Jesús Vidal: “Hay algo que tengo claro, que no tengo techo”

El leonés Jesús Vidal con su preciada estatuilla del Goya al mejor actor revelación del año pasado . / Pedro J Pacheco / Commons Wikipedia

C.J. Domínguez

Es el hombre del momento. El teléfono de Jesús Vidal echa humo, no menos que las redes sociales, desde que bien entrada la noche del pasado sábado se metiera a España entera en el bolsillo con uno de los más emotivos y humildemente reivindicativos discursos que se recuerda de un premiado en la ceremonia de los Goya.

Es oficialmente desde entonces el mejor Actor Revelación, aunque su andadura como intérprete (y escritor de teatro, y productor...) viene de lejos, y se fraguó sobre el escenario del Teatro Albéitar en León. Y es Jesús también una revelación de humanidad, que resumió con tres palabras (“inclusión, diversidad, visibilidad”) y con un recuerdo hacia sus seres queridos, leoneses los más, que dejó miles de lagrimas en miles de ojos de miles de personas.

Este lunes, ya más descansado en la casa de Madrid en la que vive desde hace cinco años, ya dispone de un poco de perspectiva después de la vorágine de su éxito y el de su primera película, Campeones, y atiende la llamada de iLeon.com que el domingo le resultó imposible atender. Y recuerda cómo una persona con discapacidad visual severa ha llegado hasta aquí, hasta la cumbre. Desde su León.

- Desde León al cielo, ¿no, Jesús?

- La verdad es que me siento profundamente orgulloso de ser de León. Yo he vivido allí siempre, sobre todo en la zona centro y en la del Arco de la cárcel, pero nací en San Esteban, un barrio humilde, un barrio tranquilo, allí crecí como persona. Recuerdo sobre todo las salidas por las noches de charla con los vecinos en veranos, el trato cuando ibas a comprar al ultramarinos, en general me quedo con la relación con la gente. Era una zona muy humilde y disfruté mucho.

(Para estudiar) no es que tuviera más dificultades que, por ejemplo, alguien a quien le cueste mucho concentrarse

- Estudiaste la Licenciatura en Filología Hispánica en la Universidad leonesa, luego vino el Máster en Periodismo... ¿Tuviste especiales dificultades para tan intensa preparación académica?

- A ver, yo he tenido que luchar mucho, pero creo que tampoco hay que magnificarlo. He de reconocer que la Once en su momento, al principio, me ayudó mucho a aprender a prepararme para estudiar, algunas técnicas, es importante. Hay que tener en cuenta que con visión solo en un ojo y apenas el 10 por ciento en el otro, hay que esforzarse bastante. Necesitas aumentar mucho las cosas y eso. Pero tampoco es que tuviera más dificultades que, por ejemplo, alguna otra persona a la que cueste mucho concentrarse, por ejemplo.

- Desde la Universidad, Pepe Tabernero, el alma del Teatro Albéitar, se quedó en tu corazón lo suficiente para que le nombraras y agradecieras en la noche de los Goya.

- Yo llevaba tiempo metido en el teatro amateur, porque si hay una cosa que tuve clara es que quería dedicarme a la interpretación, pero él fue el que tuvo la valentía de ayudarme a estrenar en su teatro, en El Albeitar, la primera obra que yo escribí y produje. Se llamaba 'Sala de espera'.

- Era una obra tuya, en la que mezclabas teatro, performance, danza, poesía y música con una dura historia en honor de los arrinconados de la sociedad. ¿Fue el punto de inflexión?

- Sin duda, después de aquella experiencia tenía claro que mi deseo era dedicarme en cuerpo y alma al teatro y al trabajo de actor.

- ¿Y no corre el riesgo este tsunami de aplausos y elogios que conlleva el Premio Goya al Actor Revelación de frenar tus otras aspiraciones, de escribir o de producir teatro?

- Yo no he dejado de escribir y seguiré haciéndolo, porque es todo este mundo el que me gusta.

- El problema es, ¿se puede vivir de ser actor en España hoy?

- No lo sé, pero yo es lo que quiero, lo tengo claro. Y si hay algo que también tengo claro es que no tengo techo.

No quiero que esto se quede en una sacudida. Con cariño, con paciencia y entreda, las cosas llegan

- Jesús no es el Marín de 'Campeones'. Y tras el éxito habrán llegado ya nuevas ofertas. ¿Temes el encasillamiento, te llegan papeles en el mismo sentido?

- Pues la verdad es que yo ya he venido trabajando en cosas muy distintas. Mi última obra de teatro, 'Cáscaras vacías', que terminamos hace un mes, tenía un registro que está en las antípodas del de Marín en Campeones. Y sí, la verdad es que me llegan cosas que de momento no tienen mucho que ver con la película.

- Te lo pregunto porque otro actor leonés como Carmelo Gómez también levantó un Goya muy joven, estuvo en la cumbre pronto y acabó renegando del cine, o mejor, de lo que de industria tiene el cine.

