Lourdes de Abajo: “La poeta debe descubrir la realidad a través de la mirada de una niña y elaborar con un pensamiento crítico”

Lourdes de Abajo. Foto: Paloma Alberca

Manuel Cuenya

La luz desplaza al grito. Una hoja entre los dedos. A medio hacer la voz abre su camino entre la espesura. Clavo los dedos en la carne. Busco la luz entre la hojarasca. Aprisiona el nudo mis manos, mi cuerpo. Atisbo el centro, golpeo el vientre con mis manos. Los puños. Los pies.

Soy la que renace. La otra. La que está. Aquella que escinde el bosque y lo desbroza. La que sacia el vientre muerto y a la espesura se entrega. La nieve roja. El bostezo de unos labios limpios. Los que duelen.

Mozo mi boca en el agua. Busco un canto al verbo que me salpica y me maldice. Un pozo lento me asfixia.

Entonces, robo la miel y el fruto. Golpeo con el ansia del minúsculo dedo, del pie a medio hacer que la luz devora. Abro un dónde. Un cobijo. Un espanto. Como un brote o una raíz contamino mi rostro. La escarcha nace en mis ojos. Vengo del frío.

(Lourdes de Abajo, '18 días de frío')

Autora de '18 días de frío', entre otros libros, Lourdes de Abajo es poeta, compositora y profesora de música, en concreto profesora de piano. No en balde, poesía y música van de la mano porque son artes afines. Y en su caso, no concibe la música sin la poesía, ni la poesía sin la música.

“La música y la poesía están fuertemente imbricadas. Hay algo en el ritmo interno, en el latido creador que permanece inalterable... Que el sonido se haga letra, como un vacío que al labio acude. Y en la letanía, el símbolo. Denso lenguaje que a la sílaba precede”, afirma esta artista con voz lírica rememorando que, cuando lee un buen poema, escucha una música con entidad propia.

“Cuando leo una partitura, el poema está dentro. No puedo disociar un arte de otro. Es una sensación mágica que, simplemente, ocurre”, agrega la escritora bañezana, para quien la poesía es búsqueda, asombro y reunión. “Una forma de permanencia ante la intemperie”. Su valor va más allá de una utilidad material o económica habida cuenta de que “genera pensamiento, conciencia crítica, nos hace ciudadanos más responsables y más libres también. La poesía es como el aire, no se ve, pero resulta imprescindible para la vida”, sostiene esta creadora que en la actualidad vive en Madrid, como tantos leoneses, como tantas leonesas, en la diáspora, que buscan fuera lo que no se les ofrece dentro, en su matria, aunque las tierras leonesas sean, en su opinión, muy fértiles en escritores. Y exista en estos momentos una generación que está haciendo cosas muy interesantes.

Aunque viva en la capital española, se siente arraigada a La Bañeza, que por sí misma también ha dado un buen número de narradores y poetas, entre otros artistas, algunos de los cuales hemos tenido la oportunidad de entrevistar en esta sección de la fragua literaria, recientemente al polifacético Odón Alonso.

La Bañeza es, según ella, el útero, los orígenes, “la primera mirada al exterior, el aprendizaje, el nacimiento de los sueños, las primeras notas en un piano, los primeros poemas. Y el frío. Ese gélido frío de los inviernos nevados que mantenía intacta la mirada anulando el resto de los sentidos”. Esta es la percepción que tiene de su tierra, donde la nacen y le recuerdan cómo debe ser la contemplación del mundo.

“La poeta debe descubrir la realidad a través de la mirada de una niña y elaborar el texto con un pensamiento crítico”, apostilla esta creadora, que ha sido premiada con varios galardones de poesía, entre otros, el primer premio en el VI Concurso poético José Zorrilla 2008 de Valladolid.

