Néstor Rojas: “Uno escribe de lo poco que conoce y desconoce, de lo que intenta atrapar, inútilmente, con las palabras”

Néstor Rojas

Manuel Cuenya

El misterio es la puerta de lo que no se ve.

¿Quién descifrará el acertijo que esconde la palabra

que nadie ha dicho jamás?

Lo oscuro es la profundidad de lo que mucho brilla,

la forma sin forma que se oculta en su propio resplandor,

el canto escondido en el fuego del silencio,

lo invisible que el aura delata.

Lo sagrado es la nieve de lo que permanece,

el beso en la sangre atado al aire,

el soplo en la cola del viento,

lo hermoso que será develado,

la vida aquí o allá que siempre se mueve.

Nuestro destino está escrito mucho antes de nosotros nacer.

(Néstor Rojas, 'Lo sagrado')

Tuvo que abandonar su “país de la infancia, de la amistad fraterna y amores entrañables” a resultas de la situación adversa, conflictiva que está viviendo en estos momentos una Venezuela con la mayor inflación del mundo. Un país con una economía desequilibrada, en bancarrota, con una población en su mayoría empobrecida, que pasa penurias y hambre, que se muere en los hospitales destartalados –afirma nuestro entrevistado Néstor Rojas–, ya que no puede adquirir los pocos alimentos y medicamentos que se venden a precios exorbitantes en un mercado precario, dominado por los chinos.

“La devaluación de la moneda es diaria y sobrepasa el 95%. La inflación también se alió con la especulación y se está acercando a un millón por ciento anual”, agrega.

Ahora lleva en España algo más de medio año. Y se siente acogido en tierra maragata, que le ha abierto las puertas de la amistad. Ese es el sentimiento del periodista, escritor y artista plástico venezolano Néstor Rojas, al que le dedicamos, con todo merecimiento, esta fragua leonesa.

Se lamenta el autor de 'Antología comentada de la poesía del Orinoco' de que haya tenido que dejar sembradas sus raíces, su paraíso de ríos, sabanas, tepuyes y selvas, “secuestrado por un grupo despiadado de bandidos y corruptos, que saqueó sus riquezas para su beneficio personal, en detrimento de la felicidad de un pueblo que ahora sufre y pasa hambre. Es la triste realidad de una nación rica en petróleo, gas, oro, diamantes, hierro, coltán, thorium, agua, madera, carbón y tierras fértiles”, asegura.

Una situación alarmante, con una dictadura que dispone de unas milicias armadas, cuyos integrantes son ex militares que fueron jubilados o dados de baja. Y que ejerce, en su opinión, un control político de terror, con el respaldo de las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas.

“Con todos estos cuerpos policiales, irregulares, delincuenciales y militares el régimen del terror reprime, encarcela y asesina a mansalva a quienes se oponen a sus pretensiones de perpetuarse en el poder. Hay casi mil presos políticos que son torturados y cuyos familiares no pueden ver. En el 2017 asesinaron a más de 120 estudiantes por salir a protestar. En enero de 2019 acribillaron a 70 estudiantes más”.

Ante este atroz panorama, “hay pocas razones para creer que la dictadura que secuestró el poder vaya a dejarlo democráticamente y menos con negociaciones. Aunque la población ha salido a las calles, de una manera contundente, en millones y millones, agobiada por la escasez de medicamentos y alimentos básicos, con una hambruna y desnutrición en aumento, a pesar de las presiones que está ejerciendo la comunidad internacional para que ese grupito narco corrupto que gobierna deje el poder, no creo que eso suceda a corto plazo. Sucederá, pero a mediano plazo. Tal vez con intervención de fuerzas y gobiernos aliados, comandados por los EEUU”, explica el poeta Néstor Rojas.

