'Haz que pase', Pedro (y que el ritmo no pare hasta la victoria en las Generales)

Javier Alfonso Cendón, Pedro Sánchez y Luis Tudanca, ayer en León. Foto: Carlos S. Campillo (ICAL)

Jesús María López de Uribe

Diario de Campaña de las Elecciones Generales. Entrada 1. Ficha: Mítin del PSOE en León. Pabellón de La Torre. Estrellas invitadas: Pedro Sánchez (líder nacional), Luis Tudanca (aspirante autonómico), Javier Alfonso Cendón (local). Público: abarrotado. Duración: una hora y pico. Ambiente: desaforado. Informan para ILEON.COM: Antonio Vega en el pabellón y Alba Mañanes de apoyo en Redacción (puede leer la noticia 'seria' aquí y evitarse este tocho: Pedro Sánchez anima a llenar las urnas el 28-A para hacer frente “a los 'Tres Temores' de los derechos y libertades”).

Comenzamos la campaña, tres días antes de que se inicie oficialmente. Los mítines electorales son cosas para fans y periodistas, y la cita con un presidente del Gobierno es uno de los ejemplos más clamorosos de ello. Perfecto para frikis de estos actos como los periodistas de ILEON.COM. Ya se reconoció esto mismo aquí hace casi un año, en el último gran evento político que acogió el tradicional pabellón de La Torre (porque es perfecto para dar sensación de llenazo, aunque no siempre se consiga) que encabezó Albert Rivera, el entonces 'aspirant tranquil' que parecía ser el próximo presidente del Gobierno. Desde aquel 4 de abril de 2018 las cosas han cambiado mucho. Resultó que fue Pedro Sánchez el que ocupó el puesto dos meses después. Y ahí sigue (y Rivera parece todo menos 'tranquil'). 'Haz que pase', el lema socialista, le viene que ni al pelo en buena lectura.

El presidente del Gobierno socialista abre 'fuego' en León. Notable circunstancia para una provincia que cuenta mucho menos que antes a la hora de elegir representantes en el Congreso de los Diputados (con el inicio de la democracia se elegían seis en esta circunscripción electoral, y en las últimas elecciones ya cayó a cuatro por la enorme pérdida poblacional sufrida, más de 77.000 personas, la mitad en los últimos seis años).

Sánchez aprovechó el avión presidencial para desembarcar en el aeropuerto de La Virgen del Camino por la mañana, y darse el pote por la más sobresaliente inversión de José Luis Rodríguez Zapatero en la ciudad: el Incibe (en su origen Inteco). Vamos, que se ha marcado la 'clásica' visita presidencial a este proyecto de futuro que ha atraído una significativa cantidad de ingenieros y programadores a un lugar que parece perdido de la mano de Dios.

El actual presidente del Gobierno tiene una relación estrecha (y también un poco 'tiovivo') con la provincia, ya que su mujer pasaba los veranos en Valderas. Durante la campaña de las primarias en las que consiguió ser reelegido secretario general del PSOE ya estuvo en el Pabellón de La Torre (qué casualidad, en abril de 2017), así que se conocía bien el escenario. Le acompañan el candidato autonómico Luis Tudanca (que también tiene una estrechísima relación con León) y el secretario provincial, el jovencísimo sucesor de Tino Rodríguez, Javier Alfonso Cendón (procedente del Bierzo). Hablaron al revés, de menor a mayor importancia sobre un escenario rodeado de sus fieles.

Devoción desbocada en un pabellón repleto

Lo segundo que hacemos los periodistas a los que nos encanta el rollo del márketing político es intentar calcular cuánta gente ha acudido a los mítines. En este caso el pabellón elegido, ya casi el campo de juego local para estos eventos, tiene una capacidad máxima de unos mil y pico asistentes si los sientas en la cancha de juego (más 300 en las gradas). El resultado, apabullante. Llenazo total. Repleto. Con público aún entrando 15 minutos después de que comenzara el sarao. El PSOE ha metido más de 1.400 personas, sino 1.500, ya que había bastante gente de pie. No es que no cupiera un alma, pero casi.

¿Y qué es lo primero? Observar cómo los 'adoradores del líder' reciben al mismo antes de llegar al interior del pabellón. En la misma puerta. Buscando la anécdota del día. Los fotógrafos buscan la típica imagen del político poniendo las manos en la cara en un niño o anciano, pero hoy había tantísima gente que con la seguridad propia de un presidente del Gobierno sólo los gráficos pudieron ver el recibimiento. Como Sánchez no tiene una buena relación con la Prensa, y lo normal es que no haga declaraciones ni antes ni después de los actos, los que juntamos letras nos quedamos lejos del mundanal y acalorado recibimiento. Pensando en las mesas para nuestros portátiles la tradicional frase (llevamos demasiados ya y de todos los colores) de que hay que 'comerse' todo el mítin.