Gamoneda es uno de los poetas más grandes que nos ha dado la literatura española. Es un privilegio el poder conocerlo personalmente

Apasionada de poetas como Alejandra Pizarnik, Marguerite Duras o Antoine Saint Exupéry, cuya prosa, a su juicio, está cargada de poesía, Lourdes de Abajo también reivindica las figuras de Chantal Maillard, Olvido García Valdés, Clara Janés, Antonio Gamoneda, Juan Ramón Jiménez, Adonis, Edmon Jabés, Juan Carlos Mestre, Antonio Colinas o Luis Luna... “Sólo por citar algunos ejemplos”, nos aclara ella, consciente de que todos ellos, todas ellas, han sido descubrimientos en diferentes momentos de su vida. Y han marcado su escritura, así como el deseo de profundizar, de generarle preguntas, “de hacer un trabajo de campo en la indagación de la víscera”.

Maestros de la poesía

Gamoneda, Mestre y Colinas son los Maestros, con mayúscula. “Gamoneda es uno de los poetas más grandes que nos ha dado la literatura española. Es un privilegio el poder conocerlo personalmente. Cada conversación con él siempre es un aprendizaje. Luego, está su generosidad y su calidad humana. Para un libro muy especial titulado 'Almendra' realizado con el poeta Luis Luna, Juan Carlos Mestre realizó unas ilustraciones maravillosas y Antonio Gamoneda le hizo el prefacio. No podía tener mejor regalo de bienvenida a este mundo nuestra hija Alma. Mi agradecimiento a los dos va más allá de la poesía”, precisa Lourdes, que tuvo el honor de poder participar en el libro homenaje que se le hiciera al Premio Cervantes 2006 en la antología 'El río de los amigos' (Calambur, 2009). Y cuya influencia del 'Libro del frío' en su '18 días de frío' es evidente. “Vengo del metileno y el amor; tuve frío bajo los tubos de la muerte./ Ahora contemplo el mar. No tengo miedo ni esperanza”, poetiza Gamoneda.

Cuenta la narradora y poeta Mercedes G. Rojo, a propósito de Lourdes de Abajo, que sus poemas le llegan como fogonazos, léase por ejemplo el siguiente: “Su yo. En ella/ Mi yo/ en mí/ En el útero tan suyo. Lleno./ Tan lleno de./ De dónde vienes”. O bien este otro: “Cuando crezcas/ tendrás una dote./ Un árbol./ Una casa./ Piensas./ Y sigues/ rebuscando entre el humus”.

Recuerda la autora de Paisaje adentro (Amargord, 2012), un poemario que ha servido de nexo de unión para diferentes creadores plásticos y visuales dentro de la exposición que lleva el mismo título, que su vocación por la literatura ha estado siempre presente en su vida, desde antes de saber leer, porque tuvo la fortuna de criarse –asegura– en una familia en la que cientos de libros habitaban el hogar. Agradece, en especial a su madre, que a ella y a sus dos hermanos a amar las letras. “Las huellas emocionales de ese regalo me impulsan a escribir”.

Respecto a la editorial Amarcord, ha sido clave en su trayectoria como poeta, porque fue la que confió en ella para publicar su primer poemario, lo cual agradece. “Con el tiempo, se ha convertido en una editorial referente dentro de la poesía. Se ha expandido mucho en Latinoamérica, cuenta con una distribución muy buena y apuesta tanto por voces muy conocidas como por otras que dan sus primeros pasos. El trabajo de Chema de la Quintana y de Miguel de la Quintana es digno de admirar”, elogia Lourdes de Abajo, cuyo poemario '18 días de frío', también editado por Amargord, es, en su opinión, el libro de las preguntas, de la toma de conciencia, de la esperanza.

“Construido a partir de una idea central: continentes y contenidos. Cuatro voces principales (la madre, la hija no nacida, el mendigo y el pájaro) se entrelazan en diálogos continuos cuya disolución se hace en el paisaje tanto interior (la casa) como exterior (el parque). Madre y mendigo (al que yo prefiero denominar pajarero) serán los continentes principales, pero a medida que avanza el libro el lenguaje se vuelve más convulso y cabría preguntarse quién contiene a quién”, sintetiza Lourdes de Abajo, cuyos poemas han sido traducidos a diferentes idiomas como el checo, italiano, inglés, rumano o gallego, recordando con especial cariño la primera traducción de su libro 'Aniquilación mía' (Amargord, 2009) al gallego, una lengua con la que tiene fuertes vínculos ya que estuvo diez años como profesora de música en un instituto del oriente de Ourense.