“La dictadura ha armado a los delincuentes, que sacaron de las cárceles, para que defiendan a Maduro del pueblo que ha salido a las calles. Protege y ha armado a los grupos guerrilleros colombianos a los que se les encargó la explotación de las minas de oro y diamante. Ya han realizado varias masacres de mineros artesanales. Tienen un cuerpo policial para el terror que se llama el Sebin, que actúa en detrimento del Estado de Derecho: allanan los hogares de los opositores, los llevan preso sin ninguna orden de allanamiento y desaparecen”, sostiene el creador de 'Hexagramas del vértigo', consciente de que más de tres millones de venezolanos han tenido que emigrar para poder comer y ayudar a sus familiares, que han quedado atrapados en la miseria.

Venezuela es un país secuestrado por un grupo despiadado de bandidos y corruptos, que saqueó sus riquezas para su beneficio personal, en detrimento de la felicidad de un pueblo que ahora sufre y pasa hambre

“El éxodo venezolano –porque todos los días salen miles y miles hacia Colombia, Brasil, Perú, Argentina y Chile, sobre todo– ha sido calificado como el mayor desplazamiento forzado jamás registrado en el hemisferio occidental”, nos aclara Néstor Rojas, que confía en que el gobierno de Maduro sea derrocado mediante la oposición liderada por Juan Guaidó, que está teniendo un poder de convocatoria sin precedentes.

Con el descontento de las fuerzas militares y policiales, “Maduro teme incluso por un golpe militar que lo saque del palacio”, precisa este trashumante del espacio, como él mismo se define, que ha encontrado en la provincia de León su lugar en el mundo. Un lugar que le ha ayudado a promover su trabajo pictórico, su poesía. Y lo más importante para él: el afecto y la confianza. Harto importante se nos antoja el afecto.

Una melancolía como de tarde en otoño se demora en mi alma.

Como la despedida en espera de un puñado de tierra.

Como si alguien muy querido se muriera por dentro,

llevado

tal solo por la súplica.

Lo cubre la transparencia de todos los silencios.

Una tristeza como paso fúnebre sigue sus huellas,

se aprieta a los huesos

y no lo deja.

Con ella camina en círculos cada vez más estrechos.

Los días han pasado, pero el dolor no cicatriza.

Escuece la herida por donde discurre esa melancolía que nunca se apaga.

Me hace falta ese calor cotidiano que abrigue tu ausencia.

Existe un solo camino para volver a encontrarme:

el retorno.

Un río entrañable detrás de los ojos

me espera allá afuera

como el puerto del final de mi navegación por la orilla del río.

Llegará la hora de verme entre sus piedras,

al aire libre,

respirando el infinito bajo los resplandores.

(Néstor Rojas, 'Saudade')

Poesía y pintura

Se siente satisfecho asimismo porque ha podido recitar en algunos espacios emblemáticos como la Casa Panero. Todo un símbolo literario en la ciudad de Astorga. Y también ha tenido la ocasión de realizar varias exposiciones pictóricas. Pintar es para él una forma de acercarse a la poesía a través de los colores y formas geométricas.

“La pintura es la materialización de una pasión por los tonos y la gramática del color. Es como volver a ser niño y jugar experimentando con colores y líneas, en la búsqueda de un mundo ajeno a las miserias humanas. Me divierto y relajo pintando. También soy feliz cuando pinto”, señala este poeta, galardonado con el Premio Nacional de Poesía en Venezuela por un libro que da cuenta, según él, de un paisaje mágico de uno de los ríos más grandes del mundo: el Orinoco.

“Pocos lo habían poetizado desde el despojo y el deslumbramiento. Vivir a orillas de un río padre, a un lado de una selva grande y exuberante, plena de misterios y maravillas, fue para mí una experiencia mágica y religiosa, que me llevó a escribir más de 80 poemas, que envié a ese concurso nacional, que me trajo un disgusto y enfrentamiento con el régimen, por no cumplir con las cláusulas establecidas por el premio, que consideraba la publicación de la obra, que todavía se mantiene inédita”.

