La resaca electoral tras la noche en la que Ponferrada dejó de ser el ‘Ohio español’

Sufragios en Ponferrada. / Foto César Fernández

César Fernández

Más de cuarenta años después, el 'efecto Ohio' dejó este domingo 10 de noviembre de ser de aplicación en Ponferrada, conocida y hasta destacada por 'clavar' el resultado de las elecciones generales en España al modo que el estado norteamericano lo hace con las presidenciales de Estados Unidos. La capital berciana se separó por primera vez de esta tendencia desde la restitución de los comicios democráticos en 1977 al contener el notable ascenso de Vox, que no consiguió encaramarse a la tercera plaza, que ocupó Unidas Podemos también en detrimento de Ciudadanos, que reprodujo el batacazo nacional. ¿Fue una cuestión de resistencia ideológica frente a la irrupción de la fuerza de ultraderecha o pesaron más otras razones coyunturales?

El historiador y profesor de la UNED (Universidad Nacional de Educación a Distancia) Francisco Balado empieza por matizar el 'efecto Ohio' en Ponferrada, una ciudad “sin excesivo arraigo” debido al “crecimiento exponencial” vivido a mediados del pasado siglo que llenó la ciudad de población foránea. Balado habla de una aplicación “imperfecta” por considerar que existe un “voto de simpatía”, “no excesivamente ideologizado” y que “se deja llevar por la corriente general” hasta aplicarle el adjetivo de “conservador” sin que ello signifique necesariamente una tendencia hacia la derecha. Y es que recuerda que las victorias más nítidas del Partido Popular han coincidido con las mayorías absolutas de 2000 y 2011 en contextos muy negativos para el PSOE.

El historiador Francisco Balado matiza y habla de aplicación imperfecta del 'efecto Ohio' al considerar que existe un voto de simpatía, no excesivamente ideologizado y que se deja llevar por la corriente general

Lo que sí atribuye este profesor a las dos formaciones mayoritarias son sólidas estructuras locales y comarcales de partido que, en el caso socialista, le permitieron “no bajar del 20%” incluso en las situaciones más críticas. El andamiaje orgánico es, precisamente, una de las debilidades de Vox, que no ha conseguido consolidar una dirección reconocible ni en El Bierzo ni en Ponferrada, donde incluso rifirrafes de última hora le impidieron presentar candidatura a las municipales del pasado 26 de mayo. “No hay solidez, ni discurso ni liderazgo”, resume Balado en una tesis en la que coincide la profesora de Sociología de la Universidad de León Adelina Rodríguez. “No hay una representación en Ponferrada conocida. PSOE, PP y Podemos sí tienen una representación municipal. Se conoce a las personas. Y eso siempre juega a favor”, considera la docente.

A mitad de camino entre las razones ideológicas y las orgánicas se puede explicar la resistencia de Podemos. Pese a perder con respecto a abril un punto porcentual (del 15,34 al 14,28%) y más de un millar de votos (de 6.010 a 4.968), la formación morada mantuvo el empuje hasta contener el avance de Vox (que apenas ganó 3 puntos porcentuales al pasar del 8,48 al 11,94%, la diferencia entre los 3.321 votos del 28-A a los 4.152 del 10-N). Aunque con el paso del tiempo nota un “escoramiento” del voto hacia la izquierda en Ponferrada, Balado prefiere apuntar hacia la consolidación de “cierta estructura” orgánica de Podemos en la zona, apuntalada ahora que desde junio toca poder con la entrada en el Gobierno municipal. “Y eso da visibilidad y proyección. Están en el tejido social y eso siempre es importante”, apostilla.

Podemos saca pecho

Podemos sí goza de cierta estructura orgánica en Ponferrada, apuntalada ahora que toca poder en el Ayuntamiento. Y eso da visibilidad y proyección, subraya Balado

La propia portavoz municipal de Podemos en Ponferrada, Lorena González, alzó la voz en la madrugada del domingo al lunes para atribuir a una “lección de dignidad” el coto en la comarca al avance de Vox. Tras “condenar y lamentar la entrada tan cruel y salvaje del fascismo” en las instituciones, González sacó pecho: “En El Bierzo debemos estar orgullosos porque en nuestra comarca esto no ha ocurrido. El Bierzo resiste y sigue dando lecciones de lucha, de dignidad y, sobre todo, de democracia”. El profesor Balado también matiza. Admitiendo que en las cuencas mineras pueda sobrevivir un voto ideologizado, aboga por meter en Ponferrada otros factores a debate en una análisis cada más complejo por la ruptura del bipartidismo y la aparición de nuevas fuerzas.

El exsecretario comarcal de Comisiones Obreras Vicente Mirón sí alude a la cuestión ideológica. Consciente de la existencia de un caladero en 'la izquierda a la izquierda del PSOE', subraya que Podemos ha conseguido capitalizar los votos en las generales frente a la “atomización” de las municipales, por lo que insta a la reflexión a las direcciones territoriales de la formación morada para lograr “aglutinar” ese espacio también cuando estén en juego escaños en el Ayuntamiento de Ponferrada. “Yo no haría esa lectura. En Ponferrada hay dos bloques y luego proyectos personales que yo no situaría en la izquierda. La fragmentación en las municipales se da por la entrada de fuerzas de carácter local”, opone Francisco Balado.

La profesora de Sociología Adelina Rodríguez habla de cierta movilización del electorado de izquierdas ante el fantasma de la abstención y la amenaza de Vox, que sí pudo captar un voto del cabreo

También con matices reflexiona sobre la cuestión ideológica Adelina Rodríguez al hablar de cierta movilización del electorado de izquierdas ante el fantasma de la abstención y ante la “amenaza” de Vox, una opción que en otro sentido puede captar un cierto voto del “cabreo” ante la repetición electoral por la imposibilidad de formar Gobierno en Madrid. “El espacio a la izquierda del PSOE siempre tiene una clientela en Ponferrada, donde la izquierda aguantó bastante bien. No ha perdido lo que se vaticinaba”, analiza el expresidente socialista del Consejo Comarcal del Bierzo Ricardo González Saavedra, quien interpreta que la fuerte implantación del PP “pudo haber impedido el crecimiento de Vox” con el ejemplo de la vecina comunidad de Galicia, donde la fuerza de ultraderecha no obtuvo ningún escaño este 10-N. “El PP de Ponferrada y del Bierzo ya está bastante derechizado”, abunda en esta línea Vicente Mirón.

La última pata del análisis es la de Ciudadanos, que se desplomó a imagen y semejanza de lo ocurrido en el cómputo nacional hasta caer en Ponferrada del tercer al quinto lugar tras perder más de 4.000 votos y diez puntos porcentuales. A juicio de Balado, la formación naranja ha cometido el mismo pecado que Vox: no contar con una estructura orgánica en la ciudad ni en la comarca. “Y si no hay aparato se produce una desafección del electorado”, sostiene antes de interpretar que el voto perdido de Ciudadanos se ha ido mayoritariamente a la abstención al no ver un trasvase a Vox, que tampoco ha podido plantar cara al crecimiento del PP en unas elecciones que Rodríguez tacha de “anómalas” por ser la repetición la constatación de un fracaso con los mismos actores nacionales en el cartel. Las siguientes (sean dentro de seis meses o dentro de cuatro años) volverán a medir la capacidad de Ponferrada para ser de nuevo termómetro electoral y recuperar su condición de 'Ohio español'.

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