- Yo quiero explorar cómo es esto y mi experiencia ha sido maravillosa. No sé qué les ha podido pasar a otras personas, pero creo que cada uno es diferente y cada uno tiene sus propios motivos. Ahora bien, sí tengo claro que no quiero que esto se quede en una sacudida, en algo que triunfa, quiero seguir y voy a darlo todo por seguir porque es lo que más me gusta. Con cariño, con paciencia y con entrega, las cosas llegan.

- ¿Cómo fue la preparación del personaje de Marín que ha prendado a toda España?

- Primero, tengo que acordarme de todos los compañeros del reparto, del equipo de Los Amigos, porque también fue éste un trabajo en equipo. Yo afronté este papel partiendo de unos rasgos físicos míos muy naturales y fue incorporando muchas cosas que Jesús Vidal no tiene de Marín, para empezar que yo no tengo una discapacidad psíquica sino visual. Él es claustrofóbico, tiene miedo a los aviones, por ejemplo, nada que ver conmigo. Pero luego gracias también a los coaching y sobre todo a cómo trabaja Javier Fresser, que te deja ir construyendo, pensado todo en equipo junto a mis compañeros, fue cuadrando. Y salió muy bien. Estoy muy satisfecho.

- No me extraña: ¡Un Goya! ¿Estas 48 horas te han hecho sentir, acaso en un segundo, como una estrella?

- ¿Estrella? No, qué va. Mira, yo me tomo esta profesión como una especie de servicio público, porque la gente acude a ver las historias y empatiza con esas historias, ve reflejada su realidad en ellas de uno u otro modo. No puedo confundir esa parte tan bonita de mi trabajo, de disfrutar interpretando, de recoger premios como ha sido este caso, con la fama.

¿Estrella? No, qué va. Yo me tomo esta profesióncomo una especie de servicios público

- Una fama que se habría visto multiplicada por mil si la película hubiera sido finalmente seleccionada para los Oscar de Hollywood. ¿Lamentas no haber podido defender vuestro trabajo y vuestro mensaje allí, en la meca del cine?

- Bueno, sí, hubiera estado bien, hubiera sido fabuloso, pero hay que valorar las cosas según vienen. Ha sido un éxito haber conseguido estar preseleccionados, entre las nueve películas de todo el mundo, y creo que eso ya ha hecho ganar a la película mucha repercusión, que la hayan visto tantas personas en tantos sitios, y que en todos ellos haya llegado el mismo mensaje de inclusión, de normalidad.

- Porque, ¿el mensaje que transmitís en Campeones es universal?

- Yo creo que sí, quizá no en todos los detalles en todos los países, pero en su conjunto se puede entender la diversidad, la visibilidad y la necesidad de inclusión de todo el mundo en cualquier rincón del mundo.

Jamás me olvidaré de mis orígenes. Pero hay que entender que se tienen más oportunidades en una ciudad grande

- Hay mucho orgullo a través tuyo estos días por León. ¿Resulta imposible trabajar en el teatro, en el cine, y vivir en una pequeña ciudad como León?

- A ver, tengo claro que jamás me olvidaré de mis orígenes. Hace cinco años que vine para Madrid pero es que hay que entender que se tienen más oportunidades en una ciudad grande, es lógico.

- ¿Y cómo percibes León en general, y su ambiente cultural en particular, desde esa distancia y después de estos años?

- A mí me parece que León tiene el mundo cultural de una ciudad pequeña pero también que hay mucho interés por la cultura, por todo tipo de manifestaciones de la cultura. Hay que destacar el mérito de mucha gente, de organismos como El Albéitar, que hacen muchísimo por programar teatro, por programar cine, por abrir sus miras. Gente como la del grupo Cuenta Cuentos Contigo... Quizá lo que falte en León sea un apoyo más grande de las instituciones, pero lo digo sobre todo a nivel de aquellas cosas menos comerciales. Pero León está muy bien como ciudad en el ámbito cultural.

Me parece que en León hay mucho interés por la cultura. Quizá lo que falte sea un apoyo más grande de las instituciones, sobre todo a cosas menos comerciales

- ¿Y en el emocional? Porque aquí sigue mucha gente a la que quieres. Y si no, que se lo digan a todos los españoles a los que hiciste llorar al acordarte de ellos en tu discurso...

- Es que lo siento de verdad, mi familia es lo primero, lo mejor. Sin ellos yo no estaría donde estoy.

- ¿Es algo que te salió del corazón o formaba parte de un guión mental?

- Bueno, a ver, uno está seleccionado y todos, como es lógico, preparamos algo, no un guión como tal pero sí unas ideas, unas ideas fuerza, para que te sirvan de guía. Luego es verdad que lo que dije lo dije con el corazón. Y supongo que ambas cosas tuvieron tanto éxito, imagino que porque era un discurso muy distinto, en el que también quise insistir en la necesidad de la inclusión, de que a las personas con discapacidad se nos visibilice y que se admita la diversidad, también en el mundo del cine y el mundo cultural. Es algo en lo que la Academia del Cine ha sido muy valiente al premiar también. Y eso hay que reconocerlo.

Os dejamos este VÍDEO que fue el arranque de la ceremonia de entrega de los Premios Goya 2018, y en el que también jesús Vidal tuvo un 'papel estelar':

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