Mario Llamazares Torrao: “‘La lluvia amarilla’ me parece un prodigioso ejercicio de prosa poética”

Mario Llamazares Torrao.

Manuel Cuenya

Ganador del Primer Premio Literario Poeta Antonio Fernández Morales en 2008, y finalista del Primer Premio Nacional de Poesía Villa de Madrid en 2015, Mario Llamazares Torrao es profesor, poeta y autor de 'Impresiones', un libro dedicado, en una gran parte, a sus filósofos preferidos. Él mismo reconoce que hay una sección explícitamente filosófica llamada 'Ideas', en la que homenajea a determinados filósofos explicando algunos elementos de su filosofía. Incluso habla de sus vivencias personales a través de la filosofía de estos autores.

“Hay dos poemas amorosos en los que hago referencia a las filosofías de Platón y Nietzsche. O un poema llamado Leibniz en el que abordo su manera determinista de ver la realidad, en relación también con el amor”, explica este berciano de Bembibre, que cursó estudios de Filosofía en la Universidad de Salamanca.

Cuenta que en la ciudad charra vivió su primera juventud. De esa etapa conserva buenos recuerdos con los compañeros de la facultad y de la residencia de estudiantes. También aquella es la época de las primeras decepciones y desengaños, “como siempre ocurre en la vida”, aclara él.

Los primeros poemas de 'Impresiones' los escribió precisamente cuando era estudiante universitario. “Son los primeros que incluyo en el libro porque creo que fue en ese momento cuando conseguí mi propia voz poética o estilo”.

Son poemas narrativos que compuso entre el otoño del año 2000 y el verano de 2011, que son producto de sus vivencias más íntimas y sus reflexiones de aquellos años.

Posteriormente, hizo una selección de poemas, de la forma más bella que pudo, pues esa es la finalidad de la poesía, según él, “si se le puede atribuir alguna finalidad: conseguir expresar los sentimientos e ideas más íntimos de la forma más bella posible”, apostilla. No en vano, la poesía es, en sus propias palabras, la forma más bella y desinteresada de comunicación.

El título de 'Impresiones', en su opinión, sencillo y a la vez bello, hace referencia a 'Impresiones e Ideas' del filósofo Hume. “Cada poema es una impresión, bien sea de un paisaje, un amor, un desamor, una idea...”.

Respecto al ámbito académico rescata sobre todo algunas lecturas que le impresionaron e influyeron en su escritura, como los textos de los filósofos presocráticos, Heidegger y Sartre.

“Aunque todos los filósofos tengan su pedazo de verdad Sartre es posiblemente con el que más estoy de acuerdo por su concepción del ser humano y su existencia”, señala Mario, que tuvo la ocasión, a través de una beca Erasmus, de terminar sus estudios universitarios en Colonia, ciudad alemana en la que sintiera por primera vez la experiencia de ser extranjero, “con el extrañamiento y la nostalgia que eso conlleva”.

Recuerda que fue un año de experiencias fuertes, tanto en lo positivo como en lo negativo, como queda reflejado en al menos cuatro poemas de sus 'Impresiones'.

Hay dos poemas amorosos en los que hago referencia a las filosofías de Platón y Nietzsche. O un poema llamado Leibniz en el que abordo su manera determinista de ver la realidad, en relación también con el amor

En la ciudad de Colonia tuvo la oportunidad de mejorar su conocimiento de la lengua alemana al tiempo que hizo amistad con personas de diversos países.

“Aprendí a leer textos de Kant, Hegel, Walter Benjamin y Marx en su idioma, con el esfuerzo titánico que eso suponía para alguien como yo, que manejaba un alemán de andar por casa cuando llegué allí”, afirma este profesor y estudioso de idiomas, que incluso llegó a impartir clases de alemán y de inglés, lo que le ha servido, a su juicio, para leer a algunos autores en su idioma.

“Para mí es un placer poder leer poesía o prosa en inglés, francés o alemán. Creo que por buena que sea la traducción siempre hay algo que se pierde. Como la palabra que elige el autor en un contexto dado, que puede ser homófona o similar a otras en su idioma, la sintaxis que emplea... Esto sobre todo es importante en poesía, que es seguramente el género más difícil de traducir. La rima y las aliteraciones se pierden normalmente en la traducción. A algunos autores los he leído en su idioma y en español. A otros los he leído solo en su idioma, así que no puedo comparar. Pero imagino que es difícil traducir el uso del alemán que hace Goethe en el 'Werther', la riqueza léxica del 'Almanzor' de Heine... Además hay poemas que no están traducidos al español. Es el caso del 'Intimations of Immortality' de Wordsworth, que no he encontrado traducido entero al español y he tenido que leerlo en inglés”, precisa Mario, quien sólo se plantea escribir en español; no obstante, la manera de expresarse de otros autores en su lengua tal vez le ha servido para usar el español de manera diferente.

