Cómo se vota al Senado

Las urnas y papeletas para votar al Senado son de color sepia.

El próximo domingo 10 de noviembre se repiten la elecciones legislativas, que no sólo consisten en votar al Congreso de los Diputados mediante una lista cerrada (la papeleta blanca), sino que también se eligen representantes en el Senado de España.

La papeleta sepia de la Cámara Alta tiene unas ciertas peculiaridades que el votante no suele recordar, como que es una votación de listas abiertas en la que la elección es personalizada; es decir, que se puede votar a distintos candidatos dentro de una lista, o dejar de votar alguno de ella, o incluso de diferentes partidos.

Cada provincia, incluidas las más grandes como Madrid y Barcelona elige a cuatro senadores (salvo excepciones en Ceuta y Melilla y las islas), pero el votante sólo puede elegir tres como máximo. Aunque podría votar sólo a uno o a dos marcando su casilla si no le convencen los demás. Incluso puede votar a tres candidatos de tres partidos distintos. A la hora del recuento, los cuatro que más votos obtengan saldrían elegidos. También podría dejar la papeleta tal cual sin elegir a ninguno de ellos, lo que computaría como voto en blanco.

“Lo más habitual en los resultados es que el partido que gana al Congreso en una circunscripción pequeña como la de León es que consiga tres senadores, y el siguiente uno. De los 265 senadores que componen la cámara, 208 son por elección directa y el resto, nombrados por las cámaras autonómicas —su número varía cada legislatura porque depende de la población—. Por esta vía sí suelen llegar senadores de partidos más pequeños, pero por las urnas es muy inusual”, según explica Ignacio Escolar en su blog de ElDiario.es.

“El sistema de elección de esa cámara es muy poco proporcional. Como cada persona vota a tres candidatos, lo más común es que el partido más votado de cada provincia se lleve tres senadores, y el cuarto se lo quede el segundo partido más votado. Solo en contadas ocasiones se produce un empate a dos. Y solo en extrañas carambolas logra entrar el tercer partido más votado”, apunta.

Hay que tener en cuenta que si se quiere votar a partidos distintos o no votar a alguien de una lista en concreto por el motivo que fuera, no valen las papeletas que mandan a casa de los votantes dentro de la publicidad electora, porque ya vienen marcadas los tres candidatos de cada formación política. Cualquier alteración en la misma podría provocar que el voto fuera nulo.

Para evitar que el voto no se contabilice, lo mejor es entrar en la cabina electoral y elegir por uno mismo en una papeleta vacía. También hay que tener en cuenta que en el acta del Senado saldrán muchos más votos que votantes, puesto que cada ciudadano puede votar como máximo a tres; cuidado con los bulos maliciosos sobre la limpieza de las elecciones.

¿Habrá sorpresa en León?

La campaña para el Senado no suele llegar a oídos de los votantes, porque va a completo remolque de lo que es el Congreso, como si fuera la única cuestión a resolver. Estos comicios electorales también se llaman Elecciones Legislativas por que se eligen las dos cámaras llamadas alta (Senado) y baja (Congreso de los Diputados). Aunque durante los años de la democracia del 78 pareciera que los senadores no hacían nada reseñable, durante el desafío separatista de Cataluña cobró especial importancia porque al ser un parlamento con vocación territorial, es la que decide la aplicación del artículo 155 de la Constitución Española.

En todo caso, la tradición es colocar en las listas al Senado a candidatos con importancia en cada partido político que no tienen cabida en los primeros puestos de la lista al Congreso. Eso mismo ha pasado con Antonio Silván, exalcalde de León y exconsejero de Fomento de la Junta de Castilla y León, desplazando al anterior cabeza de lista —el joven alcalde de Almanza Javier Santiago Vélez— que había sido elegido el 28A.

Y en una campaña soterrada, algunos han defendido que no se marque la casilla de Silván y se ha producido una fea batalla de denuncias de deslealtad en el partido que no se sabe cómo terminará. Además, Vox sólo ha presentado un candidato al Senado, intentando que sus votantes apoyen a dos candidatos del PP, con lo que podría conseguirse un empate a dos entre PP y PSOE.

Por ello, no está claro del todo cuál de los dos partidos mayoritarios sacará más votos en la circunscripción leonesa. Aunque la probabilidad más alta es que sean los socialistas en el Congreso, el tacticismo de Vox puede provocar que no salga su candidato, pero que al menos dos de la lista del PP sí superen a los del PSOE.

Así, el conocer cómo se ejerce el voto en la papeleta sepia es tan importante de cara al domingo en la provincia de León para esta repetición electoral. Para elegir a quién dar la confianza para que esté en el Senado el tiempo que dure esta legislatura, o no dársela.

Etiquetas
stats