Manuela Rodríguez Gallego: “Todos tenemos parte de luz y también muchas sombras”

Manuela Rodríguez Gallego

Manuel Cuenya

“...Ya habías matado nuestra vida sin cuchillos ni balas

y ese día pinté una una puerta nueva

y te dije un adiós con la mirada.

Tan claro, tan preciso que lo entendiste mejor que

las palabras.

Y salí a la calle y grité fuerte

y fui la que con amor y dulzura

se enfrentó a la última batalla.

Hoy doy aliento a las que siguen presas

Y no encuentran la puerta de su jaula.

Si no hay otra salida sigues teniendo poder

para pintar tus alas y escapar de la fiera

que convirtió tu vida en un infierno

saltando la ventana.

No mires nunca atrás que, si es amor, no duele.

Y nadie tiene jamás derecho a dejar cardenales en tu

cara“.

(Manuela Rodríguez Gallego, fragmento del poema 'Y un día tus besos lastimaban', incluido en su poemario 'Mujeres: luces y sombras')

Nacida en Galicia, en concreto en Ourense, como el gran poeta Valente, Manuela Rodríguez Gallego vive en la ciudad de León desde hace años. Y por tanto se siente tan leonesa como gallega. En todo caso, esto de las fronteras, del tipo que sean, se me hace algo artificial. Y por ende engañoso. Uno puede ser de muchos sitios a la vez, de aquellos donde encuentra su envoltorio afectivo, su temperatura afectiva adecuada.

“Galicia sigue siendo mi patria, aunque por desgracia la visito poco. Ser gallega y hablar gallego me ha permitido conocer también la literatura de mi tierra: Castelao, Neira Vilas, sobre todo Rosalía, que sigue siendo una de mis poetas de cabecera”, rememora la autora de 'Mujeres: luces y sombras', su ópera prima, un poemario editado por ViveLibro, que es un recuerdo y homenaje a aquellas mujeres que ya no podrán leerlo –afirma ella–, porque les arrebataron la vida sin razón ni causa.

Una lacra esto de la violencia machista, de los asesinatos de mujeres a manos de hombres, de la violencia en general, del maltrato de seres humanos, pues nadie debería manipular, esclavizar y matar a nadie. Pero la realidad, la terrible realidad, se impone como una brutal apisonadora. Y el mundo en que vivimos está hecho un asco. La maldad es intrínseca al ser humano. “Hay demasiada soberbia en el ser humano hipermoderno”, nos cuenta el médico y psicoanalista Luis Salvador López Herrero, que es autor de un ensayo brillante titulado 'El infierno de los malditos' (primera y segunda parte).

“La mayor parte del libro es de apoyo y fuerza para las que están sufriendo la sinrazón del maltrato y una apuesta clara, a pesar de todo, por el amor”, nos aclara Manuela R. Gallego, cuyo título le surgió mientras escribía un poema. Un título que nos adentra en el abundante y sustancioso tema del doble en la literatura. Recordemos obras como 'El doctor Jekyll y Míster Hyde', de Stevenson, 'El retrato de Dorian Grey', de Wilde o 'Aura', de Fuentes, por poner solo unos ejemplos.

La mayor parte del libro es de apoyo y fuerza para las que están sufriendo la sinrazón del maltrato y una apuesta clara, a pesar de todo, por el amor

“Todos tenemos parte de luz y también muchas sombras”, asegura Manuela con gran razón, pues el ser humano somos eso: el yin y el yang, lo mejor y lo peor, capaces como somos de las más grandes proezas y también de los mayores holocaustos caníbales.

Por desgracia en el mundo “sigue habiendo muchas mujeres esclavizadas y lo más triste es que muchas ni lo saben. Creen que un maltrato es solo una paliza, y creo que el peor maltrato es el psicológico, el que te anula como persona. Es difícil entrar en la mente de quien es capaz de hacer tanto daño, sobre todo a quien debería cuidar y ayudar: pareja, hijos, creo que eso los pone en una escala muy inferior a cualquier otra especie animal”, se expresa Manuela, quien reconoce su deuda con León, habida cuenta de que vive y trabaja en esta ciudad, donde también viven sus hijos. “Este libro es completamente leonés, porque aquí ha nacido... Aquí he conocido un activo mundo literario que me ha acogido con los brazos abiertos, y que me ha impulsado a tomar la decisión de, por fin, publicar un poemario”.

