Silván se despide de la Alcaldía de León asumiendo el puesto de 'jefe de la oposición'

Silván abandona el salón de plenos junto a los concejales Ana Franco y Javier García-Prieto. / Peio García / ICAL

Antonio Vega

Desde la noche electoral en que la euforia por el ajustado resultado que se conocía ese 26 de mayo, el alcalde de León, ahora en funciones, Antonio Silván ha estado prácticamente desaparecido. Si aquella noche la euforia se apoderó de los populares al ver el empate a 9 concejales con el PSOE, con los días y las resoluciones de las juntas electorales y los tribunales que daban ventaja a los socialistas y dejaban fuera a la extrema derecha, las sonrisas se han congelado en el PP al ver cómo la Alcaldía caerá en manos socialistas y la idea de un pacto entre el 'trío de Colón' se desahacía.

Salvo sorpresa mayúscula José Antonio Diez se convertirá este viernes 5 de julio en el tercer alcalde socialista de León tras Gregorio Pérez de Lera y Paco Fernández. Este martes 2 de julio un temprano pleno, a las 08:30 horas de la mañana, ha finiquitado el mandato 2015-2019 y con él la carrera en primera linea del veterano político Silván.

El pleno ha transcurrido en el salón de plenos municipal por apenas segundos en los que se ha aprobado por asentimiento el acta del anterior. Posteriomente ha tenido lugar la entrega de medallas como recuerdo a los concejales salientes, una tradición recuperada este mandato. Sólo los concejales de León en Común y León Despierta (IU y Podemos) rechazaron recoger las medallas de recuerdo, tal y como obligan sus códigos éticos.

Silván sostuvo en sus manos por última vez de este mandato el bastón de mando de la Alcaldía de León, que en un momento de confusión parecía que iba a pasar al socialista José Antonio Diez, que al menos hasta el viernes no podrá sostenerlo como máximo representante de los vecinos de la ciudad.

En declaraciones a los medios Diez ha anunciado que a partir del viernes se abrirá una nueva etapa en la que tendrá que habrá “un trabajo lo más conjunto y lo más leal a los ciudadanos posible; León necesita de sus 27 corporativos para sacar adelante esta ciudad”. El alcaldable asegura que “intentaremos buscar el mayor consenso posible” pero advierte que será “el máximo consenso posible” a base de “diálogo y entendimiento”

El portavoz socialista ha avanzado que diseñarán un presupuesto ya para el año que viene y que a partir del día 5 intensificarán las conversaciones con Podemos para ver si entran en el gobierno. Sobre las cuentas municipales ha descartado una auditoría, “tenemos un conocimiento de cuál es la realidad de la situación económica de este Ayuntamiento” fijándose como objetivo que la deuda (180-190 millones) descienda al 110% legal que permitirá salir del control de Hacienda y poder hacer contrataciones y aprovechar remanentes.

Silván, por su parte, ha agradecido “el entendimiento con la corporación”, contento con la relación que ha habido en el pleno con más grupos políticos de su historia. Y le ha puesto deberes al nuevo regidor -integración ferroviaria de AVE y Feve, Parador de San Marcos, sector logístico, tecnológico, turismo, farmacéutico y ciberseguridad- “proyectos que por el bien de León, para una ciudad moderna y de vanguardia, deben concluirse”.

El portavoz de UPL, Eduardo López Sendino, señaló que “vamos a estar en la oposición, no vamos a entrar en ningún gobierno” pero al tiempo tendía la mano a alcanzar acuerdos “beneficiosos para León” de acuerdo a propuestas de interés vengan del color que vengan.

El futuro de Silván

¿Cuál es el futuro político de Antonio Silván? ¿Será líder de la oposición en el Ayuntamiento? ¿Intentará asaltar la presidencia del PP de León para sustituir a Juan Martínez Majo y esperar una ocasión para resucitar políticamente? El regidor aseguró a los medios que “el día 5 (de julio) yo tomaré posesión como miembro portavoz del grupo del PP y donde los leoneses han querido ponernos, a mi me hubiera gustado que los leoneses hubieran optado por mi como alcalde pero han optado por mi como jefe de la oposición y eso es lo que voy a hacer”.

Silván fue el candidato sorpresa del PP en el año 2015, cuando sustituyó a Emilio Gutiérrez por imposición de PP autonómico y de Juan Vicente Herrera en particular. En esas elecciones el PP perdió la mayoría absoluta pero gracias al apoyo de Ciudadanos Silván logró ser elegido alcalde e ir sacando adelante todos los presupuestos, salvo los últimos ya contaminados por la operación 'Enredadera'.

Pero las aspiraciones política de Silván estaban en Valladolid, donde luchó por ser el sucesor de Juan Vicente Herrera como presidente del PP autonómico y, por tanto, candidato a la Junta. Alfonso Fernández Mañueco, próximo presidente del Gobierno autonómico gracias a un pacto con Ciudadanos, arrasó en esas primarias y cortó en seco la carrera del leonés.

Al alcalde intentó figurar en las listas a las elecciones generales pero las malas perspectivas del PP hicieron que la dirección nacional de Pablo Casado optara por dos perfiles 100% 'casadistas' como Carmen González Guinda y Javier Santiago para llegar al Congreso y Senado. Aunque Silván pertenece al máximo órgano ejecutivo del partido su aval viene por vía de Juan Vicente Herrera, lo que le situaba en un segundo nivel de influencia en Génova, insuficiente para figurar en listas.

La previsible caída de Juan Martínez Majo de la presidencia del PP leonés tras perder su ayuntamiento y a expensas de lo que ocurra en Diputación o gobierno autonómico, puede abrir una ventana de oportunidad para Silván para seguir en la primera línea política. Y quizás buscar una resurrección política con un nuevo cargo.

Una sonrisa congelada por 'Enredadera'

Pero la aparición estelar de una conversación de Antonio Silván en la trama 'Enredadera' ha sido sin duda el principal quebradero de cabeza del regidor leonés en el mandato actual, al vincularle directamente con la corrupción aunque no ha sido citado ni como testigo ni imputado en ninguna de las causas. El político se chivó en tiempo real al empresario José Luis Ulibarri, considerado cabecilla de la trama, de cómo se desarrollaba una mesa de contratación en la Mancomunidad del Órbigo.

Silván maniobró para evitar una moción de censura obligando a dimitir al concejal imputado José María López Benito y prometiendo una comisión de investigación que supuso finalmente su divorcio con Ciudadanos, una buena dosis de postureo político y, a la postre, una 'jugada maestra' del alcalde que ni fue cesado del cargo ni dio explicaciones sobre su polémica conversación.

A preguntas de ILEÓN.COM Silván si dio algunas explicaciones sobre su famosa conversación, negando haber favorecido a nadie por teléfono “Nunca he perjudicado los intereses del Ayuntamiento de León ni he favorecido a ningún empresario”. Ha sido lo más que ha detallado aunque en privado ha negado por activa y por pasiva cualquier conducta contraria al código penal en toda su larga vida política. Una vida política que, de momento, le sitúa como líder de la oposición en el Ayuntamiento de León. Y quién sabe luego.

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