“Haz que pase, Pedro; pero cuanto antes, que tenemos que sacar la crónica”, se podría oír en los pensamientos de los periodistas. Fue entrar al pabellón y cambiar el brillo de los ojos de los asistentes. El presidente del Gobierno llega unos veinte minutos tarde, pero la espera se olvida y las banderas se agitan por toda la cancha. Comienza el espectáculo.

Cendón, el novato, primero

Como mandan los cánones Javier Alfonso Cendón, el candidato al Congreso de los Diputados por León el 28 de abril, inicia los discursos tras los abrazos canónicos entre los tres líderes. El chico pone buenas intenciones, pero le queda todavía experiencia de atril. Un discurso un tanto curil, pero bien hilado para el marrón que tiene encima por primera vez. Unos agradecimientos e intento de gracietas. Y loas al candidato a la Junta y, cómo no, a Sánchez.

Eso si, fue el primero (después lo haría Tudanca) en recordar a la dirigente socialista fallecida Carme Chacón el 9 de abril de 2017. “Hace justo dos años que nos dejó, un referente para los socialistas, para las mujeres porque luchó siempre para romper los techos de cristal”.

Al fondo del pabellón, un muro rojo con el lema 'La España que quieres' y las siglas del PSOE (a las que se añaden un corazón), todo muy minimalista. Y dos pantallas LED a los lados, donde se puede ver en televisión al ponente. Como si fuera un encuentro deportivo. En el fondo un mítin es algo parecido, pero contra contrincantes de otros partidos políticos que no están allí (reciben los 'goles' a distancia sin defensa alguna, vamos, un poco abuso porque el público es el árbitro).

Cendón lo intenta hacer bien, pero al final uno se despista y mira alrededor a ver cómo han preparado el evento. Nota técnica de la producción audiovisual, alta: una jirafa con cámara de televisión para mostrar el público, dos cámaras en un altillo en el medio del pabellón. El sonido, perfecto. Y una versión un tanto 'jazzística' del himno del PSOE bastante atractiva. Vamos, que por el libro. Cómo han cambiado los mítines de diez años a esta parte. En plan Netflix.

Otra mirada a los asistentes de postín. Entre el público cercano (los que más suerte tuvieron porque se abrazaron con Sánchez, y en realidad los que mejor se han posicionado en el PSOE leonés) el candidato a las Europeas Ibán García del Blanco y el de la Alcaldía de León, José Antonio Diez, entre otros muchos.

Tudanca: “Cómo ha mejorado este chico”

Tras la disertación del 'nuevo', el candidato a la presidencia autonómica de esta nuestra Comunidad, Luis Tudanca, se puso en faena. A priori tiene la más difícil, ya que el tema de las nueve provincias como que no cala mucho en León; ni siquiera entre los socialistas. La gente de Soria tiene derecho a vivir lo mejor posible (y en ILEON.COM somos fans de sus noticias), pero como que no le llega la problemática a los leoneses. Así que los minutos de la basura de los mítines suelen ser los 'autonómicos', en los que los asistentes se distraen porque en realidad les importa bastante poco.

Pero (oh, sorpresa), Tudanca evita caer en la trampa. Se dedica a hablar de asuntos más importantes y generales. A recordar, por si nadie de los presentes se había enterado, de que con el Gobierno de Pedro Sánchez se ha invertido más que lo que ha hecho el PP durante la presidencia de Rajoy. “En tan sólo diez meses”, reitera entre los aplausos del público remachando la idea que le había dejado antes en bandeja Cendón.

Los chistes. Que son los que importan, para que nadie se aburra. O más bien las ocurrencias de las que a veces se sale mal. Pues Tudanca sale con nota. Habla de Pablo Iglesias, “el bueno, que es el nuestro; no el otro”, critica al PP por votar en contra de los decretos socialistas que beneficiaban a Castilla y León (entre ellos el de los secretarios ciudadanos de Juntas Vecinales, recordando que entre León y Burgos son la mayoría de España) y juega con la idea del no, no y no... hasta que suelta: “El PP ha dicho a todo que no. ¡Menos mal Pedro que eras tú el de no es no!”. Público enardecido. Con Tudanca.