En todo caso, la escritura creativa es, desde su adolescencia, su manera de vivir, de ver y sentir el mundo, de respirar, un modo de acercarse al misterio a través de las palabras. Ese gusto por la poesía le viene de su abuela paterna y su madre, que eran poetas aunque nunca llegaran a escribir un verso. Él dice sentirse el hombre más dichoso y afortunado del mundo cuando escribe y termina un poema

“Uno escribe de lo poco que conoce y desconoce, de lo que intenta atrapar, inútilmente, con las palabras. Son muchos los naufragios que se llevan por dentro. A veces, podemos asir con la palabra ese barranco que es el alma, que vive al borde del abismo, pero también se revela y rebela como un silencio profundo que no tiene fondo y que se parece -por su inmensidad- al universo”, se expresa con lucidez este autor avalado por varios premios. Y deudor de escritores que lo han conmovido como Rimbaud, César Vallejo, Miguel Hernández, Rosamel del Valle, Eugenio Montejo, José Antonio Ramos Sucre, Salmerón Acosta, Eunice Odio, Alejandra Pizarnik, José Antonio Pérez Bonalde, Rafael Cadenas, Alvaro Mutis, Roberto Juarroz, Eliot, Ezra Pound, Montale, Olga Orozco, René Char o Alfredo Silva Estrada.

Durante su estancia en México pudo formarse y conocer a grandes creadores. “Fue el hallazgo de la grandeza prehispánica, de la poesía de grandes poetas como Alfonso Reyes, Sor Juana de La Cruz, Xavier Villaurrutia, Jaime Sabines, Octavio Paz, José Emilio Pacheco, Efraín Huerta, José Gorostiza”.

Vivió en la Ciudad de México, en concreto en Coyoacán, uno de los barrios acaso más hermosos de la capital, donde se encuentran por ejemplo la Universidad Nacional Autónoma (UNAM), donde cursara estudios de Filosofía y Literatura, el museo de Frida Kahlo o la casa en la que residiera Trotski, “un lugar donde era muy frecuente encontrarte con poetas de renombre”.

Él pudo asistir a recitales de los poetas mencionados y entrevistar a José Luis Ribas, Adolfo Castañón o Álvaro Mutis. “Trabajé como lector de la Gaceta Cultural del Fondo de Cultura Económica, donde también me publicaron poemas”.

También recuerda con cariño su estancia en Irlanda, “que fue el tiempo de la escritura incesante, de la experiencia poética, el compartir artístico y el descubrimiento de excelentes poetas... Realmente conocer Dublín y vivir en la tierra de Yeats, Oscar Wilde, James Joyce, Seamus Heaney o Beckett fue una experiencia maravillosa e inolvidable”.

En The Tyrone Guthrie Centre at Annaghmakerrig, en Monaghan, que es una residencia para artistas que acuden de todo el mundo (entre otros muchos la compositora canadiense Loreena Mackennitt), pudo vivir allí durante una temporada, “como el buen salvaje que descubría la naturaleza, la música celta y la poesía irlandesa”.

Cuenta que en esa época escribió varios libros (todavía inéditos) en aquel Centro o Casa, a la vez tocaba un piano de cola y pintaba todos los días, compartiendo experiencia con pintores, narradores y pintores del mundo entero.

“En Annaghmakerrig viví gloriosos días: encender el fuego para que se calentara la habitación, trotar hasta dos veces al día por el bosque de hadas y duendes, seguido por un perro cazador, leer poemas en un círculo literario a la luz de la luna, nadar en las aguas muy frías de uno de los lagos de Newbliss, caminar con los poetas, pintores y músicos unos pocos kilómetros después de la cena hasta el pub más cercano, donde tomábamos Guinness, bailábamos, fueron experiencias que jamás olvidaré”.

Su inquietud literaria lo llevó incluso hasta capital francesa, que es otra fiesta, por decirlo a lo Hemingway, una ciudad que, de cuando en cuando, “resplandece en su memoria como un abalorio de recuerdos también inolvidables”.

