al frente el mapa, la foto, un crucifijo,

cuelgan del alma como un lastre pesado

que vigilan la actitud y hasta el pecado

no cometido, y que sólo alguien predijo,

por pensar, siquiera, en haberse equivocado.

A los recreos, la espesa leche americana

batida con esmero contra grumos

y prestada y fría, sin malos humos,

era vertida como en una palancana

que alimentaba gorrones inoportunos

endeudándonos a todos para mañana.

Aún emanan en sus húmedas paredes

la ilusión, el recuerdo, lo aprendido...

el deseo de revivir lo allí vivido...,

pero cerradas sus puertas, sin enseres,

sin aula, ni libros, ni nada por el estilo

sólo vacía, sin pizarra ni papeles

la escuelita mantiene su equilibrio

a duras penas, sin niños, ni deberes.

(Charo de la Fuente, 'Tierra de raíces y amores')

Entrevista breve a Charo de la Fuente Mar

“Escribo para vivir, y vivo gracias a que escribo, aunque no viva de lo que escribo”

¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?

Sin duda, mi libro de cabecera es 'El principito'. Está sobre mi mesilla desde hace....¡ufff!! Ni me acuerdo, está viejín, pegado, grapado....jajaja, casi como yo..., jajaja, pero es un libro recurrente en mi vida. Cada vez que lo releo, o releo alguna de sus partes, me enseña algo nuevo.

Foto de portada FJVG.

Siempre se lo he recomendado a aquellas personas con problemas con las que he trabajado.

Un personaje imprescindible en la literatura (o en la vida).

Es muy difícil decir uno solo..., ¡ummm!, no sé, en literatura, quizá y, aunque resulte un tópico, Cervantes, por lo que ha supuesto de conocimiento global de nuestra literatura y nuestro idioma. Y en la vida...., creo que cualquiera cuya vida haya ayudado a mejorar la de los demás.

Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable).

Me vas a permitir no contestar esta pregunta, y no porque no haya alguno que me haya resultado así, sino por el respeto debido a cualquier escritor que se expone y expone su obra a la crítica de los demás. En ese sentido todos merecen respeto y catalogarlo de insoportable me parece que sería faltar a ese respeto.

Un rasgo que defina tu personalidad.

Quizá no sea yo la que debiera contestar a esta pregunta, puesto que somos la suma de lo que ven los demás de nosotros, lo que vemos nosotros mismos y lo que realmente somos; pero, si tengo en cuenta lo que los demás dicen sobre mí al respecto..., pues podría definirme como una persona honesta, sensible, buena gente...

¿Qué cualidad prefieres en una persona?

¿Puedo decir más de una?, las mismas que intento cada día cultivar en mí: la humildad, la sinceridad, la empatía, la generosidad, la inteligencia, el afán de superación...

¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?

Lamentablemente no puedo tener ni dar una opinión positiva al respecto. Me duele y me preocupa el futuro de los jóvenes en esta sociedad nuestra que los ha preparado mejor que a las generaciones anteriores y ahora no les ofrece un trabajo digno ni una forma digna de vivir.

Creo, sinceramente, que la corrupción ha llegado a un grado tal y a tantas esferas de la vida política y social de este país, que sólo cabe una auténtica REGENERACIÓN de todas ellas.

Lamento decir que nunca había sido tan pesimista como ahora, por eso muchos de mis poemas son muy críticos al respecto.

¿Qué es lo que más te divierte en la vida?

No hay una sola cosa. Me divierte escribir, dibujar, cantar, leer, escuchar música, el teatro, el cine...

Puedo decir que me divierte VIVIR, cuando el dolor me da una tregua, y puedo compartir todo eso con los que quiero.

¿Por qué escribes?

Porque, para mí, es una necesidad básica, como comer, dormir...

Cuando abrí mi perfil de Facebook, puse una frase mía que explica claramente por qué escribo: “Escribo para vivir, y vivo gracias a que escribo, aunque no viva de lo que escribo”

¿Crees que las redes sociales, Facebook o Twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?

No, yo creo que cada uno tenemos una forma de expresarnos por escrito, ni mejor ni peor que la de los demás, simplemente distinta. Las redes sociales pueden hacer que te conozcan y te lean más personas que si sólo estás en tu casa..., pero influir en el estilo literario creo que no.

¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?

Cuando escribí mi tesis lógicamente utilicé numerosas fuentes bibliográficas para trabajar la primera parte dedicada al Marco teórico. La literatura es otra historia, yo no utilizo ninguna fuente literaria para escribir, a veces me levanto en plena noche..., y desvelo a quién no debo, jajajaja..., porque me he despertado con la cabeza llena de cosas y necesito plasmarlas rápidamente, como algo impulsivo e incontrolable. Además las musas son caprichosas y si no sabes recibirlas bien y a tiempo se largan jajaja...

Mis fuentes literarias son mi imaginación y mi necesidad de expresar.

¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?

Al principio, colaboré asiduamente, como escritora, en el blog de 'Cuento Cuentos Contigo', de hecho hay varios relatos míos en él, y ahora lo sigo de vez en cuando.

En algún momento he estado tentada de abrir uno personal, pero no me llevo muy bien con las nuevas tecnologías, salvo para cosas de andar por casa, así que de momento, como herramienta literaria, no escribo en ninguno, y sólo esporádicamente leo alguno.

Ahora mismo el único blog que leo, y que espero con ansia a que cuelgue cosas nuevas, es un blog llamado 'Los nativos de Nowhere', porque es el blog de mi hija, Patricia, que también es escritora, y porque, al margen de mi “pasión de madre”, me encanta lo que escribe y cómo lo escribe, y, como está fuera, me siento más cercana a ella cuando lo leo.

Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.

“La raíz escondida no pide premio por dar frutos a la rama” (R. Tagore)

(Y esa frase la interpreto y explico como: Hay que ser generosos sin esperar nada a cambio. Si la generosidad y la reciprocidad fueran el pan de cada día en nuestra forma de interactuar con el mundo, otro mundo mejor habría..., estoy segura).

Etiquetas
stats