Camino Ochoa: “Me impresionó leer muy joven El Quijote, pero me enganchó para posteriores lecturas”

Camino Ochoa

Manuel Cuenya

Creadora del proyecto de literatura infantil y juvenil (LIJ) 'Charín', en homenaje a Charo González, la esposa del poeta bañezano Conrado Blanco, quien fuera el impulsor y financiador de esta idea, Camino Ochoa Fuertes es maestra vocacional y autora del cómic 'Adefonsus Imperator' sobre la vida de Alfonso VII, que ha ilustrado el conocido artista leonés Lolo.

“La creación del cómic supuso aprendizaje y diversión, fue verdaderamente placentero escribirlo. Me siento satisfecha al conocer cómo se ha utilizado en las aulas para dar a conocer la figura del personaje”, afirma Camino Ochoa, cuyo proyecto 'Charín' es conocido dentro y fuera de la frontera leonesa, tanto por Premio Nacional de Poesía Infantil que otorga como por una antología poética destinada a la población infantil y aun por una revista en la que jóvenes y niños/as tienen su propia sección de creación literaria y gráfica, con el fin de fomentar la lectura y promover la cultura.

Camino Ochoa se muestra orgullosa, sorprendida de haber creado ella sola este sueño hecho realidad y haberlo podido mantener a lo largo de estos diez años. En todo caso, agradece al mecenas Conrado Blanco que confiara en ella para llevar a buen puerto esta apasionante tarea, así como al actual Presidente de la Fundación, cuya sede está en La Bañeza, y a la casi totalidad de Patronos que respetan su entrega a este hermoso proyecto, siendo fieles al benefactor Conrado.

“Para mí, es un lujo que autores de gran talla literaria y humana colaboren en las antologías, así como la aportación del ilustrador, Fernando Noriega. Todos ellos son los verdaderos protagonistas de las publicaciones”.

Autora de 'Juegos Infantiles leoneses', que fuera su ópera prima, un libro pionero en el tema de juegos leoneses, un trabajo riguroso que ha ido ampliando con los años, pero que no ha vuelto a editarse. En todo caso, recuerda que este libro lo escribió con ilusión. Y que le ha procurado satisfacciones porque algunos centros escolares, incluso algunas Facultades de Educación, lo han tomado como referente para trabajar con el mismo. “Cuando hoy día lo contemplo, me produce cierta dosis de candor y de ternura... De él, me quedo con la aportación literaria, más que con la lúdica”, señala Camino, maestra que encuentra un fuerte vínculo, de continuo aprendizaje, entre su profesión y su labor como narradora, pues ha podido constatar, asegura ella, que la población infantil ama la narrativa, la poesía. Y cree que todo maestro/a debería amar la literatura, para ser un buen mediador de la misma, de lo contrario malamente conseguirá que el alumnado se beneficie de los placeres que procura esta materia.

No todo vale en LIJ (hay barbaridades y ñoñerías); de ahí que si veía en un libro de texto una lectura que no iba a gustar a los alumnos o no se ajustaba a sus necesidades o intereses, la olvidaba, escogía otra o se lo escribía yo misma

En este sentido, está convencida de que la llamada LIJ es importante para la formación de la sensibilidad de los chicos y chicas, para su creatividad, para su futuro... “Por eso hay que tener cuidado con los textos que se les ofrece”, matiza Camino Ochoa, que se considera gran lectora, desde siempre, pero sobre todo, desde que empezara a ejercer su profesión como maestra, ha puesto más cuidado en escoger las lecturas más apropiadas para sus estudiantes, “no todo vale en LIJ (hay barbaridades y ñoñerías); de ahí que si veía en un libro de texto una lectura que no iba a gustar a los alumnos o no se ajustaba a sus necesidades o intereses, la olvidaba, escogía otra o se lo escribía yo misma. Cuando comprobaba que mis textos les entusiasmaban (los niños son unos excelentes críticos) me sentía más empujada a escribir. A veces, ellos también hacían de escritores”, explica esta autora leonesa, que reconoce como el entorno escolar le ha abierto un campo para crear revistas literarias y libros conjuntos elaborados por niños/as y sus familias.

“Estar tantos años en contacto con los niños en las aulas ha hecho que me haya centrado más en la LIJ y haya descuidado un poco la escritura para los adultos”, precisa esta creadora, que también ha escrito poesía, cuentos infantiles, incluso teatro para una población no sólo infantil sino también adulta, aparte de sus colaboraciones en revistas y antologías.