El caso es que los periodistas nos miramos sorprendidos. No era su fuerte el hablar en público. “Cómo ha cambiado Luis Tudanca”, nos decimos. “Pues lo hace bastante mejor que antes”. Arranca más aplausos que Cendón (lo cual es raro de narices en un candidato que habla de algo tan árido como Castilla y León, un tema que es evidente que no apasiona en una audiencia leonesa). Pero es que su discurso tiene truco. Casi no menciona la Comunidad Autónoma y se dedica a plasmar ideas sobre problemas concretos para todos los españoles.

Sentido recuerdo a las comarcas mineras

Ofrece un sentido recuerdo a las comarcas mineras de León y de Palencia, metiendo otro palito al PP. “Llegó Rajoy y había cinco mil mineros, se fue y ninguno. Y las comarcas mineras no tienen la culpa del cambio climático y nadie se va a quedar por el camino”. Los socialistas leoneses, casi con la lagrimina, rompen a aplaudir. Ésta se la sabía. “Y gracias a Sánchez y Reyes Maroto por salvar a Vestas”. La verdad, se la ha puesto para rematar a placer.

Pues sí, Tudanca ha hecho un discurso de sobresaliente. Terminando con varias ideas: Que el PSOE busca que “cada uno llegue tan lejos como le permita su talento y no por el dinero que tienen sus padres” y con una advertencia para rebajar un poco el subidón que ya llevan los simpatizantes y afiliados: “El cambio está más cerca que nunca, lo tocamos con la punta de los dedos pero no podemos quedarnos parados, tenemos que movilizarnos. Hombro con hombro, poniendo lo mejor de nosotros mismos”. Le da el paso al presidente abrazándose con él.

¿Qué ha pasado aquí? No es el típico mítin de toda la vida en el pabellón de La Torre. Hay un ambiente tan alucinante que parece hasta poner en un altar (casi es un altar el lugar desde donde hablan, una base cuadrada con otra circular encima; de alfombra roja, por supuesto) al candidato a la Junta de Castilla y León al que los asistentes, leoneses recuérdese, le aplauden a rabiar. Esto es diferente.

¿Quién nos ha cambiado a Pedro Sánchez?

Y llega el gran hombre, el presidente que todos esperaban. El guapo Pedro Sánchez. Que comienza a hablar entre los aplausos y vítores (y tres o cuatro gritos de guapo, guapo, guapo; y más guapo todavía), alguien a quien los periodistas ya hemos visto en el mismo edificio en varias ocasiones y que entonces “tenía mucho que mejorar” porque parecía que no conseguía más repetir primero de locución de mítin (incluso se le llegó a definir un poco cruelmente entre la tribu periodística como 'grititos').

Pero vaya. ¿Es el mismo? No. Su voz ya no se desinfla en los momentos en que necesitaba elevar el tono. Es ahora el tono. Sánchez tiene un chorro de voz y una potencia pulmonar evidente. Pero ahora la cadencia de su discurso tiene prestancia, pero sin perder el ritmo. Calidez. Cercanía. Moderación. Seriedad. Calidez... un momento... ¿nos está atrapando a todos con un discurso parecido a un estadista?

“¿Pero éste es Pedro Sánchez? ¿Quién ha cambiado a Pedro Sánchez? Madre mía, es completamente distinto. Vaya mejora”, soltamos de chascarrillo los escribidores de la canallesca. Y sí, menuda diferencia. Como si el paso por Moncloa haya cambiado a la persona que irradia tal solidez y confianza que uno como periodista puñetero y cabrón con esto de los eventos políticos se empieza a encontrar mal. Sabe que tiene que hablar de forma justa y ecuánime de lo que ve, y oye; y es todo bueno. Leñe, todo. Y uno está acostumbrado a darles leña como si no hubiera un mañana. A encontrar algo para criticarles. Pero hoy no encuentro cómo 'darle'.

Leñe de nuevo. Me tiene atrapado el muy... candidato.

“Si hemos cambiado muchas cosas en este país, todo en diez meses y con 84 diputados. ¿Os podéis imaginar si el 28 de abril tenemos muchos más diputados lo que podemos hacer por este país? El auditorio se sincroniza con el secretario general del PSOE que se pone en modo ”frase-aplauso ON“.

Frase-Aplauso. Frase-Aplauso. Y aún así le da tiempo a templar gaitas y recordar: “Hoy han salido buenos datos, pero las urnas no se llenan de votos con datos. Hay que movilizarse, hay un riesgo real. Ocho millones de indecisos. Riesgo real cierto de que la Derecha y sus tres siglas sumen y hagan lo que están haciendo en Andalucía. Tenemos que aunar, concentrar, todo el voto en el único partido que puede enfrentar a las derechas en el Gobierno español. Por supuesto agradecer a los que a las duras y las maduras han votado al partido socialista. Que lo ven como una opción real de izquierda y progreso”.