Su pasión por la escritura surgió siendo él muy joven, de modo que comenzó su andadura escribiendo en un diario que le regalaran para la primera comunión. Con doce o trece años descubrió la poesía de Bécquer, “los mejores versos en lengua castellana” a través de un libro que tenían sus padres en casa.

“Me maravillaron sus Rimas. Eran de gran belleza y expresaban con precisión lo que empezaba a sentir y a pensar en ese momento: la atracción hacia compañeras de clase, la fatalidad de la muerte... Recuerdo el descubrimiento de esas Rimas con la misma intensidad de mi despertar sexual”.

A partir de ese momento decidió hacer algo parecido a aquellas Rimas a la vez que comenzó a leer a Lope de Vega, Quevedo, Lorca, Miguel Hernández, Luis Cernuda, Pablo Neruda... que también fueron influencias en sus siguientes poemas.

En esta hora mustia,/ detenida de la noche,/ leve dolor de cabeza,/ ni un ápice de emoción/ en mis adentros, leo a Nietzsche/ buscando consuelo./ He intentado salvarme entre sus palabras,/ pero siempre da el mismo resultado:/ soy un enfermo./ Uno de esos que no aman la vida,/ mortifican su cuerpo y mente/ con ideales ascéticos/ y van contaminando a otros/ su resentimiento./ Entonces cierro los ojos/ y te recuerdo un momento./ Eras la flor blanca./ Un primer movimiento./ Como en un vaso,/ una infinita alegría, no cabía,/ en tu diminuto cuerpo./ Como en un círculo, no se podía decir que tu risa/ tuviera un final,/ o un comienzo./ Como el niño de Heráclito,/ que juega con el mundo,/ eras toda futuro./ Siempre serás la promesa cierta/ que pone fin como un broche,/ un lazo, un bálsamo,/ a mi errático infierno.

(Mario Llamazares, Nietzsche, incluido en 'Impresiones')

Simbiosis entre la poesía y la filosofía

Como titulado en Filosofía, cree que existe una simbiosis o síntesis entre la poesía y la filosofía, “pues muchos poemas tratan temas filosóficos, que son temas muy humanos: la muerte, el más allá, el amor, el bien, la justicia... En definitiva, la pregunta que según Platón por boca de Sócrates, si no recuerdo mal en el 'Fedro', dice que nos ocupa: Cómo vivir, que es la gran pregunta de la ética. Y cómo afrontar esta condición humana”, expone Mario que, como buen autor berciano, cree que Gil y Carrasco está infravalorado porque es un gran prosista y mejor poeta, un buen ejemplo del movimiento romántico. Y no tiene nada que envidiar a otros autores románticos más conocidos como Espronceda, Bécquer o Rosalía de Castro.

“He descubierto su poesía hace relativamente poco, que me dio por releer algunos poemas que leí cuando iba al colegio y que entonces no entendía. 'La Violeta' por ejemplo me parece un grandioso poema, a la altura de los mejores poemas de Bécquer. Creo que pocos poemas pueden reflejar tan bien esa nostalgia de vida por una muerte que se presiente cercana”.

Asimismo, resalta a escritores más recientes o contemporáneos de la provincia de León, como Antonio Pereira, Julio Llamazares, Antonio Colinas (poeta que se acerca al tipo de poesía que le gusta a Mario), Juan Carlos Mestre, un gran poeta, merecidamente reconocido, cuya poesía es siempre deslumbrante, sorprendente, a veces demasiado compleja para su gusto, según Mario, convencido de que en la provincia leonesa existen buenos autores, incluso jóvenes promesas, tanto en narrativa como en poesía, escritores que están en la primera línea de la literatura –matiza–, tanto de nuestro país como de toda el habla hispana.

Aprendí a leer textos de Kant, Hegel, Walter Benjamin y Marx en su idioma, con el esfuerzo titánico que eso suponía para alguien como yo, que manejaba un alemán de andar por casa cuando llegué allí

“Me gustó mucho un libro de cuentos de Antonio Pereira, ambientado en nuestra comarca. Creo que fue un buen autor de este género. Julio Llamazares me parece también un gran prosista. Solo he leído de él 'El entierro de Genarín' y 'La lluvia amarilla'. Pero este último me parece un prodigioso ejercicio de prosa poética, muy difícil de llevar a cabo. Como poeta creo que no le puedo juzgar, porque solo he leído algún que otro poema suelto. También me parece un buen columnista. No hace mucho leí un artículo de él sobre los mineros, a propósito del intento de rescate de aquel niño que se cayó a un pozo que me emocionó enormemente. También me gusta lo que he leído de Carlos Fidalgo: https://www.ileon.com/cultura/036086/carlos-fidalgo-soy-de-los-que-escriben-sobre-un-viaje. Consigue un ligero poso poético en sus novelas y cuentos que hace muy agradable la lectura”, sostiene este creador bembibrense para quien su tierra natal es el universo de su infancia y adolescencia.