A veces, podemos asir con la palabra ese barranco que es el alma, que vive al borde del abismo, pero también se revela y rebela como un silencio profundo que no tiene fondo y que se parece -por su inmensidad- al universo

Rememora que el mismo día, en que llegara en la mañana al centro histórico de París, se alojó en un hotel donde había estado el poeta Arthur Rimbaud. “Me dieron una habitación, donde en las paredes estaban escritos poemas de él y Charles Baudelaire. En la noche había estado una pareja que dejó flores regadas en la cama y por el piso. En un pretil de la ventana había dos botellas vacías de vino y un olor a perfume de mujer y sexo que me hizo recordar aquellos tiempos románticos de los poetas malditos”.

En la actualidad, está terminando dos poemarios, que lo tienen muy ocupado día y noche. No obstante, encuentra tiempo para coordinar, junto a los poetas PJ Chelmick y Pilar Vega, Lëkolepoetique. Y también lo han invitado a coordinar otra actividad cultural, Versos en Somoza, junto a las poetas Paz Martínez, Luis Miguel Suárez y Pilar Vega, que tendrá lugar en la localidad maragata de Santa Colomba de Somoza.

“Este evento reunirá a poetas, músicos y artistas plásticos que compartirán, junto con los asistentes, las tardes del tercer sábado de cada mes en un marco extraordinario y acogedor”, concluye.

Donde estamos los vivos se confunden con los muertos.

Los caminos desaparecen de noche

y de día parecen espejismos.

Las puertas de las casas siempre están cerradas.

Nadie camina por las calles

Ninguna luz sale de una ventana.

Por las veredas se oyen los vagidos y lamentos de los que se fueron

y nunca más volverán.

Los vientos corren lastimeros como almas en penas.

¿Quién oye el zureo de palomas en la penumbra?

Donde estamos nunca le visto la cara a un niño

ni olfateado el sueño de mujeres envejecidas en el desencanto.

Dicen que en ese pueblo viven invisibles,

para que nadie sepan que existen.

El cielo de tarde en San Román es un manto de ceniza

donde Dios dibuja con la sombra de mis manos

una palabra antigua.

(Néstor Rojas, 'San Román de La Vega')

Entrevista breve a Néstor Rojas

“Uno debe respetarse a sí mismo y respetar a los demás”

¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?

Creo que no leería los libros insufribles que me obligaban a leer en el liceo. Leería por segunda vez 'El Paraíso Perdido' de Milton, 'La Divina Comedia' de Dante, el 'Fausto' de Goethe, 'El Quijote' de Cervantes, el 'Ulises' de Joyce, 'Una Temporada en el Infierno' de Rimbaud. Sé que estos libros son obras fundamentales de la literatura universal, que me dieron una comprensión del universo simbólico, alegórico y metafísico y la visión de un mundo literario de múltiples culturas que se complementan, enfrentan, rechazan y ofrecen variadas lecturas polisémicas para el lector. Pero, en realidad, ya no hay tiempo para volverlos a leer.

Un personaje imprescindible en la literatura (o una persona en la vida).

Ulises de Joyce inventado por Homero. Todos somos Ulises. Es decir, Nadie.

Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable).

La insoportable levedad del ser de Luis Britto García, un escribidor de cuentos, novelas y teatro, ganador en 1970 del premio de la Casa de Las Américas, y que actualmente alaba las políticas de terror del dictador Nicolás Maduro. Es su máximo intelectual de pacotilla.

Un rasgo que defina tu personalidad.

La creatividad: Porque es un delta donde confluyen muchos ríos, que van a dar a la mar que es el vivir.

¿Qué cualidad prefieres en una persona?

La dignidad: Porque te hace valer como persona. Uno debe respetarse a sí mismo y respetar a los demás. No dejarse humillar ni que te degrade nadie. Perder la dignidad es perder todos los derechos y libertades.

¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?

