Sergio Fernández Martínez: “Mi eterno llamamiento: que le den el premio Cervantes ya a Pombo”

Sergio Fernández Martínez por Rafa Murciego en diciembre de 2020.

Manuel Cuenya

Autor del reciente ensayo 'La poesía leonesa y la Colección Adonáis' (Eolas, 2021), Sergio Fernández Martínez es un joven y talentoso investigador y traductor de la Universidad de León, institución a la que le tiene un especial cariño, habida cuenta de que, desde que se iniciara en la misma como estudiante de Filología con dieciocho años, le ha permitido desarrollarse tanto en el ámbito personal como en el profesional.

“Estoy muy satisfecho con la educación que allí he recibido, que ha servido para formarme en la especialidad de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada en particular y las ciencias humanas en general”, explica Sergio, cuya tesis, bajo la tutela de la profesora e investigadora Natalia Álvarez https://www.ileon.com/cultura/067284/natalia-alvarez-para-que-haya-creacion-literaria-solamente-necesitamos-buenos-escritores-y-buenos-lectores, ha versado sobre la creación poética española del siglo XXI.

Sergio Fernández Martínez, que también es un estudioso de la poesía hispanoamericana y la literatura gótica, tuvo asimismo la ocasión de formarse en las universidades de Liverpool y Bérgamo, que le permitieron, en su opinión, conocer otros sistemas de investigación, ampliar sus modos de entender la literatura y asistir a otro tipo de docencia que nada tiene que ver con el sistema español.

“En ambas universidades me he sentido muy a gusto. Las dos ciudades, además, tienen una gran oferta cultural y turística, por lo que han sido experiencias muy enriquecedoras”, recuerda Sergio, que se siente muy a gusto en su ciudad de León, porque es, según él, una ciudad bastante dinámica culturalmente y siempre hay eventos interesantes. No obstante, cree que se nota mucho la fuga de gente joven. Y eso es una lástima. Por fortuna, él apostó por quedarse en la tierra. Algo que agradecemos porque la provincia de León necesita que sus talentos, sus recursos humanos, se queden en la misma.

Como devoto de su León querido, ha dedicado todo un volumen a la poesía leonesa porque considera que, en el marco de la literatura española, la leonesa tiene una función decisiva. Y muchas de las grandes obras literarias, sobre todo contemporáneas, son de autores leoneses.

“En mi libro 'La poesía leonesa y la Colección Adonáis' hago un recorrido histórico por la obra de los autores que han publicado en dicha colección, y puede verse que, en gran parte, algunos poemarios han marcado el rumbo de alguna generación y otros se han consolidado como grandes obras del panorama cultural español”. En este sentido, rememora que muchos de sus compañeros de facultad escribían poemas o cuentos propios. Como es el caso de Alba Flores Robla, que ganó el premio Adonáis 2017 https://www.ileon.com/cultura/075664/alba-flores-escribi-el-poemario-autorregalo-con-los-poemas-que-me-gustaria-que-me-hubieran-escrito.

En mi libro 'La poesía leonesa y la Colección Adonáis' hago un recorrido histórico por la obra de los autores que han publicado en dicha colección, y puede verse que, en gran parte, algunos poemarios han marcado el rumbo de alguna generación y otros se han consolidado como grandes obras del panorama cultural español.

La filología y la creación literaria

“Esa sensación de pertenecer a un grupo con unos mismos intereses es muy característico de los estudiantes de Filología. Creo que es algo común a cualquier promoción: seguro que todo el que haya estudiado Filología sabe a lo que me refiero”, detalla este ensayista, convencido de que existe una estrecha relación entre la carrera de Filología y la creación literaria, porque te ayuda, a su juicio, a descubrir autores y obras que de otra manera quizá nunca llegarías a conocer. Y muchos de los estudiantes escriben, creándose un clima literario muy especial.

“Recuerdo que durante mis años de carrera todo el mundo tenía un blog, además de otras redes sociales como Fotolog, MySpace o Tuenti, y allí compartíamos textos de diferentes tendencias y estilos”, afirma Sergio, cuyas grandes aliadas siempre han sido las bibliotecas públicas, donde ha descubierto y leído la mayoría de libros.

“Tuve carnet desde pequeño, por lo que es un lugar familiar para mí. Las posibilidades son infinitas”, advierte Sergio, que siente predilección por poetas vivos españoles como Antonio Gamoneda, Ada Salas, Olvido García Valdés y Clara Janés, entre otros muchos. O bien Belén Gopegui, Isaac Rosa y Álvaro Pombo en el ámbito de la narrativa.

“Desde aquí lanzo mi eterno llamamiento: que le den el premio Cervantes ya a Pombo”, aclara el editor de 'La ventana sobre el jardín' (Renacimiento, 2019), los cuentos completos de Felicidad Blanc, la que fuera compañera del poeta Leopoldo Panero y madre de la saga Panero, a saber, Michi, Juan Luis y Leopoldo María (nuestro Artaud), que tanto juego dieran en la literatura y el cine, sobre todo Leopoldo María, el más iluminado de los tres, el más inteligente, como él mismo dijera de sí mismo en aquel documental inolvidable que es 'El desencanto', dirigido por Chávarri. Cuentos, los de Felicidad Blanc, que nos muestran a una magnífica escritora, desafortunadamente a la sombra de su marido Leopoldo, cuyo prólogo lo firma el polifacético Javier Huerta:https://www.ileon.com/cultura/080230/javier-huerta-la-creacion-esta-siempre-por-encima-de-la-critica-que-es-efimera

Cabe destacar que Sergio es también coeditor de volúmenes como 'Territorios de la imaginación', 'La escritura y su órbita: nuevos horizontes de la crítica literariahispánica' o 'La lupa y el prisma', que son, según él, libros científicos, académicos, que llevan un gran trabajo detrás. “Que te enseñan a trabajar en compañía, por lo que resulta muy entretenido. Además, tuve la fortuna de hacerlo junto a Natalia Álvarez (mi directora de tesis) y Ana Abello en el caso del primero y junto a Ana Abello y Daniele Arciello en los dos últimos, todos ellos grandes compañeros de los que he aprendido mucho”, añade el editor de 'Cuentos para niños' (Siruela, 2019), de Mercè Rodoreda, que es uno de sus sueños cumplidos al igual que lo fuera la edición de los cuentos de Felicidad Blanc.

