Noemí Sabugal: “El periodismo es una buena escuela de escritura porque obliga a la concisión, comprobación de datos, y cierta limpieza estilística”

Noemí Sabugal

Manuel Cuenya

La felicidad no existe en esta tierra.

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Hay que creer en Dios.

Nunca seremos felices sin Dios. Aquí no hay más que miseria 'para nosotros. Tenemos que confiar en él. Es la única manera.

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No podemos ser felices aquí, creedme. Hay niños que se mueren de hambre en África, hermanos nuestros. No podemos ser felices hasta que el último de esos niños hermanos nuestros sea feliz. Eso es lo justo.

Hay hombres que aún son esclavos. Son esclavos de sus vicios, del alcohol y de las drogas, esclavos de su envidia y de su violencia, esclavos del Diablo...

(Noemí Sabugal, extracto del capítulo 'Lucerna', incluido en 'Una chica sin suerte')

Autora de la reciente novela 'Una chica sin suerte', Noemí Sabugal es periodista y narradora vocacional pues ya sentía la necesidad de fabular, según ella, cuando ni siquiera sabía leer ni escribir.

Cuenta que se inventaba historias que luego les contaba a sus padres y a su hermana en su tierra natal de Santa Lucía de Gordón, pueblo minero que, en su opinión, le ha hecho estar en contacto con un trabajo muy duro y con una forma de vida que interrelaciona y afecta a toda una comunidad.

“La vida en las cuencas mineras, para bien y para mal, tiene sus singularidades. La minería, con la muerte acechando en el grisú o en los derrabes, es una profesión que lleva a una forma de vivir el día a día. El declive actual del valle de Gordón y otros municipios próximos, tanto laboral como demográfico, también me afecta y me preocupa”, sostiene Noemí, que se define como una gran lectora, habida cuenta de que leer es una forma de vivir más.

En su caso la lectura le ha ayudado a salir de los estrechos límites de su propia vida y su propio yo, con lo cual su inmersión en la lectura ha sido muy profunda. “Y esto lo sigo buscando en los libros. En la lectura siempre hay una búsqueda hacia afuera y otra hacia adentro –aclara–. Primero se es lector, que es una forma de estar en el mundo, y después, sólo en algunos casos, se escribe. En mí era muy fuerte la necesidad de crear mis propias historias. Lo primero que escribí fue poesía. Después, cuentos. Y, ya en la adolescencia, alguna novela que no llegué siquiera a concluir”.

En la actualidad (ya desde hace algunos años), Noemí Sabugal vive en Ponferrada. Y cree que, de alguna forma, el Bierzo tiene unas características parecidas a su tierra de Gordón, aunque en el Bierzo –matiza– con una mayor presencia de la actividad agrícola. “Y, tanto en el caso de Gordón como en el del Bierzo, su naturaleza y sus montañas abren la mirada a la belleza”, apostilla Sabugal, quien, después de ejercer el periodismo en diferentes medios, entre otros 'Diario de León' o 'La Nueva Crónica' (donde sigue publicando artículos de opinión), siendo reconocida su labor en 2005 con el Premio de Periodismo de Castilla y León Francisco de Cossío por su reportaje 'De cruce de caminos a cruce de culturas' sobre la inmigración en el barrio leonés del Crucero, trabaja como profesora de lengua y literatura en el Instituto de Educación Secundaria de Fuentesnuevas.

“He llegado a la enseñanza de forma exploratoria y aprendo mucho cada día. Es otra vía para estar en contacto con la literatura y la comunicación, en este caso de persona a persona. Pero aún no sé qué puede aportar a mi escritura. Es una experiencia que, como las demás, también podría convertirse en material literario en algún momento”, afirma Sabugal, convencida de que entre el periodismo y la literatura existe relación, “pero sólo a veces”, sobre todo en las columnas de opinión, “que es el género periodístico en el que la escritura puede ser algo más libre, en el que puedes salirte de las necesidades que marca la información”.

La vida en las cuencas mineras, para bien y para mal, tiene sus singularidades. La minería, con la muerte acechando en el grisú o en los derrabes, es una profesión que lleva a una forma de vivir el día a día

Asimismo, también se pueden utilizar muchos recursos literarios, a su juicio, en la crónica y el reportaje, porque la mirada es más personal. “Pero en la noticia, el estilo debe hacerse más invisible, porque su peso puede estropear la efectividad de lo que se pretende, que es informar. En todo caso, el periodismo es una buena escuela de escritura porque obliga a la concisión; a la comprobación de datos, que también es importante en la documentación para la novela y el ensayo; y exige una cierta limpieza estilística”.

Con dos novelas reconocidas, enmarcadas en el género negro, 'El asesinato de Sócrates' (Alianza, 2010), que fuera finalista del XI Premio de Novela Fernando Quiñones y elegida por el Ministerio de Cultura para representar a España en el XI Festival Europeo de Primera Novela de Budapest, y 'Al acecho' (Algaida, 2013), que recibiera el Premio de Novela Felipe Trigo en la XXXI edición, Noemí nos ofrece ahora una obra de corte diferente. Se trata de 'Una chica sin suerte (Ediciones del Viento, 2018) sobre la cantante de blues norteamericana Willie Mae “Big Mama” Thornton adicta al alcohol, en concreto al bourbon con leche, maltratada, “una historia llena de música, soledad y ciudades bajo la lluvia”.