En estos momentos, está inmersa en la recopilación de su obra de LIJ (poesía y teatro), que tiene dispersa en diversas publicaciones junto a textos que se esconden en un cajón... “A medio plazo quiero concluir un volumen con poesía para adultos con obra dispersa en otros volúmenes”. Y su gran proyecto por ahora es acabar un libro de cuentos que va, según ella, por muy buen camino y que prevé que vea la luz en menos de un año.

Infatigable, sigue trabajando y colaborando con Pilar Geraldo, la directora de un hermoso proyecto: “la edición anual de una de las mejores antologías nacionales de LIJ que promueven el Museo del Niño y la Diputación de Albacete”.

La creación literaria como pasión

Asimismo, prepara encuentros en distintas universidades nacionales para hablar a los estudiantes de escritura creativa y de las posibilidades que da la poesía en las aulas. “Esos encuentros los haré extensivos en centros escolares de nuestra provincia”, apostilla Camino, que vive la creación literaria como una pasión donde siente una gozosa sensación de paz y de libertad. Una pasión literaria que tiene sus raíces en la infancia –rememora– escuchando poemas, cuentos, retahílas, romances... de sus padres, leyendo junto a ellos.

Cuenta que siendo pequeña le entusiasmaban los cuentos de gatos y de hadas, que jamás le hicieron gracia las brujas ni los “niños malos o traviesos... Después, vinieron mis propias lecturas y mis escritos breves”, concreta.

Los niños son personas, con capacidad crítica, con sensibilidad que aman la literatura, desde pequeños; si les damos buenos textos, no se alejarán de ella

Entre estas lecturas figura 'El Principito', que ha leído varias veces. Y, antes de la adolescencia, cayó en sus manos 'El Lazarillo', “aquellas andanzas del pícaro y su desventurada vida dejaron impactada mi alma infantil: 'descolocada y preocupada' (pude entender muy poco, más bien sufrir). Me impresionó leer muy joven el Quijote, pero me enganchó para posteriores lecturas”.

Su vocación escritora comenzó en la adolescencia de la mano de su madre, que la animaba, “era ella una jueza implacable de mis escritos. Cuando ganaba algún premio no dejaba de pensar en que aquello era en parte suyo por tanta corrección que me exigía. Nunca dejaré de agradecer su impagable paciencia y sus enseñanzas”, reconoce Camino, que dice ser perfeccionista en su modo de abordar la escritura, porque le gusta corregir varias veces sus textos y suele confiar en sus amigos escritores para que valoren sus escritos antes de que salgan a la luz definitivamente.

“Para mí escribir supone disfrutar, pasión, alegría; supone auto-exigencia (rigor) y también dejar en libertad lo que siento en mi interior, dar vida a emociones y sentimientos. Reflexiono sobre el lector, que me produce un gran respeto cuando me enfrento al papel en blanco, no se trata de rellenarlo con cualquier cosa... Creo que a los demás autores les puede motivar lo mismo que a mí el hecho de la producción literaria, pero al igual que cada persona es única, esas motivaciones pueden ser divergentes”, expone Camino, consciente de que, cuando se escribe, lo que sea, debe buscarse la calidad literaria, porque “no todo vale”, y un texto sencillo no debe ser simplón, ni debe aproximarse a las ñoñerías ni a los tópicos.

“Los niños son personas, con capacidad crítica, con sensibilidad que aman la literatura, desde pequeños; si les damos buenos textos, no se alejarán de ella”, sostiene, sabedora de que no resulta fácil escribir para la población infantil, aunque en tiempos no tan lejanos –recuerda– se asociaba la LIJ con un género menor, “como si fuera la hermanita pobre de la literatura”, tanto es así que dice conocer a respetados autores de gran prestigio en nuestras letras que expresan su temor a no estar a la altura de escribir para el público infantil y cuando se ponen a ello producen auténticas maravillas, “pero su partida inicial era la del rechazo provocado por ese temor”, añade esta creadora leonesa, que se siente feliz en la capital, “una ciudad tranquila, rica en cultura y en arte que no paro de admirar. Un lugar que me da paz”, donde naciera y donde vive con su familia. “No obstante, a veces, siento la necesidad de salir con el fin de ver otros horizontes que me aporten aire fresco; así al regreso saboreo con nueva energía el sosiego de las calles y de sus gentes. A partir de la observación de lo que veo aquí y fuera, amplío y extraigo experiencias que plasmo en la literatura”.