“No puedo desligar mi vida de esos lugares y las circunstancias que me han marcado como la calle del barrio de Mojasacos, en la que jugaba de niño y de la que me aventuraba a salir de vez en cuando explorando el mundo desconocido. Y eso, de alguna manera, deja su poso en lo que escribo. En 'Impresiones' hay un poema en el que hablo de Bembibre. Y para el poema 'Las Montañas', que es una reflexión sobre qué es una montaña, pensé sobre todo en las montañas del Redondal, que me han acompañado toda la vida. Aunque parezca un hecho banal, siempre me ha fascinado ese juego de las montañas con el Sol, al final de la tarde, en el que la propia montaña se da sombra a sí misma con algunas lomas”, rememora Mario, que desconfía de los premios literarios, a pesar de que él ha recibido algunos, porque no cree que recibir un premio sea una garantía de ser mejor poeta. Asimismo, hay poetas consagrados y reconocidos por premios que no le gustan. Y, en cambio, le gustan más otros poetas menos conocidos, con menos premios.

En todo caso, confiesa haber participado en unos cuantos premios principalmente porque incluían la publicación del libro. “Es una de las pocas maneras de publicar. Porque enviar el libro a una editorial sin ser conocido no garantiza ni siquiera que vayan a leer el libro... Sospecho que es cada vez más frecuente que la concesión de los premios se deba más a los intereses comerciales de las editoriales o instituciones que los conceden, que a la calidad literaria de la obra. Eso explica que publiquen cada vez más a 'influencers' de redes sociales que ya tienen su público de lectores”, especifica este devoto de Borges, cuyos cuentos le parecen prodigiosos, porque consigue recrearse en una ficción que se asemeja a la filosofía. También reconoce que le ha gustado 'La Muerte de Iván Illich', de Tolstoi, porque profundiza mucho en la psique del protagonista.

Sobre la situación de Estado de alarma, que estamos viviendo, advierte que, una vez que acabe esta crisis sanitaria que está provocando muchas muertes, habrá cambios, y se agudizarán algunos que ya estábamos padeciendo.

“Además de la crisis económica que padeceremos imagino que cambiarán algunas de nuestras costumbres y maneras de relacionarnos durante un tiempo. Probablemente habrá menos turismo. El flujo de bienes y personas al que estábamos acostumbrados con la globalización se ralentizará. Aumentarán los aranceles comerciales. Puede que se vuelvan a relocalizar muchas fábricas que ahora están en Asia, en Europa y Norteamérica. Puede significar el fin o el principio del fin de la Unión Europea. Hemos visto recientemente que es solo una unión de intereses comerciales. Hay poca solidaridad entre sus miembros. Y es una verdadera pena. Porque yo era euro-optimista”.

Sea como fuere, espero que la crisis económica, que agudizará la guerra comercial entre EE.UU. y China, no les lleve a un enfrentamiento militar y que no nos arrastren a él.

“En nuestro país parece que se acabarán las aglomeraciones por un tiempo, los conciertos, las reuniones en los bares. Probablemente seremos más reacios a saludarnos con dos besos, a dar la mano... que son gestos afectuosos, propios de nuestra cultura”.

Se muestra esperanzado en que, en uno o dos años, se encuentre una vacuna, o una buena parte de la población esté ya inmunizada para entonces, de modo que podamos volver a llevar una vida parecida a la que hemos tenido hasta antes de que se declarase el Estado de alarma.

No puedo desligar mi vida de esos lugares y las circunstancias que me han marcado como la calle del barrio de Mojasacos, en la que jugaba de niño y de la que me aventuraba a salir de vez en cuando explorando el mundo desconocido. Y eso, de alguna manera, deja su poso en lo que escribo

“La humanidad ha pasado pandemias peores que esta y ha salido adelante. Hace algo más de 100 años la gripe mal llamada española se calcula que mató a 50 millones de personas en todo el mundo. La peste negra del siglo XIV acabó con la vida de un tercio de la población mundial. Será duro. Morirá mucha gente. Cambiará nuestra vida en los próximos años. Pero saldremos adelante. Hay luz al final del túnel. Debemos ser optimistas. Aunque los años 20 del siglo XXI, a diferencia de los del siglo XX, parece que no serán felices”, apunta este profesor y creador, que sigue escribiendo poesía. Y a la espera de un editor, porque ya tiene un segundo libro de poemas, que escribiera entre 2011 y 2018.