Un recorrido por diferentes ciudades, basado en una gira que hiciera Big Mama por Europa en 1965, en la que figuran Baden-Baden, Berna, Lausana (“Suiza es una nación de campesinos”), Zúrich, Lucerna, Basilea (“El Ayuntamiento de Basilea es como un tomate maduro, pero cuadrado y con una torre”), Mannheim, Bremen, Copenhague, Estocolmo, el Berlín del Muro (“esta parte de la Friedrichstrasse siempre está animada”), Bruselas, Amsterdam-La Haya (Den Haag), Manchester, Newcastle, Glasgow, Belfast, Dublín, Birmingham, Bristol, Londres, Düsseldorf, Iserlohn, Múnich, Frankfurt, Estrasburgo, París (“existe un París que se corta las venas y un París que ríe mientras bebe champán”), Barcelona (“Barcelona es diferente a las ciudades que han visitado hasta ahora... En parte es por la luz, más brillante y limpia, pero sobre todo es por la gente”) y Ginebra (“el lago es un gran vientre negro que devora la lluvia, un vientre de piel tensa que se estremece con cada gota”).

Narrados algunos capítulos en primera persona del singular, desde el punto de vista de su protagonista, y la mayor parte en tercera persona (en un narrador digamos omnisciente), Noemí nos muestra las difíciles circunstancias en que viviera Big Mama, la dureza de su vida, sus zonas sombrías, su afán por cantar y aun crear (“me enseñé a mí misma a cantar y a tocar la armónica y la batería... Mi forma de cantar viene de la experiencia. De mi propia experiencia. De mis propios sentimientos”), su condición de mujer afroamericana en unos tiempos muy adversos. Y le permite reflexionar a su autora, a través de la voz de Big Mama, acerca de temas como la lucha por los derechos de los afroamericanos y el origen del blues en la esclavitud, la inestable situación política y social en los años sesenta. “O, en lo íntimo, la frustración y ansiedad que siente cualquier artista que se coloca frente a la mirada de los demás y a la suya propia para juzgarse”.

Aunque en esta ocasión no estemos ante una novela negra, la columnista de 'La Nueva crónica' ha vuelto a apostar por un personaje marginal, en este caso una afroamericana (“Soy gorda. Y negra. Pero valgo más que todos vosotros, bastardos”), habida cuenta de su querencia por personajes complejos, torturados. Como ya ocurriera con el protagonista de su ópera prima, un inspector de Policía incapaz de quererse y de querer a los demás, que es en verdad un reflejo de la sociedad en la que vive.

Destaca su creadora que en su obra hay un interés de búsqueda y de aprendizaje. “También el enfoque sobre cómo se relacionan las personas con el momento histórico que les ha tocado vivir, si les cambia o les falsea. Además, el esfuerzo por conseguir una mirada distinta y una voz personal. Y también una mezcla entre la ternura y lo cruel; una cierta fiereza, tal vez”, apunta esta periodista, narradora y profesora leonesa, convencida de que la calidad y variedad de la literatura de los escritores leoneses es enorme. “Da bastante respeto escribir leyendo a los que nos preceden: Gamoneda, Llamazares, Aldecoa, Mestre, Merino, Díez, Aparicio, Guerra Garrido o Santiago. Así que los 'nuevos' hacemos lo que podemos y tratamos de seguir nuestro propio camino, aunque no sabemos todavía si seremos un reemplazo a la altura”.

Cree que ahora mismo hay muchos escritores interesantes en la provincia, con estilos y temáticas muy distintos. Y por fin también hay un grupo de escritoras jóvenes leonesas –precisa–, o muy ligadas a la provincia –muchas de ellas poetas–, que en los próximos años seguirán trayectorias interesantes. “Me olvidaré de muchas, pero al menos citaré algunas como Marta del Riego, Violeta Serrano, Ana Isabel Conejo, Raquel Lanseros, Ana Merino, Sara Gallardo o Alba Flores”.

He llegado a la enseñanza de forma exploratoria y aprendo mucho cada día. Es otra vía para estar en contacto con la literatura y la comunicación. Pero aún no sé qué puede aportar a mi escritura

En estos momentos, aparte de la presentación y promoción de su “Chica sin (demasiada) suerte” (en Ponferrada presentará este jueves 11 de abril a las 20 horas en el bar Coherencia, acompañada por el músico y profesor de jazz Gio Yáñez y el escritor y director del Teatro Bergidum Miguel Varela), Noemí está trabajando en un nuevo libro, aunque prefiere no hablar mucho de los proyectos en curso.

“A ver si consigo algo interesante o fracaso. Ya veremos”, especifica esta devota de escritores como Clarín y Rulfo, Gamoneda y Vilariño, Munro y O'Connor, además de algunas autoras españolas actuales con una voz singular y muy potente, como Sara Mesa o Marta Sanz.

Entrevista breve a Noemí Sabugal

“Nunca he creído que cualquier tiempo pasado fue mejor”

¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?

Muchos y pocos a la vez. 'El libro del frío', de Antonio Gamoneda, por ejemplo.

Un personaje imprescindible en la literatura (o en la vida).

Imprescindible es mucho decir.

Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable).

Todos aquellos que tomen a los lectores por idiotas y den ideas ya masticadas muchas veces.

Un rasgo que defina tu personalidad.

La constancia en lo que me interesa, supongo.

¿Qué cualidad prefieres en una persona?

La bondad y la educación.

¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?

Eso es difícil de resumir en unas líneas. Pero diré que nunca he creído que cualquier tiempo pasado fue mejor. El que lo piense, que coja algún ensayo histórico y compare.

¿Qué es lo que más te divierte en la vida?

No sé, los que se toman demasiado en serio a sí mismos.

¿Por qué escribes?

Porque leer y escribir es parte de mí.

¿Crees que las redes sociales, Facebook o Twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?

No.

¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?

Muchas y en ampliación. Bebo de todas las fuentes cuyo sabor me guste.

¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?

Leo con asiduidad el blog de Marta Marne: 'Leer sin prisa', porque es una lectora increíble y siempre me descubre cosas.

Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.

No sé. Me gusta bastante la de vive y deja vivir.

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