Cabe señalar que, a través del Ágora, Manuela R. Gallego se ha introducido en el mundo de la poesía en León. “Me parece fantástico un lugar abierto a todas las voces, poetas importantes, y personas que van solo un día a recitar un poema. Que Ramiro Pinto sea capaz de crear y mantener ya por seis años todos los meses un encuentro de estas características merece toda mi admiración y mi respeto. Además es una persona cercana y acogedora con cualquiera que se acerque a él y te brinda todo su incondicional apoyo”, reconoce esta poeta comprometida con las nobles causas, que ha ido cambiando para adaptarse, según ella, como las mariposas con su metamorfosis a cada circunstancia de la vida, convencida de que la literatura en León está muy viva, gracias a nuestros escritores más representativos, “pero también a la cantidad de actos literarios que hay casi todas las semanas en la ciudad y que dan voz a mucha gente”.

Recuerda que su amor por la poesía surge cuando era una niña gracias a una profesora de lengua, que les hacía escribir cuartetos, sonetos, etc.

Sigue habiendo muchas mujeres esclavizadas y lo más triste es que muchas ni lo saben. Creen que un maltrato es solo una paliza, y creo que el peor maltrato es el psicológico, el que te anula como persona. Es difícil entrar en la mente de quien es capaz de hacer tanto daño, sobre todo a quien debería cuidar y ayudar: pareja, hijos, creo que eso los pone en una escala muy inferior a cualquier otra especie animal

“Fue la primera persona que me impulsó a escribir porque me decía que lo hacía bien... La poesía es mi vida. Y tengo poemas de cada momento vivido, salvo 18 años oscuros en los que no escribí ni un verso”, explica esta poeta enamorada de la poesía de Bécquer y de Rosalía de Castro, a quien le encanta asimismo Neruda, Antonio Machado y Lorca, “casi toda la Generación del 27. Pero más que de obras completas podría hablar de poemas”, agrega Manuela, quien también se dedicara a montar obras de teatro en su tierra natal, aparte de hacer programas de poesía en la Cope.

En estos momentos está en plena promoción de su libro. Y por supuesto escribiendo nuevos poemas, entre ellos algún poema de amor, “porque afortunadamente el amor también existe y más que nunca tenemos que luchar por él”, reivindica, con el deseo de que esta vez la poesía regrese a su vida para quedarse, “y nunca más viva en la situación de no poder escribir”, puntualiza.

Entrevista breve a Manuela Rodríguez Gallego

“La sociedad, aletargada, acostumbrada demasiado a todo lo que nos debería tener en la calle cada día”

¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?

He leído muchas veces 'La Regenta' y no descarto volver a leerlo.

Un personaje imprescindible en la literatura (o en la vida). En la vida, Martin Luther King.

Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable). 'Yo el supremo', de Roa Bastos. No pasé nunca de la página 20.

Un rasgo que defina tu personalidad.

Soñadora, Pero con un fuerte carácter que es el que me ayuda a salir de las situaciones más difíciles.

¿Qué cualidad prefieres en una persona?

La honestidad y, ya puestos a pedir, la inteligencia.

¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?

Estoy un poco desvinculada de la política. Creo que por cansancio de ver que todas las situaciones de corrupción que llevamos viviendo sean casi aceptadas por todos los partidos. La única discusión parece ser: Y tú más.

Y la sociedad, aletargada, acostumbrada demasiado a todo lo que nos debería tener en la calle cada día, tanto, corrupciones, malos tratos a mujeres, violaciones de manadas, asesinatos de mujeres y niños... es como si nos hubiesen vacunado y ya todo está casi aceptado como algo inevitable.

¿Qué es lo que más te divierte en la vida?

Mis hijos, sin duda.

¿Por qué escribes?

Por liberación.

¿Crees que las redes sociales, Facebook o Twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?

No soy muy seguidora de las redes sociales.

¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?

La vida.

¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?

No.

Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.

Un mundo perfecto, lleno de imperfecciones.

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