“El único partido razonable, cabal, sensato... (aplausos)... es el Partido Obrero Socialista Español... (aplausos)... van juntos a los toros, a tomar vinos, a Colón y juntos se irán a la oposición” (muchísimos más aplausos).

¿Los Tres Tenores? “No, los Tres Temores”

El orador tiene a los espectadores en su punto. Y prende fuego al suflé: “¿Os acordáis de los Tres Tenores? Pues éstos son los Tres Temores”.

Vamos, que la gente se vuelve loca por la gracia. Se oyen gritos de 'valiente' y él continúa, aprovechando que el tren va a buena velocidad: “La buena gente no roba, no espía, no insulta, no crispa, no confronta. En este país nos gusta discutir, todos somos seleccionadores, pero para arreglar los problemas, no para estropearlo, la buena gente ayuda a los demás y trabaja por sus hijos y la pensión de los mayores. No vamos a rebasar la Constitución por mucho que digan. Siempre hemos tenido la misma posición. Qué hicimos con el 155 más que estar al lado del Gobierno y arrimar el hombro. Ellos en cuanto pasaron a la oposición fueron ileales al Gobierno y al Estado. Ellos son los que cambian de opinión. Rivera quiere poner un cordón sanitario al partido que derrotó a ETA, al partido que puso en pie el Estado de Bienestar, al que subió el SMI un 20% después de 22 años”.

Buf, del tirón. “¿Y quiere un cordón sanitario? Da igual, la ola de ilusión del PSOE para el 28 de abril y 28 de mayo no va a haber quien la pare. Una España en igualdad. ¿Qué pensé el 8 de mayo viendo a toda esa gente salir a la calle por las mujeres? ¿Qué dos palabras? VIVA ESPAÑA” (ésta no se la esperaba nadie, oiga). “Esa es la España que nosotros defendemos”, afirma.

“Un país bueno por la dieta mediterránea... y la cecina”

Se la ha puesto a huevo otra vez: “Un país bueno por la dieta mediterránea... y por la cecina”. ¿Alguien duda de que arrancó aún más aplausos? “Pero sabéis porqué es, por el sistema de salud Pública Gratuita y Universal. Porque los principales objetivos de este país son, uno, la Justicia Social; el segundo la convivencia y el tercero la limpieza en la vida pública. Es decir, todo lo contrario del Partido Popular que ha sido corrupción”.

Menudo subidón, pero mientras tanto Sánchez parece serio, experimentado, moderado, duro, con un mensaje atractivo, directo, comprensivo por la gente. Ha aprendido. Mucho.

“El debate para el PP no es revalorizar las pensiones sino rebajarlas un 20 ó 30%. El 0,25% de subida del IPC en 20 años es esa rebaja. ¿Cómo lo vamos a evitar? Blindando en la Constitución la subida del IPC de las pensiones”. Vaya, no todo es perfecto (¡menos mal!), al fin un pinchazo argumental: lo de cambiar la Carta Magna por ese motivo es una 'boutade' (con lo que cuesta cambiarla), y más abrir el melón con la que cae en Cataluña.

“No quiero un país en el que las mujeres cuando salgan de copas o con sus amigos sientan inseguridad con la presencia de manadas en este país. Quiero un país en que las mujeres vivan libres, seguras y que puedan desarrollar toda su potencialidad”. Otro patinazo. Aquí ha estado un poco demagógico. No sólo España es uno de los países más seguros del mundo, sino que León posiblemente sea una de las ciudades más seguras del planeta. Un pequeño respiro para poder criticar algo, que uno tiene un caché que defender ante los lectores.

Pero Sánchez continúa ya sin freno: “España vertebrada: todo lo que hemos hecho por León, Castilla y León, Ponferrada. Ciuden, Incibe, Corredor Atlántico”... y le da otro 'meneo' a Ciudadanos: “Rivera, en su ley electoral, quería quitarle la representación parlamentaria a provincias como León”. Y claro, momento abucheos.

De paso, es momento de vender sus logros en estos diez meses: “Hemos revertido recortes educativos. Hemos llevado adelante un Plan de Empleo Digno. Plan de Retorno del Talento”... hemos... hemos... hemos... aplausos, aplausos, aplausos... y una promesa: “En tres años reduciremos diez puntos de tasa de desempleo juvenil”. Hala, otra tanda de aplausos. Tira palante 'Pdro' que ya no te para nadie.