Como buena leonesa, está encantada con que en León haya una buena cantera de escritores, especialmente autores y editores que destacan dentro del panorama de la LIJ porque es su mundo. Y por supuesto le interesan poetas de la tierra como Colinas, Raquel Lanseros, Ana Merino... Y está en contacto permanente con muchos creadores/as que son punteros en la actualidad, por ejemplo con Ana María Romero Yebra, Torices, Marisa López Soria, Carlos Reviejo, Carlos Murciano, Sagrario Pinto, Javier Alfaro, Carmen Gil, Jorge de Arco, Antonio Teixeiro, entre otros muchos.

Vuelvo con frecuencia a los versos de Lorca, de Machado, al humor de Valle- Inclán... a las reflexiones con Unamuno, con Baroja...

A este respecto, sus escritores preferidos son los clásicos, “también en la LIJ”. Y se sigue quedando con los autores de la Generación del 98 y del 27. “Vuelvo con frecuencia a los versos de Lorca, de Machado, al humor de Valle- Inclán... a las reflexiones con Unamuno, con Baroja...”, apunta Camino Ochoa Fuertes.

Entrevista breve a Camino Ochoa Fuertes

“No hace falta salir fuera de España para apoyar grandes causas, tenemos cerca niños y adultos en la pobreza, en medio de situaciones de continuo sufrimiento”

¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?

Son varios pero con frecuencia vuelvo al Quijote (lo he leído entero más de dos veces).

Un personaje imprescindible en la literatura (o en la vida).

Cualquiera que sea sensible y sabio de la vida, y si me hace reír, mejor.

Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable).

El autor insoportable lo traslado a la persona, es decir, huyo de los arrogantes, los que padecen lo que denomino el “complejo yo-yo” sin tilde: yo digo, yo hago, yo tengo, yo soy amigo de...yo, yo...

De un libro huyo rápidamente cuando no me atrapa a partir de la tercera o cuarta página, abandonando su lectura por un tiempo indefinido, pues lo escondo lo más lejos de mi vista y de mis manos.

Un rasgo que defina tu personalidad.

La sensibilidad.

¿Qué cualidad prefieres en una persona?

La bondad

¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?

La política actual necesita seriedad, profesionalidad, respeto a los ciudadanos y sensibilidad para atender a los acuciantes problemas sociales y económicos. Me duelen las desigualdades económicas y los graves problemas de la gente que lo está pasando verdaderamente muy mal. No hace falta salir fuera de España para apoyar grandes causas, tenemos cerca niños y adultos en la pobreza, en medio de situaciones de continuo sufrimiento; sólo hay que saber mirar para ese lado de la vida que está en nuestro entorno próximo.

Creo que estamos en una sociedad materialista, poco consciente de que hay que atender los valores espirituales, aunque sean valores que no cotizan al alza. Hablamos de la crisis, en general, de la económica, pues deberíamos reflexionar, desde mi punto de vista, sobre la crisis de valores.

¿Qué es lo que más te divierte en la vida?

¡Uf! Me divierten muchas cosas: la compañía de mi hijo, que es muy buena persona, alegre, simpático e irónico, estar con mi marido -que es estupendo- y con la familia y amigos que tan bien sientan a mi alma, una buena conversación, hablar y reír con los niños, contemplar la naturaleza, leer un buen libro, pasear a primera hora de la mañana por cualquier calle vacía de mi ciudad, ver una buena película, jugar con un gato... y, por supuesto, escribir.

¿Por qué escribes?

Escribo porque me hace feliz, también porque alguna de mis palabras puede calar en el alma del lector y ayudarle a ser un poco más feliz riendo, pensando, compartiendo...

¿Crees que las redes sociales, Facebook o Twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?

En mi caso no. Soy un poco antigua en esto. Aunque estoy en las Redes, no las utilizo para este fin.

¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?

El poso que me ha dejado y me deja la lectura de los grandes de la literatura, tanto los actuales como los pasados, de todos aprendo.

¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?

Conozco varios blogs interesantes pero yo no soy partidaria de tener uno propio, no sé si lo repensaré en un futuro cercano.

Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.

“El mejor síntoma de salud es tener la conciencia limpia, se puede curar una enfermedad, pero del alma sucia, nadie te cura”.

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