Ver tus textos en otros idiomas siempre es un motivo de alegría porque te das cuenta de que tu palabra va a llegar a más personas y que la barrera idiomática deja de ser un obstáculo en aquello que quieres compartir...

“Ver tus textos en otros idiomas siempre es un motivo de alegría porque te das cuenta de que tu palabra va a llegar a más personas y que la barrera idiomática deja de ser un obstáculo en aquello que quieres compartir... Es maravilloso hacer un ejercicio de humildad ante tus pensamientos escritos que te resultan totalmente desconocidos”, explica Lourdes de Abajo, que ahora piensa en cuál será su próximo poemario al tiempo que está en pleno proceso de composición musical. “Todo con calma. A fuego lento para que sepa mejor”, matiza. Pues para escribir dice necesitar de cierto espacio de tiempo, “no solo para poner negro sobre blanco, sino para reflexionar sobre lo que quiero hacer, sobre lo que necesito comunicar, sobre aquello que resulta, a mi modo de ver y por mi momento vital, totalmente necesario. Luego llega el primer borrador y el segundo y el tercero...La poda imprescindible para dejar lo esencial”, expresa esta artista, que ha prologado la antología de poesía chilena 'Mientras este fuego arda' (Santiago Inédito, Chile, 2013).

Entrevista breve a Lourdes de Abajo

“Todo autor merece un respeto”

¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?

'El Principito'. Es mi libro especial. Por primera vez lo leí en la infancia, luego en una segunda lectura hice nuevos descubrimientos. Desde entonces, cada vez que abro sus páginas la lectura es nueva, diferente. Es un objeto mágico que colecciono en diferentes ediciones y en todos los idiomas de los países a los que voy.

Un personaje imprescindible en la literatura (o una persona en la vida).

Marguerite Duras.

Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable).

Todo autor merece un respeto. Claro que tengo mis preferencias, pero no puedo decir que alguien o algo es insoportable. Considero que es un término relacionado con determinadas cualidades que detesto: la intolerancia, la falta de ética y de justicia, la soberbia, el egoísmo... La mediocridad es un pecado pequeño al lado de estos otros.

Un rasgo que defina tu personalidad.

La fuerza de voluntad, la perseverancia, la empatía, la franqueza, el perfeccionismo, la sensibilidad. Cualidades que no sé si son buenas o malas porque en exceso tienen consecuencias de diversa índole.

¿Qué cualidad prefieres en una persona?

La inteligencia y la franqueza.

¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?

En un escenario convulso, desde las diferentes agrupaciones, creo que se necesita una toma de conciencia. Esa conciencia que se genera desde cada persona. Un pensamiento personal que se hace en cada ser humano a través de la educación y de la cultura y que es compartido con otros a través de caminos de tolerancia y diálogo. Un camino cuyo proceso más duro está en la formación de la persona. Si formas personas autónomas, responsables, empáticas, libres y diversas se puede conseguir.

Un símil: un gran proyecto coral necesita de voces previamente educadas y que suenen dentro de un todo único. Así debería ser la sociedad y, por ende, la política. ¿Utopía?

¿Qué es lo que más te divierte en la vida?

Disfrutar con mis seres queridos de la naturaleza, de los pequeños momentos y viajar.

¿Por qué escribes?

Por responsabilidad.

¿Crees que las redes sociales, Facebook o Twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?

Siempre he preferido el contacto más directo con el público y hace apenas unos meses que utilizo Facebook. Las redes sociales tienen la ventaja de hacer llegar tu trabajo a personas que ni siquiera conoces. De todos modos, soy partidaria de utilizarlas con calma y mucha prudencia.

¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?

Bebo de muchos/as autores/as. Me acerco a sus libros de forma humilde, con la curiosidad y el respeto que merecen.

¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?

Actualmente, no escribo ningún blog. Voy llegando a algunos a través de las redes sociales.

Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.

Somos versos sueltos dentro de un poemario inacabado.

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