Creo que fue John F. Kennedy quien dijo que si hubiera más políticos que supieran de poesía, y más poetas que entendieran de política, el mundo sería un lugar un poco mejor. La política debería ser un instrumento al servicio de las personas, de cambio social y económico, considerada como un pilar fundamental de cualquier sociedad. Pero no todo lo que hacen los políticos –que son iguales en todas partes– es correcto. Mienten para ocultar la verdad y a veces aplican remedios equivocados a problemas que afectan a la mayoría. También la política es el arte de engañar a los electores, que con frecuencia terminan decepcionados. Decía Charles de Gaulle que la política es demasiado seria para dejarla en manos de los políticos.

La política hoy día ha devenido en politiquería que es el arte de utilizar a los demás, decir tonterías y mentiras sin ninguna vergüenza y hacer cualquier cosa –incluso matar– para conservar el poder. Los politiqueros sin escrúpulos han hecho de la política un negocio rentable y un camposanto, donde los que iniciaron la lucha por los demás fueron traicionados y están muertos; otros fueron convertidos en cadáveres insepultos que hablan con dos caras a la vez como ventrílocuos de los más poderosos. En el mundo político no faltan los animales de carroña que se rigen por la línea del partido que dirige el dueño y socio del burdel de eso que llaman Sociedad.

La sociedad es la fraternidad benefactora de las buenas y malas relaciones de sus miembros. Fue inventada por la hipocresía, como dijera Flaubert

¿Qué es lo que más te divierte en la vida?

La vida es lo más divertido.

Saber que vamos para ninguna parte.

Los libros de autoayuda para encontrar el camino de la felicidad en 30 lecciones.

Las películas de terror comiendo palomitas.

Los discursos inflamables e insufribles de los politiqueros de profesión.

¿Por qué escribes?

Escribo para continuar la tradición de los que leen y escriben para no morir del todo.

Para sobrevivir en un mundo donde la mayoría trabaja y haces cosas inútiles, que no le sirven ni siquiera para aprender a vivir y morir.

Para vivir otras vidas en otros mundos y revivir los recuerdos para que el olvide no los devore.

Porque no sé hacer otra cosa más sensata y lucrativa.

Porque es una manera de ver el mundo y de vivir más cercano a la felicidad y al despojo.

Para burlar a la muerte, que siempre me atrapará.

Para sentirme vivo entre las fauces del tiempo.

Para aliviar el desasosiego que llevo por dentro.

Para sentir el placer de que me lean. Por amor a ese lector hipócrita.

Para adentrarme en los laberintos de la lengua y acercarme a los espejos donde el hombre se mira y dios desaparece.

Para estar aquí y en otras partes, de manera invisible.

Para inventar textos que cuentan historias que no son reales.

Para disfrutar la magia y alquimia de las palabras y convertirlas en metáforas e imágenes.

Para escaparme de la realidad e imaginar otra que no supera la realidad.

Para inventar la vida y hacer desaparecer la muerte.

¿Crees que las redes sociales, Facebook o Twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?

Sirven para promover mi trabajo literario sin necesidad de que me vean. A través de las redes sociales interactúo con personajes reales que parecen ficticios, que tampoco veo. Pero que hacen cumplidos breves y algunos 'like' que me hacen feliz. Me encanta la sensación de estar en todas partes y pertenecer a grupos de amistades y enemistades. Mi recinto personal es una casa amurallada. Por eso los saben de mí es lo que cuelgo en las redes, para que me lean los que tienen más apetitos de actualidad que cenas.

¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?

La noche es mi mayor fuente literaria: Me ha enseñado a escribir aislado, en soledad, oyendo los latidos del universo. La noche es la fuente de inspiración romántica de las valkirias, súcubos e íncubos.

¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?

Los blogs me parecen herramientas necesarias porque permiten actualizarnos sobre temas de nuestro interés, tienen nuestro sello personal y podemos administrar nuestras publicaciones o de otros autores. Tengo varios blogs desde hace años: angostura2009.wordpress.com y http://lamejorpoesiavenezolanadehoy/nestor-rojas-un-poeta-apocaliptico

Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.

El que olvida su historia está condenado a repetirla

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