“Hemos, amigos y amigas, hecho muchas cosas en este país. Aún hay otras muchas que no pudimos hacer porque el independentismo votó en contra presupuestos generales del Gobierno. No pudimos reconocer el derecho a la Eutanasia voluntaria”.... Y más palante si cabe: “Pero si hay tres prioridades para la próxima legislatura, el combate sin cuartel contra la desigualdad, la defensa soberanía nacional frente a la confrontación de unos y otros y la lucha contra la corrupción”. Caray.

Un 'guiño' a Pablo Iglesias... y 'palos' al PP y Vox

Una pausa para centrarse en eso de la corrupción, obviamente, del Partido Popular. Tiene a la masa en su mano y aprovecha: “Iglesias anda dolido, lógicamente, por parte de un espionaje de un pequeño grupo de policías corruptos contra él. Sabíamos que el PP se circunscribían a financiación. Una minoría, porque quiero reivindicar el buen nombre de la Polícía. Le digo a Iglesias que la decisión política de espiar a Iglesias y entorpecer la investigación de la corrupción como con Bárcenas se ha terminado. No le quepa duda a nadie. Esos policías corruptos lo pagarán hasta las últimas consecuencias”. Dureza desde el que está en Moncloa. Qué rápido ha aprendido.

Otra vez le toca a León: “También Justicia Fiscal y Ambiental. Las cuencas mineras de León puede contar con el compromiso del Gobierno de España para crear oportunidades porque se lo merecen”. El auditorio rompe en aplausos. De paso aprovecha a recordar cómo León fue clave para él, tanto en la primera elección a secretario general en las primarias, como en la recuperación del cargo. “León fue especial para lograr todo eso”, viene a decir. Tiene completamente al auditorio en sus manos.

Y toma la recta final: “España es amiga del futuro. Siempre que vota, vota futuro. Se plantea una pregunta. Si queremos futuro o queremos pasado. Si avanzar o retroceder cuarenta años”. ¿Lo reconocen? Ese es el elegante ataque a Vox que no podía faltar. Fino y cabrón. Pero sobre todo selecto a la hora de 'hacer daño' como si no quiere la cosa.

“No me cabe duda de que la gente apostará por el futuro, es decir, por el PSOE. Qué ganas tengo de verte de presidente de la Junta de Castilla y León, Luis. Siempre es un honor el gobernar tu país. Lo digo así, siendo este lugar tan importante para el proceso de primarias que tuvimos, también es un honor ser secretario general del PSOE”. Sí, sí: se refiere a León.

“Si queremos avanzar, hay que votar futuro”

“Este año cumplimos 140 años. Démonos un regalo. Ganemos Generales, Municipales y Autonómicas. Si queremos avanzar, hay que confiar en el PSOE, votar futuro”.

Y fin del discurso en un pabellón de La Torre que pone en pie a casi 1.500 personas. Fin de la primera entrada del Diario de Campaña.

Comentario: Pocas veces se ha visto algo así. Sánchez empieza fuerte y consistente la campaña. Confiado. Mucho. Y ha transmitido esa confianza y fuerza a sus huestes leonesas (que no son moco de pavo dentro del partido). Y este recontracronista se acuerda de una frase de José Luis Rodríguez Zapatero en sus primeras elecciones (en las que venció): “Cuando el PSOE está fuerte no hay quien le gane en unas elecciones”.

Tezanos exagerará con su CIS, posiblemente. Pero Sánchez sabe algo más. Quizás no esté tan desencaminado el pensar que si mantiene este discurso moderado, pero a la vez robusto y consistente, Sánchez vuelva a dar la sorpresa. Quizás no sea tan descabellado pensar en más de 130 diputados después de oírle en León (y queda media España aún por escucharle).

Aunque quién sabe. Resistencia ha demostrado a lo largo del tiempo. Y hasta ha vencido momentáneamente la de este que escribe. Por lo menos hasta mañana o el siguiente mítin, que uno tiene su 'veneno' para con los políticos que tiene que hacer valer antes de que le llamen 'rojo perdío'. Sánchez me ha descolocado. Me siento como un Stormtrooper de Star Wars bajo los efectos de la Fuerza de Obi Wan Kenobi en Tatooine: “Este no es el Pedro Sánchez que conocías hasta ahora”. Es otro. Moncloa lo ha cambiado.

Ha hecho que pase (y sin que el ritmo no pare). Menudo subidón.

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