Sergio Giménez: “Vamos mal como individuos, como sociedad y como especie”

Sergio Giménez

Manuel Cuenya

Recientemente, el historiador Sergio Giménez presentaba en Ponferrada 'Ángel Pestaña, falangista. Anatomía de una mentira histórica', un libro que trata de resituar a Pestaña, que naciera en la localidad de Santo Tomás de las Ollas (Ponferrada), donde siempre estuvo contra los totalitarismos y, en este caso, frente al fascismo. De este modo, Giménez pretende arrojar luz sobre la trayectoria política y vital de un anarquista de corazón que encontró la vena revolucionaria más fecunda al conciliar sindicalismo, política e internacionalismo obrero con un patriotismo de tradición republicana.

“En este libro de título pendenciero, en concreto, dedico más páginas a desmontar el constructo historiográfico que vincula al berciano con el falangismo y su líder, José Antonio Primo de Rivera; pero quien lo abra se dará cuenta enseguida de que trata muchos otros asuntos: su familia, muy poco conocida; los pretendidos radicalismos de juventud frente al reformismo de madurez; las polémicas en el seno de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT); la existencia en España de precedentes de partidos filo anarquistas; los entresijos del Partido Sindicalista (PS), etc.”, precisa Sergio Giménez, cuyos trabajos de investigación suelen estar orientados a destruir mitos y lugares comunes, en este caso acerca de Pestaña y su organización política, el PS.

Cuenta que el sindicalista berciano abandonó esta tierra con tres años para acompañar al padre en su vida trashumante por el norte peninsular. No obstante, considera que Pestaña heredó el carácter berciano no sólo a través de su padre, sino también de otros familiares con quienes se relacionó siendo niño.

“Leyendo y conociendo, he entrado de forma casi involuntaria en la historia psicológica, donde ya valoro –con las debidas precauciones– el carácter abierto, dialogante y hospitalario de la gente del Bierzo”, señala Giménez, que presentó su libro en el Museo de la Radio de la mano del dinamizador cultural y director del teatro Bergidum Miguel Varela, quien también publicara una monografía sobre Ángel Pestaña a través de la Fundación Pedro Álvarez Osorio en 2008, y también a través de Luis Miguel García, que es, según Sergio, un buen conocedor de la historia del anarquismo y anarcosindicalismo del Bierzo.

“La colaboración de ambos hizo posible organizar un acto abierto a todo tipo de gente, sin banderas, y creo que acertamos; con decirte que dediqué un ejemplar al rector de la Basílica de la Encina... Gracias a Varela el Ayuntamiento de Ponferrada nos cedió el salón de actos del Museo de la Radio, un lugar espléndido de techo abovedado que crea un ambiente único, al que añadimos una proyección de fotografías de fondo. No se puede pedir más”, se muestra satisfecho Sergio a la vez que muestra su deseo por leer los trabajos sobre la Guerra Civil de Wenceslao Álvarez Oblanca, así como un estudio del filósofo de Cacabelos Juan Carlos Jiménez García acerca del ensayista y periodista cántabro Rafael Barrett, que pronto se publicará en Madrid.

En este libro de título pendenciero, en concreto, dedico más páginas a desmontar el constructo historiográfico que vincula al berciano con el falangismo y su líder, José Antonio Primo de Rivera; pero trata muchos otros asuntos: su familia, muy poco conocidos de Ángel Pestaña

Asimismo, reivindica la figura de Victoriano Crémer, “leonés de adopción, a quien llegué gracias a su militancia en el Partido Sindicalista (PS) de Ángel Pestaña, y a través de los trabajos de José Enrique Martínez ('Victoriano Crémer, el hombre y el escritor', 1991) e Ignacio C. Soriano ('Victoriano Crémer Alonso. En el anarquismo y otros caminos', 2014). Paseando por León, nos topamos con el convento de San Marcos y me acordé de él y de tantos otros allí presos”, rememora este historiador, que disfruta leyendo autobiografías y testimonios de revolucionarios de todo pelaje, mostrando predilección por personajes olvidados, “olvidados incluso por los suyos: herejes, malditos, heterodoxos, tránsfugas, judas”.

El sindicalismo político o 'pestañismo'

Como historiador reconoce que lee muchos libros de historia, de historia social, “desde abajo, de la gente normal, sobre todo del obrerismo, del anarquismo y del anarcosindicalismo”, por eso decidió ponerse a escribir artículos cuando sintió que tenía algo que decir, algo que aportar.