Respecto a Rodoreda, la autora entre otras obras de 'La plaza del diamante', conviene decir que está considerada una de las escritoras en lengua catalana más influyentes de su época, con repercusión internacional.

Como traductor, avalado por el premio Aurora Díaz-Plaja que otorga la Asociación de Escritores en Lengua Catalana, ha traducido para la editorial Eolas 'Jardín hundido (Viaje a Castilla y León)', de Teresa Pàmies. “La autora relata su viaje por Astorga, León, y otros pueblecitos de León. Es un libro muy curioso, simpático”, apunta Sergio.

“Que la Associació d'Escriptors en Llengua Catalana reconociese mi labor me llenó de gratitud. Cuando el jurado me llamó para comunicármelo no me lo podía creer. Además, curiosamente, me dijeron que era el primer premiado no catalán y el más joven de la historia del premio. Y ya se sabe que muchas veces uno no es profeta en su tierra: la noticia no apareció en ningún medio de León. Cataluña siempre me ha recibido con los brazos abiertos, desde que en 2016 la Fundació Mercè Rodoreda (perteneciente al Institut d'Estudis Catalans) me concedió una beca de investigación para analizar 'La muerte y la primavera', una de sus novelas póstumas. En ese sentido, la financiación para los jóvenes investigadores, los traductores y los creadores en general está muy asentada en Cataluña; es una pena que a pesar de la cantidad de instituciones y fundaciones que existen en Castilla y León, ninguna lance ese tipo de ayudas para emprender investigaciones o la creación artística y así impulsar el conocimiento y la difusión de tantas áreas como tenemos en la comunidad”, expone Sergio, optimista respecto a la pandemia que estamos sufriendo, porque confía en que, poco a poco, la situación mejorará. Que la incertidumbre se irá disipando y podremos volver a la normalidad, añade. “En lo referente a la cultura, es cierto que se han descubierto nuevas posibilidades de llegar al público. Posibilidades que, quizá, antes resultaban aburridas (quién iba a escuchar una conferencia durante horas en un ordenador o asistir a una presentación en línea), pero que ahora no lo vemos surrealista. Ahora que pienso esto, no sé si esto no resulta escalofriante”, reflexiona este entusiasta ensayista y traductor, que expresa su gratitud por esta entrevista, ya que, en sus propias palabras, nos pone a todos en contacto en un circuito de lo más interesante entre creadores, investigadores y público. Y está a la espera de cerrar algunos proyectos a la vez que traduce un par de novelas que pronto verán la luz.

Que la Associació d'Escriptors en Llengua Catalana reconociese mi labor me llenó de gratitud. Cuando el jurado me llamó para comunicármelo no me lo podía creer. Además, curiosamente, me dijeron que era el primer premiado no catalán y el más joven de la historia del premio. Y ya se sabe que muchas veces uno no es profeta en su tierra: la noticia no apareció en ningún medio de León

Entrevista breve a Sergio Fernández Martínez

“La sociedad me parece que está aletargada, cansada”

¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?

'La plaza del Diamante', de Mercè Rodoreda. Es un libro que me entusiasma, me fascina.

Un personaje imprescindible en la literatura (o una persona en la vida).

Mi personaje literario preferido es Erika Kohut, de la novela 'La pianista', de Elfriede Jelinek. No sé si eso me deja en buen lugar.

Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable).

Cuando un autor o un libro me resultan insoportables no los leo. Abandono el libro (¡sin cargo alguno de conciencia!) y paso a otro.

Un rasgo que defina tu personalidad.

Tenacidad.

¿Qué cualidad prefieres en una persona?

Integridad.

¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?

La situación política, tediosa. La sociedad, en consecuencia, me parece que está aletargada, cansada.

¿Qué es lo que más te divierte en la vida?

Me siento afortunado porque lo que me divierte y lo que me hace feliz es sencillo: estar con mis amigos y mi familia, viajar, leer, investigar, la docencia.

¿Por qué escribes?

No escribo ficción, pero puedo darle la vuelta a la pregunta y preguntarme por qué leo y leo porque en la lectura encuentro una manera diferente de entender e interpretar la realidad. Una sensación inmejorable en la lectura es aquella que, a medida que vas leyendo, imperceptiblemente, algo va calando en ti.

¿Crees que las redes sociales, Facebook o Twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?

Utilizo mucho Twitter. Me lo paso muy bien allí; es cierto que se crea una especie de «estilo literario tuitero», personal en cada uno.

¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?

En lo profesional, me gusta leer a teóricos literarios que tienen un estilo marcado. Ahora mismo estoy consultando varios libros de Carlos Bousoño y pienso que me gustaría encontrar una voz similar, clara y determinada. En lo literario me gustan muchos autores, como Herta Müller, Michel Houellebecq o Diamela Eltit.

¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?

Me temo que no. Seguí varios blogs en su momento pero creo que les ha pasado algo similar a los foros de Internet: se han visto renovados por otros canales sociales.

Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.

Desde hace un tiempo, «Nadie puede parar», que usa siempre como despedida Héctor Escobar.

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