El Ayuntamiento de León no pidió permiso de la Junta para mover las letras en la Catedral, siendo Camino de Santiago

Las letras de León en la plaza de la Catedral. // C.J.D

Jesús María López de Uribe

Si a un particular se le ocurriera mover un metro un cartel o elemento del Camino de Santiago, y le pillaran haciéndolo, la sanción que le podría corresponder sería mayúscula. Caería sobre él todo el peso de la Administración autonómica encargada de velar por la Cultura por cambiar sin permiso la integridad del Camino de Santiago, un bien considerado Patrimonio de la Humanidad y que, por ello, se considera altamente protegido.

Sin embargo, cuando esto lo hace otra administración pública, la cosa cambia. Al igual que hace un mes en Sahagún, donde se realizaron unas obras en pleno Camino de Santiago sin proyecto y la consiguiente supervisión del Servicio de Cultura y Patrimonio autonómico, el Ayuntamiento de León ha cambiado de lugar las letras que componen el nombre de la capital leonesa sin haber solicitado permiso a la Comisión Provincial de Patrimonio.

En concreto, la legislación impide realizar cambios notorios en la Ruta Jacobea –la Calle Ancha y la plaza de Regla es en sí misma parte de su recorrido– sin comunicarlo a las autoridades protectoras del Patrimonio ,salvo que se tenga aprobado un plan especial de protección del conjunto histórico y del Camino de Santiago. El Ayuntamiento de León sí ha licitado, pero no ha aprobado esta normativa, por lo que al menos debía haber solicitado el permiso para el cambio de lugar con trabajos de encofrado de hormigón y eliminación de elementos urbanos.

Pese a que en Sahagún un plan de estas características está en vigor desde el año 2015 –un planeamiento especial que le permite al Ayuntamiento acometer o autorizar este tipo de obras sin someterse obligatoria y previamente a la Comisión de Patrimonio–, cuando se supo que se había arreglado un tramo del camino sin comunicarlo a la Junta desde la misma comisión de Patrimonio se indicó a ILEÓN que “lo más lógico es que lo comuniquen” a modo de censura. Cosa que no ocurrió ni en la villa sahagunense ni en la capital legionense.

Retirada de varios elementos

Según la propia información facilitada por el Ayuntamiento de León los trabajos consistieron en crear una bancada con trabajos de hormigonado y encofrado en medio de la plaza de la Catedral que ha sido “recubierta de la misma piedra que está colocada el suelo de la plaza de Regla, pero pulida”. El nuevo letrero se ubicó “sobre un banco corrido de cuatro metros de largo, 90 centímetros de anchura y 40 centímetros de altura, forrado con piedra caliza gris de calatorao, lijada y pulida”.

Para ello, siempre según la información facilitada por el Gabinete de Prensa Municipal a los medios de comunicación mediante nota de prensa, se retiraron “dos bancos, una papelera y una jardinera”.

Además, los comunicados indicaban que “la estructura sobre la que hasta este momento se colocaban las letras de León no se retirará y permanecerá en su ubicación actual”, porque en esa situación “marca el paso que sigue el Camino de Santiago a su paso por la ciudad”.

Sin embargo, ahora el peregrino que vaya en dirección a Santiago de Compostela, las verá al revés al no tenerlas de cara como ocurría antes según subía por la plaza de la Catedral para entrar a la calle ancha.

La Junta no reprende a León porque lo considera “una simple reparación de mobiliario urbano”

Sin embargo, una vez preguntada a la Junta de Castilla y León por parte de este digital si Comisión Provincial de Patrimonio había dado el visto bueno al cambio de las letras del cartel de León en la plaza de Regla de León por ser Camino de Santiago, fuentes de la Administración autonómica reconocían que el Ayuntamiento de León “no había solicitado” permiso.

A primeros de esta semana, vuelta a preguntar al Servicio Territorial de Cultura, por si la Administración municipal había intentado en este tiempo regularizar la situación, se volvió a contestar que no se había recibido ninguna solicitud, para matizar a continuación que “a entender de la Comisión de Patrimonio tampoco habría sido necesario” puesto que se considera “una simple reparación de mobiliario urbano”.

Sin embargo, para esa “simple reparación” se ha contado, siempre según fuentes oficiales del Ayuntamiento de León con la participación de la Brigada Municipal de Obras, bajo la coordinación de los monitores de cantería, forja y soldadura del Centro de Oficios y Artes Plásticas.

Esto contrasta con la gran dureza con la que se suelen vigilar las intervenciones en el mismo Camino de Santiago o su entorno inmediato, a otras instituciones públicas y también a particulares. La Junta suele ser habitualmente muy dura en estos aspectos, como indica el antecedente más cercano y conocido: la sanción que se le impuso en 2019 al Ayuntamiento de Santa Colomba de Somoza por pavimentar y adecentar una calle de Foncebadón que era plena Ruta Jacobea, como lo es la plaza de la Catedral de León.

La propia información del Ayuntamiento de León habla de la construcción de un pedestal de hormigón forrado de piedra pulida y la eliminación de bancos y dos elementos urbanos para poderlo situar en pleno Camino de Santiago.

Sí es cierto que redactó un informe previo municipal de situación de perspectiva y para los trabajos de la cuadrilla municipal, pero no con el preceptivo comunicado e informe de Patrimonio que sí se le exige a las demás administraciones sin plan especial del Camino de Santiago o a cualquier ciudadano; al que, de no notificar cualquier mínimo cambio en un Patrimonio de la Humanidad, le caería una multa de considerables proporciones.

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