“Me di cuenta de que una rama del sindicalismo español, la rama del sindicalismo político o 'pestañismo' (comparable, para entendernos, al laborismo británico) apenas había sido tratada. Comienzo entonces a colaborar en el portal divulgativo 'Ser Histórico', y más puntualmente con la editorial mallorquina Calumnia y en el diario digital 'El Obrero'. De hecho, el libro que acabo de presentar en Ponferrada es un artículo que se salió de madre”, puntualiza Sergio, que es un entusiasta de autores como Ángel María de Lera, “sobre todo la serie de novelas autobiográficas dedicada a los perdedores de la Guerra Civil. Deberíamos recuperarlo... Y lógicamente, historiadoras e historiadores que han trabajado muy bien el anarquismo y el anarcosindicalismo hispanos: Dolors Marín, Eulalia Vega, Julián Vadillo, Chris Ealham, etc. Por otro lado, Quevedo y la novela picaresca en general. Por último, autoras y autores... algunos de los cuales fueron profesores míos”, añade Giménez, que en estos momentos está preparando una historia completa de “esa extraña criatura llamada Partido Sindicalista, una organización que, pese a ser minoritaria y por mucho que se diga lo contrario, cuando muere Pestaña está perfectamente integrada en las instituciones de la Segunda República. Tengo la suerte de escribirla junto con la doctora María-Cruz Santos, compañera mía en el portal divulgativo 'Ser Histórico'”, afirma, convencido de que la pandemia ha confirmado lo que ya sabíamos: “vamos mal. Vamos mal como individuos, como sociedad y como especie. Ojalá me equivoque, pero creo que saldremos de ésta igual que entramos. No espero grandes cambios, que sería lo necesario. Sólo la educación y la cultura nos podrían sacar del atolladero, pero es un proceso lento. Soy pesimista, pues”.

Leyendo y conociendo, he entrado de forma casi involuntaria en la historia psicológica, donde ya valoro –con las debidas precauciones– el carácter abierto, dialogante y hospitalario de la gente del Bierzo

Entrevista breve a Sergio Giménez

“La política de hoy es un vulgar reflejo de la sociedad. Tenemos lo que nos merecemos”

¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?

La trilogía 'La forja de un rebelde', de Arturo Barea.

Un personaje imprescindible en la literatura (o una persona en la vida).

El pícaro de nuestro Siglo de Oro.

Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable).

César Alcalá y su reciente biografía de Pestaña, por no haberse mirado ningún estudio publicado en nuestro siglo y haber plagiado el título de la tesis de María-Cruz Santos: 'Ángel Pestaña, Caballero de la Triste Figura' (2012). No es difícil imaginar el resultado.

Un rasgo que defina tu personalidad.

Soy un gran tímido, aunque procuro superarlo.

¿Qué cualidad prefieres en una persona?

La honradez.

¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?

Las y los políticos deberían ser un ejemplo; sin embargo, la política de hoy es un vulgar reflejo de la sociedad. Tenemos lo que nos merecemos.

¿Qué es lo que más te divierte en la vida?

Jugar con los amigos al truc, un juego de envite parecido al mus, por parejas, muy popular en Mallorca y otras tierras de Levante y Sudamérica.

¿Por qué escribes?

Por devolver su pedazo de historia a personas y colectivos olvidados.

¿Crees que las redes sociales, Facebook o Twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?

Depende del uso que les dé. Normalmente comparto artículos de historia, propios o ajenos, por lo que apenas escribo. Pero si me pongo a ello procuro hacerlo de forma decente.

¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?

Hay vivencias cotidianas que me motivan a seguir escribiendo sobre determinados temas; por ejemplo, cuando oigo despotricar sobre los sindicatos, o bien al leer ciertas interpretaciones de lo que fue y es el anarquismo. Me molesta, por cierto, la ligereza con que algunos inquisidores te cuelgan el sambenito de “historiador militante”, cuando la simple elección de un tema y no otro ya te aleja de la sacrosanta objetividad.

¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?

Escribo un blog llamado Partido Sindicalista, dedicado a recuperar la memoria de la militancia del 'pestañismo'. Me parece una herramienta histórica porque tenemos mucho que aprender de aquella gente, y también una herramienta literaria, ya que en el partido abundaban periodistas, escritores, poetas decadentistas y gente del teatro como el propio Pestaña o su secretario particular, Jaime Cubedo.

Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.

Una del abogado laboralista Benito Pabón y Suárez de Urbina (Sevilla, 1895 – Ciudad de Panamá, 1954). Dice así: “La libertad no es la facultad de poder gritar por gritar y sin fundamento. La libertad de las colectividades y de los individuos es más alta; arranca del conocimiento de las realidades y reside en la posibilidad de elegir”.

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