La Universidad de León asume el reto del rejuvenecimiento de plantilla en el último acto académico del 40 aniversario

Carlos S. Campillo / ICAL Acto académico organizado con motivo del 40 aniversario de la creación de la Universidad de León.

César Fernández

La Universidad de León (ULE) celebra este curso su 40 cumpleaños. Es un centro joven, desde su desvinculación del tutelaje que ejercía la Universidad de Oviedo. Y también quiere que lo sea su plantilla. Su rector y aspirante a la reelección en los comicios de la próxima primavera, Juan Francisco García Marín, avanzó un aumento de plazas de profesorado para el curso que viene este viernes, en el último acto académico de las celebraciones del aniversario.

La ULE, que se benefició de la entrada de savia nueva general en la década de los ochenta, padeció los efectos de la última crisis con años de tasa de reposición cero. “Pero el año que viene tendremos todavía más plazas que el año anterior”, comprometió García Marín, orgulloso de que más de la mitad de las 199 plazas de estos tres años y medio de mandato corresponden a profesores ayudantes doctores, que “son los que tienen que se tienen que encargar de rejuvenecer (la plantilla)” sin obviar a los que han pasado a la condición de contratados fijos, que “también tienen una cierta juventud”.

Tras la gala de finales del pasado mes de septiembre dedicada a empresas e instituciones colaboradoras, el acto académico de este viernes estaba destinado a la comunidad universitaria. Se trataba de un homenaje, pero el rector no quiso caer en la autocomplacencia. “La Universidad de León no puede quedarse parada. Si queda parada, lo que hace es retroceder. No podemos caer en la autosatisfacción: queremos tener nuevos proyectos, nuevos títulos de grado adaptados a las necesidades actuales, másteres y relación con la empresa y las instituciones, investigación, culturales y sociales”, dijo.

Más “como hermana que como hija” para la Universidad de Oviedo

Más “como una hermana que como una hija” la ve la Universidad de Oviedo, cuyo rector, Santiago García Granda, estuvo presente como representante de la institución que hace más de 120 años empezó a tutelar los estudios académicos en León con la creación del distrito universitario.

García Granda tuvo palabras de elogio para la ULE. “La veo progresando de forma impresionante. A pesar de su juventud, tiene una altísima capacidad”, subrayó sin ocultar la paradoja de que la Universidad de Oviedo “ya es un poco hija” de la León al contar con una aula del Instituto Confucio.

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