A inicios de 2021 se abrirá el centro de cría del urogallo que la Junta aleja de sus zonas de reproducción natural

Foto: Más que Pájaros

Las obras del centro de cría del urogallo cantábrico que la Junta de Castilla y León está construyendo en la finca Valsemana de su propiedad, en la localidad leonesa de La Ercina, lejos de las zonas donde se concentran en la actualidad las ya muy escasas poblaciones de esta especie, encaran su recta final con un “avanzado grado de ejecución”-

Así lo resaltan los representantes del grupo de trabajo sobre la situación crítica de esta especie, donde se encuentran representadas las comunidades autónomas de Castilla y León, Asturias, Cantabria y Galicia, así como el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, además de asesores expertos.

Los trabajos arrancaron en el mes de julio, tras varios meses de redacción de proyecto. Está previsto que las obras acaben entre finales de este año y las primeras semanas de 2021.

La Consejería de Fomento y Medio Ambiente explica que para el diseño del centro se han revisado experiencias de cría en cautividad del urogallo tanto públicas como privadas, de manera que las instalaciones permiten están adaptadas para llevar a cabo esquemas de reproducción artificial, mediante técnicas de inseminación e incubación artificial.

Estas instalaciones reforzarán el programa de conservación 'ex situ' de la especie y se sumarán a las acciones que se llevan a cabo en las zonas endémicas donde habita esta ave.

A finales de 2017 tuvo lugar en León la reunión constitutiva del grupo sobre situación crítica del urogallo cantábrico, en la que se definieron las líneas estratégicas de actuación con la especie.

Estas líneas pasaban por elaborar un censo genético de la especie, llevar a cabo estudios de predación por mesomamíferos carnívoros sobre las poblaciones silvestres de urogallo y reforzar el programa de conservación 'ex situ'. En estos tres años, los responsables lograron completar el primer censo genético de la especie en peligro de extinción, que mostró una población estimada de 292 individuos para todo el ámbito cantábrico pero básicamente en León, donde se ubicarían hasta el 80%.

Ese mismo estudio, que ahora se está actualizando, es el que determinaba además que la mayor parte de los ejemplares se localiza en las comarcas leonesas de Alto Sil y Omaña, en la Montaña Occidental leonesa, tan lejos de la finca de Valsemana, situada en la Montaña Central a medio camino hacia la Oriental, como que les separarían más de 150 kilómetros. El 20 % restante de los urogallos estarían establecidos actualmente en el suroccidente asturiano.

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