Es probable que en su próximo volumen también incluya un poema de esperanza sobre las invisibles ondas del wifi, que de alguna manera nos mantienen unidos. Se titula 'El rayo verde', en referencia a la película de Éric Rohmer, aclara su autor.

Asimismo, ha comenzado una novela de ciencia ficción en la que se pregunta cómo podría ser la ciudad de León dentro de mil años. “Una historia de amor o más bien de desamor, con este contexto de fondo, en el que me planteo cambios religiosos, sociales, económicos...”, concluye Mario, agradecido de figurar en esta fragua literaria leonesa, en la que hemos reseñado a buen puñado de escritores y escritoras.

Entrevista breve a Mario Llamazares

“Somos un pueblo trabajador y solidario”

¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?

Hay varios que me gustaría leer por segunda o tercera vez. Por ejemplo, 'El Gran Gatsby' de Scott Fitzgerald o 'El Quijote'.

Un personaje imprescindible en la literatura (o en la vida).

El Ingenioso Hidalgo. Sería difícil concebir la literatura sin él.

Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable).

No fui capaz de leer 'Olvidado rey Gudú' de Ana María Matute, por más que me lo recomendara una amiga. Y creo que no volveré a intentar leerlo en el futuro.

Un rasgo que defina tu personalidad.

Creo que la timidez. Soy bastante tímido.

¿Qué cualidad prefieres en una persona?

La sinceridad. Siempre la busco en las personas que conozco. Sin ella no puede haber confianza.

¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?

Creo que muchos de los políticos de primera línea de nuestro país miran más por los intereses de su partido o los suyos propios que por los de los ciudadanos. Y eso me parece lamentable. Creo que nuestra sociedad, si entendemos por ella a los españoles, no nos merecemos esto. Creo que en general somos un pueblo trabajador y solidario.

¿Qué es lo que más te divierte en la vida?

El humor. Sin él, la vida sería una mierda.

¿Por qué escribes?

A veces se me ocurre un verso o dos. Parece que me vienen. Y quiero continuar para ver qué más me pueden decir. Y crear con ellos algo bello.

Con la novela que tengo empezada me sirve para aclarar mis ideas, pensar. Voy deshilvanando lo que pienso sobre mi vida, la sociedad en la que vivo, la realidad misma.

¿Crees que las redes sociales, Facebook o Twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?

No. Para mí son una fuente de información. Sobre lo que pasa en el mundo y a mis amigos. Escribir sería otro proceso. Aunque a veces se pueda utilizar alguna de esta información en la escritura. Yo escribo más desde lo que me pasa a mí. Y para eso no necesito las redes sociales.

¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?

Los escritores que me gustan. A los que alguna vez quise parecerme o sigo queriendo parecerme a veces. En primer lugar diría Bécquer. La belleza de sus rimas fue posiblemente lo que más me motivó a empezar a escribir. Por continuar con poesía, Luis Cernuda, Ángel González, Francisco Brines, Borges, Kavafis, Novalis, Heine, Wordswoth, Keats... Creo que todos ellos hacen una poesía que invita a la reflexión, filosófica, muy bella y que es accesible.

En narrativa creo que Cervantes. 'El Quijote' es una obra colosal cuyo final me hizo llorar. Albert Camus, Sartre, por su ejercicio de unir literatura con filosofía existencialista. Aunque 'La Náusea' de Sartre es más filosófica, reconozco que la prosa de Camus es más elegante. Scott Fitzgerald. 'El Gran Gatsby' es una de las novelas que más me han emocionado en mi vida. De Virginia Woolf me entusiasma su minuciosa introspección analítica. Aprecio la fina ironía de las novelas de Aldous Huxley, y 'El árbol de la ciencia' de Baroja por el mismo motivo, que además tiene algo de filosofía de Schopenhauer... También me gusta mucho el teatro, como 'La vida es sueño' de Calderón de la Barca, que he leído y visto representada un par de veces. Y las obras de Arthur Miller. Todo lo que he visto y leído de él me ha encantado. Sobre todo, 'Muerte de un viajante', que me parece una obra maestra. Siempre que puedo voy a ver funciones, tanto de autores clásicos como contemporáneos.

¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?

Sigo el canal de youtube de Jesús G. Maestro, discípulo de Gustavo Bueno, que hace análisis literarios desde el materialismo filosófico. Me parecen muy interesantes y me han servido para entender mejor a algunos autores.

Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.

Siempre quiero más. Como dice The Cure en su canción 'Want'. Es lo que siempre he deseado en mi vida.

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